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OPINIÓN

«24 de marzo de 1976. El día en que se abrieron las puertas del infierno» por Mario Mazzitelli

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– Fueron 610 centros clandestinos de detención. No fue una guerra. Fue un infierno.

– ¿Para qué armar centros clandestinos? Para llevar a esos lugares a personas secuestradas. No fue una guerra. Fue un infierno.

– ¿Por qué eran clandestinos? Porque no eran detenciones legales por orden de un juez. Iban a buscar a “personas sospechosas” a sus hogares, a las casas de sus amigos, al lugar de trabajo o estudio, en la calle; los secuestraban y los llevaban a esos centros. No fue una guerra. Fue un infierno.

– “Personas sospechosas” es una figura que solo implica una presunción, no es una prueba. Y no se puede privar a alguien de su libertad por una suposición. ¿No es así? Cierto. Pero en aquellos años estar en una agenda podía hacerte “sospechoso/a” y ser motivo de una detención. No era una guerra. Fue un infierno.

– Pero ¿Entonces no debieron llamarse: CENTROS CLANDESTINOS DE SECUESTRADOS? Sí. No fue una guerra. Fue un infierno.

– ¿Qué hacían con los secuestrados? Los interrogaban. ¿Y si no querían hablar o no tenían alguna información? ¿Los dejaban en libertad? Primero los torturaban. Tormentos insoportables con picana eléctrica, sumergiéndoles la cabeza en tanques con agua, golpes brutales, etc. Si se les iba la mano, morían. (Y después buscaban la manera de deshacerse de los cuerpos. Enterrándolos, tirándolos al río o el mar, cremándolos en altos hornos, etc. Así se fue creando la figura trágica de los DESAPARECIDOS.) Cuando eran mujeres, todo era peor. Jóvenes abusadas y violentadas. Embarazadas asesinadas y robados sus bebes. (Al día de hoy 137 nietos fueron recuperados por las abuelas. Cientos todavía viven con su identidad adulterada.) No fue una guerra. Fue un infierno.

– En otros casos, por presiones familiares, políticas, internacionales…eran puestos en libertad. Pero nadie volvía igual después de haber pasado por el infierno.

– ¿Y qué hacían los jueces y fiscales frente a este atropello a sus facultades? Mayoritariamente miraban para otro lado. Dejaban hacer ¿Cómo que dejaban hacer? ¿A quién dejaban hacer? A las fuerzas represivas. Pero ¿las fuerzas represivas actuaban en la clandestinidad? Sí. No fue una guerra. Fue un infierno.

– ¿Esos, no serían grupos parapoliciales y paramilitares, en contraposición al ejército, la marina, la aeronáutica, la prefectura, la gendarmería, la policía federal, las provinciales… educadas en el principio del honor? La inmensa mayoría de ellos, por acción u omisión, fueron responsables. ¿Es decir que ellos también actuaban en la clandestinidad? Sí. Y bajo sus órdenes accionaban los parapoliciales, paramilitares y grupos de tareas. No fue una guerra. Fue un infierno.

– El poder ejecutivo declara la guerra, pero solo es guerra cuando lo autoriza y aprueba del Congreso. Si el Congreso no autoriza y ni aprueba, no hay guerra. Hay acción inconstitucional, ilegal, clandestina, se puede ejercer la violencia, usar armas, etc. pero no es una guerra. ¿Es así? Sí, es así.

– ¿Quién presidia a la Argentina? Videla ¿Y quién lo había elegido? La cúpula de las FFAA.… ¿Eso no es un gobierno ilegítimo? Claramente. ¿Puede un gobierno ilegítimo declarar una guerra? No. No fue una guerra. Fue un infierno.

– ¿Qué hizo el Congreso frente a tanta arbitrariedad, violaciones y crímenes? ¿Cómo pudo ser que diputados y senadores no se acercaran al edificio del Congreso Nacional y se reunieran para hacer cumplir sus facultades provenientes de la Constitución Nacional? Quedó disuelto por la fuerza bruta de los usurpadores del Poder. El terrorismo de Estado, que dominaba las calles y casi todos los rincones del país (incluidas las casas particulares de las familias) hacían casi imposible una acción pacífica de esa naturaleza. No fue una guerra. Fue un infierno.

– Las legislaturas provinciales y los concejos deliberantes fueron cerrados. Las gobernaciones e intendencias ocupadas por los autócratas. ¿Y que hicieron los partidos políticos, los sindicatos, los centros de estudiantes, el periodismo, etc.? Su accionar quedó suspendido, prohibido o reprimido por la dictadura. Hubo resistencias muy dignas. Pero las condiciones fueron terribles. No hay institución democrática que pueda funcionar entre las calderas de la muerte.

– Dirigentes políticos, sindicalistas, personalidades de la cultura, profesores, periodistas, intelectuales, etc. amenazados o advertidos sobre los riesgos para sus vidas; se fueron al exilio. Otros fueron detenidos en cárceles comunes, bajo cargos infames, nunca comprobados. Así al abanico de la represión (salvaje, desproporcionada y en el marco de un plan general pergeñado en el exterior) no le faltó ningún ingrediente. No fue una guerra. Fue un infierno.

– El plan fue descrito por un miembro de la marina a Jacobo Timerman poco después del 24/03/76: “-Si exterminamos a todos, habría miedo por varias generaciones. – ¿Qué quiere decir todos? Preguntó el periodista. – Todos. Unos 20 mil. Y además sus familiares. Hay que borrarlos a ellos y a quienes puedan llegar a acordarse de sus nombres. Respondió el marino.” Fue un plan criminal de exterminio. No fue una guerra. Fue un infierno.

– Ocurrió que si alguien no vio, no escuchó, no sintió, no habló, no hizo comentarios, etc. todo ese horror le pudo pasar inadvertido. Otros consintieron esa cruzada horrorosa asumiendo el sacrificio del “chivo expiatorio” (mayoritariamente los jóvenes) para salvarnos de los pecados. En la vereda de los riesgos, la militancia comprometida con la defensa de los derechos humanos, las madres, las abuelas, los familiares, abogados, etc. quedaron como una minoría activa, que no tenía la fuerza de las armas, pero tenía la fuerza moral de su lado. Y su prédica humanista fue creciendo hasta sensibilizar a los argentinos y al mundo. Así, junto a los descalabros económicos de la dictadura fue mutando la opinión pública. No era una guerra. Era un infierno.

– Hoy la mayoría de nuestra población nació en el marco de las instituciones constitucionales recuperadas en 1983. Difícil (para ellos) concebir lo que fue ser arrastrados a la degradación humana más aberrante de nuestra historia. Sobre esa realidad subjetiva, la derecha monta un relato falaz de la historia, en base a mentiras cínicas. Distorsionando los hechos hasta hacerlos irreconocibles. Incompatibles con las pruebas judiciales e históricas. Solo la verdad nos hará libres. Y lo mejor que puede hacer un pueblo con una tragedia es exponerla en toda su crueldad, justamente para no repetirla. Esto es así solo si fuera cierto (como quiero creer) que la conciencia moral (mayoritaria) de los argentinos, nos impulsa a soñar un vivir digno, para todos y cada uno.

– Aclaremos. La dictadura (1976-1983) de inspiración imperialista, con promoción oligárquica, ejecutada por los militares y apañada por vastos sectores, no inventó la violencia.

– Bastaría pensar en el papel de la espada y las armas de fuego durante la colonización, las invasiones inglesas, nuestras luchas intestinas, las masacres de los pueblos originarios en los siglos XIX y XX, la guerra del Paraguay, la semana trágica, la represión en la Patagonia, la introducción de la picana como elemento de tortura, los atropellos a las libertades individuales, la cárcel como herramienta política, la violencia como ejercicio permanente de poder desde el Estado, los levantamientos militares, el bombardeo sobre Plaza de Mayo en 1955, los fusilamientos en José León Suárez, la noche de los bastones largos, la triple A, el gatillo fácil, etc. al igual que la historia universal, muestra que los seres humanos le asignaron a la violencia un papel importante a la hora de modelar la realidad. Los militares argentinos (formateados en la mal llamada Doctrina de la Seguridad Nacional, que en realidad era la Doctrina del imperialismo para la defensa de sus intereses) no inventaron la violencia. Pero la llevaron a la zona más ruin, degradante, cruel, destructiva para la Nación, la industria, la educación, la cultura, que uno pueda imaginar. Las pretendidas justificaciones no tienen asidero. En el marco de las instituciones de la Constitución se podían encontrar sanos remedios para el mal de la violencia. Pero quienes venían violando la CN desde el 6 de septiembre de 1930, no podían sentirse cómodos actuando dentro de la ley. Por eso no tienen perdón, son crímenes de lesa humanidad imprescriptibles. Memoria, Verdad y Justicia, sigue sintetizando los valores que no pueden ser adulterados sobre la falsa idea que se trató de una guerra (No fue una guerra) y eso validó todo el accionar ilegal (Abrieron las puertas del infierno)

– Los negocios. No terminaríamos de comprender el golpe si nos quedáramos en el terreno político-represivo. La economía puede explicarnos muchas más cosas. Una de las tareas era redistribuir el ingreso en detrimento del pueblo trabajador. Los trabajadores pasaron de un 50% a un 30%. Si fuera una torta de 10 porciones pasaron de tener 5 a tener 3. Mientras los sectores más concentrados (nativos y extranjeros) pasaron de un 50 a un 70%. Esos 20 puntos al día de hoy representan algo más de 100.000 millones de dólares por año. Cien mil millones de dólares que, total o parcialmente, el pueblo tributo (por el terrorismo de Estado) a los sectores más ricos, concentrados, pudientes y privilegiados de la sociedad. Tan gigantesca fue aquella transferencia que (con el paso de los años) quizás estemos hablando de mucho más de 2 billones de dólares. Ese fue el botín por el que vinieron, los Martínez de Hoz, los Pérez Companc, los Fortabat, los Bulgheroni, los Macri, los Roca, los bancos comerciales, las corporaciones multinacionales, los acreedores externos, los endeudadores locales y el FMI; que dio su apoyo desde el principio hasta el fin de la dictadura. Los piratas se distribuyeron el tesoro arrancado al pueblo argentino a sangre y fuego. ¡Que no son capaces de hacer por una moneda de oro o un barril de petróleo! Quien no quiera entender la relación entre los altos índices de pobreza actual y la concentración/fuga de riqueza generada en aquellos años, es que estuvo mirando otro canal. No fue una guerra. Fue un infierno.

– El servilismo. La dictadura fue uno de los eslabones entre lo que antes fue el golpe de Estado en Chile (contra el gobierno democrático de Salvador Allende) y más tarde la contrarrevolución conservadora, expresada en Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Lo que no entendieron nuestros militares es la diferencia entre los países capitalistas centrales y los periféricos, creyendo que alineándose con los primeros alcanzaríamos los mismos resultados. Error porque la tendencia del dinero es fluir desde los periféricos a los centrales. De manera que la misma política (aquí o allá) obtiene resultados asimétricos. Así, los dictadores, creyendo que defendían los intereses nacionales, terminaron defendiendo los intereses extranjeros.

– El poder político. Junto a la transferencia de riqueza, su correlato fue pérdida de poder político en manos del pueblo. Un pueblo empobrecido tiene menos poder político.

– La industria. No terminarían allí los desatinos. Para asegurarse la irreversibilidad del proceso histórico, quisieron terminar con lo que consideraban el reducto de la resistencia popular, el aparato industrial. Es decir aquella rama de la economía que desde 1750 en adelante marcaría el nivel de adelanto, de desarrollo científico, tecnológico, productivo y de bienestar para los pueblos. La industria fue atacada sin piedad. Quienes quisieran sumarse a la timba financiera o la importación de bienes tendrían premio. Aquellos obstinados en seguir produciendo en la industria serían extinguidos.

– La deuda. Ilegal, fraudulenta, multiplicada por 7, con condiciones leoninas; es el lastre financiero que ata a la Argentina al carro del vigía de occidente, condiciona las cuentas públicas, distorsiona la macro economía y nos desangra. Cuarenta años después, como un tributo colonial a perpetuidad, dejó condicionada la inversión nacional. Es por tanto una de las causas principales de nuestro estancamiento.

– El Estado. También el Estado debía ser desmantelado. Un Estado activo capaz de planificar la economía a favor del pueblo resultaba ser un enemigo, de quienes querían transformarse en factores dominantes de la economía, sin límites ni restricción alguna. Los zorros no querían pastor en el gallinero, y llegaron hasta lo imposible para eliminarlo. (Claro que buena parte de estos objetivos iban a culminar durante la administración de Carlos Menem.)

– Vienen por todo. Quien quiera leer un poco más profundo sobre ¿que nos pasó a los argentinos? deberá comprender que lo peor de la dictadura terminó el 10 de diciembre de 1983. Pero sus instigadores, los reales dueños (nativos y extranjeros) de la Argentina, sus beneficiarios, siguen disfrutando de buena salud hasta nuestros días. Han sido capaces de diseñar un país para pocos. Y lo han sabido mantener. No pudieron aplastar a la Democracia. Pero la doblegaron. Supieron medir hasta donde se animaban los gobiernos de origen popular. Vieron que eran muy modestas sus aspiraciones. Pero ellos no son gente modesta. Ellos van por todo. Saben que aquello no fue una guerra. Fue un infierno al que ellos echaron leña. Sin aquel infierno hoy no tendrían una nueva oportunidad. Un gobierno identificado con aquella praxis no era fácil de conseguir. Y lo consiguieron. Van a tratar de aprovechar la oportunidad para terminar de despojar a los argentinos.

– Vamos por lo nuestro. Ahora nos toca a nosotros. Movilizar, organizar, contribuir a aclarar ideas, defender los intereses de las mayorías populares y recrear los sueños. Para erradicar la pobreza, elevar las calidades educativas, científicas, tecnológicas y productivas. Modernizar el país en un marco de Justicia Social. Planificar el desarrollo. Embellecer la vida. Encender todos los motores. Con un pueblo “culto y laborioso”, como diría San Martín. Darle vuelo a la libertad. Sabiendo que no nos conformamos con haber salido del infierno. Ahora queremos probar que en la tierra argentina se puede edificar el paraíso, haciendo realidad el bienestar general, la felicidad del pueblo y la gloria nacional.

– Claramente, no fue una guerra. Fue un infierno.

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OPINIÓN

«La batalla cultural pérdida», por Aldo Duzdevich

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La batalla cultural pérdida.

Sobredosis de montonerismo tardío.

La mayoría de nosotros nos preguntamos como llegamos al gobierno de un personaje como Milei que se define primer presidente anarco-capitalista, enemigo del estado (que el gobierna) . Que está haciendo todas las salvajadas inimaginables, y encima mantiene un alto indice de aprobación.

La primer respuesta simple es decir “el gobierno de Alberto fue malo y la sociedad nos castigó”.
Esa es una parte de la verdad, pero no toda. Porque no fue el tradicional voto antiperonista de las clases medias y altas el que nos rechazó. Al contrario, parte de ese sector votó a Sergio Massa. Sin embargo, Milei logró llegar y cooptar con su discurso a los sectores mas jóvenes y humildes de la sociedad.

Algo profundo pasó en el seno de nuestro pueblo, y sino logramos desentrañarlo, y volvemos al discurso de los globoludos, u otras lindezas para agredir a quienes no coinciden con nosotros, veo muy difícil nuestra recuperación política a mediano plazo.

Mi teoría (seguramente hay otras) es que el peronismo original, perdió la batalla cultural y política contra ese cóctel de progresismo y montonerismo tardío, que impregno el pensamiento de nuestro espacio. Y, ese progresismo terminó perdiendo la batalla cultural y política con la nueva derecha, que captó mejor las necesidades populares no resueltas.

Tal vez no sea exacto decir el peronismo original, como si las palabras de Perón fueran un riguroso catecismo a respetar sin leer su contexto, y sin adecuarlas al tiempo histórico que nos toca vivir.

También podría decir que perdimos la capacidad de escucha de la voz popular, y de hacer una lectura de la realidad desde el sentido común. Terminamos enfrascados en formulas y discursos binarios, que nos impidieron reconocer que el otro también tenía y tiene, una parte importante de la verdad.

Siempre hubo alguna razón para no dar estos debates. Porque había que mantener la unidad; porque estábamos en campaña; o para luchar contra las políticas de ajuste . Entonces dejamos que quienes bajan linea en el espacio peronismo- kirchnerismo insistan en sus planteos, que son repetir los mismos mantras durante veinte años. Mantras que solo escuchan y rezan los propios; que cada vez somos menos.

Se que estas cosas que voy a decir a muchos no le van a gustar, o tal vez coincidan con algunas y con otras no. Pero intentaré cuestionar el catecismo del progre-montonerismo que hemos comprado y se ha hecho carne en la mayoría de nuestros compañeros.

Primero procurare definir que quiero significar con la idea de montonerismo tardío. Y por una cuestión de extensión, voy a dejar la critica al progresismo para la próxima nota.

El montonerismo tardío

El relato de los años 70 esta contado por los sobrevivientes de las organizaciones armadas. Algunos como escritores: Bonasso, Vertbiskty, Caparroz, Anguita, Soane, ex-militantes de Montoneros y del ERP . Y en otros casos, como testimoniantes que contaron sus historias a periodistas como Larraquy, Reato, o Maria O Donnell, por mencionar los mas conocidos.

Olga Ruiz, Investigadora de la Universidad de la Frontera, Temuco, al analizar lo ocurrido en los campos de concentración de Chile expresa: “los grandes relatos sobre nuestra historia reciente se han construido centrados en el heroísmo y la victimización, esquema binario que se afirma y consolida en la figura del traidor. Se trata en realidad de una triada (héroe-víctima-traidor) en las que el quebrado concentra -como un chivo expiatorio- las contradicciones, los fracasos y la derrota de la izquierda chilena”. “Es más sencillo atribuir la caída sostenida de militantes a unos cuantos traidores que analizar críticamente las políticas adoptadas por las dirigencias de las organizaciones revolucionarias.”

Esta definición vale para la experiencia argentina. Victimas, héroes y traidores. Para el relato montonero de la historia, el primer traidor es Perón. “Perón traicionó a los jóvenes” . Una muletilla repetida hasta el hartazgo. “Perón se alió con la burocracia sindical, con la derecha, nos hecho de la plaza, y creó la Triple A para aniquilarnos. Y nos dejo de herencia a Isabel y Lopez Rega”.

Este discurso convalida la idea de un Perón nazi-fascista, que era el mismo mote que le habían colgado, las clases medias universitarias progres en 1945. Claro que la lista de traidores no se agota en Perón. Entran en ella, “la burocracia sindical”, los otros grupos de JP, y todos los que no comulgaron con la predica de lucha armada del ERP y Montoneros. Incluso caen en esa nómina sobrevivientes de los campos de concentración, y muchos militantes que no salieron al exilio y salvaron su vida igual.

Ahora bien. ¿Que tiene que ver este relato sesgado y mal contado con la realidad actual.? Bueno en primer lugar con la cancelación de la figura de Perón. De quien, lo mas piadoso que se dice, es que en 1973, ya era un viejo lelo manipulado por Lopez Rega e Isabelita. Y, en esa cancelación ingresa todo el pensamiento del tercer Perón, su propuesta de Unidad Nacional y su ultimo legado el Modelo Argentino para un Proyecto Nacional. Todo eso se cancela y se lo reemplaza por un peronismo que no sigue las ideas de Perón, sino de la vanguardia revolucionaria y socialismo a la cubana, adoptadas por Montoneros a partir de 1974.

Entonces hoy, ¿que es el peronismo histórico?. ¿La idea de Comunidad Organizada enunciada por Perón en 1949?; ¿o la Patria Socialista enunciada por Montoneros en 1974-75 ?. Eso plantea un primer problema de identidad para quienes nos decimos peronistas.

Si ha esto le sumanos dos frases cancelatorias muy de moda : “nadie tiene el peronometro” y “peronistas somos todos”. Esto claramente habilita, a que cualquier nuevo militante recién llegado desde el troskismo o del viejo PC, dicte una conferencia sobre la lucha de clases y la construcción de la dictadura del proletariado, y diga que eso es peronismo, porque él se autopercibe peronista. Y que los jóvenes que no mamaron peronismo, compren la idea, y que los viejos se vayan puteando a votar a Moreno o Schiaretti.

Ese relato de los setenta mal contado, extendió al presente, la desconfianza y el desprecio hacia las organizaciones sindicales y sus dirigentes. Porque si estuvo fenómeno matar a Vandor, Alonso, Rucci, Kloosterman, Santillan y tantos otros, como no putear hoy a los “gordos” y colgarle el mote de traidores porque no declaran la huelga general revolucionaria para voltear a Milei. Y no es que yo crea que los muchachos son angelitos. Renguean y bastante por el lado de la guita, igual que muchos de los nuestros, de la dirigencia juvenil y política. Pero, el Movimiento Obrero Argentino, sigue siendo uno de los mas poderosos del mundo. Y en cada sindicato, se las arreglan muy bien para realizar el difícil equilibrio, de mantener las fuentes de trabajo y recuperar el salario. Y los trabajadores los siguen eligiendo.

El exceso de romantización y exaltación de la lucha armada, creó el colectivo “los que llegamos tarde a los tiros y nos quedamos con las ganas”. Cuento una anécdota personal: en época de Macri, un ex-montonero muy fierrero él, que vive en España, responde un posteo mio de Facebook: “Pibe lo que Vds tienen que hacer, es agarrar la bandera de Evita en una mano, y la metra en la otra y salir a liquidar macristas” . Yo le respondo: “Fenómeno! Porque no volvés a la Argentina y vas arrancando vos con los tiros”. El tipo responde “como… me ofendes…yo soy un héroe de la resistencia”. Claro, el tipo se considera héroe, y da clases de heroísmo por Facebook. Bueno, este es un caso extremo, pero conozco varios que viven aquí, y les encanta contar historias de tiros y operetas que seducen al auditorio juvenil. Tirar tiros a los veinte años, tiene sus lógicas, pero a los 70 u 80, seguir con la misma lógica, sin hacer un balance autocrítico de los errores, y de los costos en vidas propias y ajenas de la violencia, es de adolescente pelotudo.

La tentación de resolver los males del mundo por la vía rápida de la violencia, por generaciones, sedujo a los jóvenes de izquierda y derecha. Y, aunque Argentina tenga una trágica historia en materia de violencia, después de tanto relato romántico, el bichito de agarrar la metralleta sigue picando. Aunque son otros tiempos, y los guerrilleros de hoy prefieren el teclado del Iphone antes que el gatillo de un arma, en las redes pululan los discursos de subir a Sierra Maestra.

Y, quienes vivimos los setenta sabemos bien, que a la violencia se llega primero desde el discurso. Y, como dije antes, la violencia suele seducir a los jóvenes sin distinción de ideologías, fueron jóvenes católicos y radicales los Comandos Civiles en el 55; fueron jóvenes, los de Tacuara en los 60 que perseguían judíos; y jóvenes los guerrilleros setentistas. Por eso, no debemos extrañarnos que un día, unos pibes libertarios piensen “hoy me convierto en San Martin”, y aprieten el gatillo contra la Vicepresidenta de la Nación Argentina.

Otra herencia del relato setentista es la recurrencia a la victimización. Esto arranca en la concepción de las cúpulas montoneras en el exterior. Firmenich decía : no importa cuantos mueran, aunque queden vivos cien nuestros, el pueblo va a reconocer el sacrificio y nos va a elegir como su vanguardia y conducción. Y aunque no lo pusiera en palabras, pensaba, cuantos mas muertos, mas sacrificio, mas reconocimiento. Esto dio origen a otro colectivo el de : “los muertos los pusimos nosotros”. Tipos que hablan subidos a una pila de muertos. Hablar en nombre de los 30 mil, dota al expositor de un aura de superioridad moral que no se discute, porque si se habla en nombre de los muertos, eso es inapelable.

Ademas, esta distinción de haber luchado contra la dictadura, haber sufrido cárceles y torturas, se hace extensiva a un espacio tan amplio, que incluye a quienes eran puberes o no habían nacido todavía en 1976. Pero, decirse y sentirse victima de la dictadura y toda otra agresión posterior, posiciona al expositor en un escalón superior al resto de los mortales, que además están en deuda con él que fue victima y debe ser reconocida.

Enganchado con lo anterior, surgió una suerte de herencia de representación, casi un tema dinástico : los hijos de la generación diezmada. Que, incluso, posicionó a Wado de Pedro como candidato a presidente, un muy buen dirigente sin dudas. Pero, que aparece con un plus extra de valores, que no tendría ni Massa, ni Grabois, ni Kicillof, cuyos padres no son desaparecidos.

Aunque sea reiterativo siempre me veo en la obligación de aclarar mi visión. Acá no hubo dos demonios, ni hubo una guerra. A partir de 1976 hubo un sistema represivo clandestino amparado desde el estado que torturó y asesino a miles de argentinos. Eso no esta en discusión.

A partir del retorno a la democracia y en la necesidad de juzgar a los represores, se evitó, hacer mención de la militancia política de los desaparecidos. Recién a partir de 2005 o 2006 se comenzó a reivindicar su militancia en las distintas organizaciones.

Pero, con el tiempo esa reivindicación de la figura del desaparecido, evolucionó a la reinvidicación de las propuestas y acción de las organizaciones armadas. Y, sin asumirlo expresamente el espacio peronismo-kirchnerismo quedo política y culturalmente reivindicando, o al menos no cuestionando, el rol de la lucha armada, antes y después del golpe de 1976.

Y, claro, un día apareció alguien que dijo, Vds reinvidican sus muertos, nosotros queremos reivindicar los nuestros. Y la respuesta no escrita, pero insinuada de este lado fue : sus muertos fueron todos torturadores y asesinos. Pero, los hechos históricos no coinciden con esa calificación.

Ademas de algunos jefes militares y policiales involucrados en la represión, la guerrilla mató sindicalistas, empresarios, políticos, policías de la esquina, y jóvenes civiles que estaban cumpliendo el servicio militar obligatorio.

Negar la existencia de esas victimas, es casi de una muestra de cinismo e hipocresía, que no hace sino generar una reacción en contrario, que termina beneficiando a aquellos que la justicia esta condenando por sus crímenes.

Otra consecuencia del mal relato setentista, es el abuso de la palabra dictadura, dictador, facho, que llevó a la banalización de esos términos.

En uno de los grupos de wasap de catarsis colectiva que frecuento, un día alguien escribió “el dictador Morales cambio la fecha del feriado del viernes al lunes, esta atentando contra los derechos humanos de los docentes” . Yo le contesté “flaco si cambiar de día un feriado es atentar contra los DDHH, que queda para la tortura seguida de muerte” .

Se uso, y sigue usando tanto, la palabra dictadura, fachos, para descalificar a cualquier adversario político externo o interno que se la terminó vaciando su real contenido.

Cualquiera que no comulgara con el catecismo nuestro era rápidamente tildado de facho y/o colaborador de la dictadura, desde Hugo Moyano hasta el Papa Francisco.

Y obviamente todos los militares, gendarmes y policías, son vistos como miembros de la represión, aunque la mayoría de ellos tienen menos de 50 años, y ni habían nacido en 1976, pero el uso de uniforme, aunque sea de zorro gris, ya los convierte en cómplices de la dictadura.

Este uso abusivo de calificativos, de fachos, dictadores, represores, etc.. fue produciendo un hartazgo en la sociedad y una reacción de péndulo, que permitió a Milei repetir en un debate una frase textual del Almirante Massera y que fuese aplaudido y votado.

Por ultimo no dejo de mencionar, ciertos rasgos, organizativos autoritarios que tomaron algunos grupos de jóvenes que ya no son tan jóvenes. La idea de que la Orga está por encima de todos los sectores del peronismo. Que lo verdaderamente importante es acumular poder para la Orga, y no para el conjunto del Movimiento. La palabra fierros que traducida al hoy, significa cajas, puestos, contratos, guita. El ocupar territorios pasando por encima a sus lideres naturales. Sistemas de funcionamiento stalinistas de control y alcahuetería. Verticalismo militar en ordenes y disciplinamiento. O sea han copiado gran parte de los defectos de las viejas militancias y pocas de sus virtudes que las tuvieron y son para rescatar y poner de ejemplo.

Resta aclarar que ni Nestor, ni Cristina fueron militantes orgánicos de Montoneros. Ambos eran militantes de la JUP en La Plata, cuando en febrero de 1974, su grupo de pertenencia que lideraba el entonces diputado provincial Carlos Negri, rompió con la organización, adhiriendo a la fractura de la JP Lealtad que cuestionaba el enfrentamiento de la dirigencia montonera con Perón y la continuidad de la violencia armada en gobierno constitucional. Este alineamiento político, mas su traslado a Santa Cruz, les salvó la vida en una ciudad como La Plata azotada por la represión.

Cuando Nestor Kirchner comenzó a construir su proyecto político nacional, armó el Grupo Calafate. Allí convocó a sus viejos amigos y compañeros de universidad de La Plata, entre ellos había varios ex-montoneros que habían pasado por la cárcel y/o el exilio.

Cuando llegó al gobierno, si bien sus propuestas en términos políticos y económicos estaban lejos del socialismo cubano, en términos culturales alentó rasgos del viejo montonerismo y les dio espacios en distintas áreas de gobierno a antiguos militantes de la llamada Tendencia Revolucionaria.

Cristina, si bien siempre dejo hacer. Ya, en los 70 y como Presidenta, fue bastante critica de Montoneros, incluso en algunas ocasiones lo manifestó en discursos públicos, que la prensa oficial se encargó de minimizar.

Pero, bueno, lo concreto es que ese montonerismo tardío mezclado con dosis progresismo intenso le ganó la batalla cultural al peronismo original, e instaló dentro del peronismo-kirchnerismo un coctel político-ideologico que terminó sucubiendo frente al cóctel político-ideologico de la nueva derecha. Y aquí estamos….

En mi próxima nota hablaré del progresismo que supimos conseguir.

Aldo Duzdevich

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OPINIÓN

«Cada día que pasa es un punto menos para la Argentina», por Ezequiel Beer

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Las largas e infructuosas negociaciones del Gobierno para intentar destrabar un crédito de 15 mil millones de dólares ante el FMI, la languidez de las reservas del BCRA y la abrupta caída de los ingresos fiscales bajo extremas presiones del sector agropecuario por una devaluación hacen de la macroeconomía argentina una bomba de tiempo pues también avanzar con una mayor ajuste plantearía el desate de una guerra totalmente abierta por parte del Gobierno con el conjunto de la Sociedad.

El curso de la gestión gubernamental va sumando cada día mas y mas pobres pues en efecto desde que asumió se han sumado 4 millones de pobres e indigentes que podría aumentar exponencialmente de generarse una devaluación descontrolada pero en efecto son pocas las reservas monetarias capaces de morigerar sus efectos.
El » arte » de sus politicas ha logrado lo que hace mucho tiempo no sucedia en el pais es decir la union de los reclamos de los trabajadores con los estudiantes siendo el primer paso la Marcha Universitaria del proximo dia martes.

Es muy probable que no sera la unica sino que es el punta pie de inicio para la sumatoria de una serie de reclamos sociales donde ahora la mismisima clase media se ve afectada por un Gobierno que voto en gran parte al igual de varios estratos semi bajos que intentaron en vano evacuar un hastio politico y una decadencia prolongada de su economia.

Ahora ambos estratos se encuentran en el mismo lugar en busca no solo de una salida politica sino de un claro liderazgo y de una certera conduccion.

Dicha combinacion puede dar lugar a nuevos emergentes tales como Ricardo Quintela, Axel Kicillof, Juan Grabois y Pablo Moyano entre otros.

El principal objetivo estratégico es la pronta salida del poder de Javier Milei que por lo visto no hay ningún tipo de cesión sino todo lo contrario el redoblamiento permanente de la apuesta lo que puede implicar la necesidad de forzar dicho corrimiento bajo un contexto puntual y determinado que permita combinar tanto los factores macro como los micro.

Cada día que pasa es un punto menos para la Argentina.

Ezequiel Beer –

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OPINIÓN

«El Mundo Bidimensional y las nuevas formas de la política «, por Ariel Rolfo

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Foro Llao Llao: El Club Bilderberg Criollo

Este foro es como una especie de Club Bilderberg criollo, foro de las castas que detentan el poder permanente en la argentina. El mismo realiza un encuentro anual donde se cita a los funcionarios jerárquicos de estado para que expongan ( rindan examen) y también se realizan actualizaciones de geopolítica, economía, competitividad y tecnología, etc.
Este es el formato básico y la agenda anual del Foro del LLao LLao que en última instancia es un encuentro privado y exclusivo del círculo rojo… la Oligarquía Contemporánea Argentina.

EL PASTOR DE LAS ELITES Y DEL HOLOCAUSTO ARGENTINO EN EL LLAO LLAO

El presidente Javier Milei llegó anoche a Bariloche para participar del Foro Llao Llao que se realiza en el hotel del mismo nombre y que convoca a los principales empresarios del país.

Se trata de un encuentro que no es público y que es exclusivo para los dueños del poder económico del país que en última instancia son los titiriteros de Milei, son quienes están atrás del Mega DNU y la proyectada Ley Omnibus que cambia profundamente la arquitectura económica, política y jurídica con un impacto deletéreo sobre la realidad socioeconómica y geopolítica del país.

Interesante es el análisis que hace el politólogo, docente e investigador de la Universidad de Lisboa Andrés Malamud, que también participa del evento, en dialogo con la prensa al referirse a Javier Milei dijo que:

“Milei tiene algo diferente: inspira simbólicamente una cosmovisión que te permite soportar los dolores del presente con expectativa del futuro. Transmite convicción. Mantiene popularidad y es un Gobierno que no generó satisfacción material”.

“La gente sabe que está mal y cree que va a estar mejor. Él vendió esa expectativa. Tiene una capacidad fuera de lo común de construir una percepción en el futuro. Es lo que hacen las religiones. Menem hacía promesas materiales. Él promete ajuste. Eso lo hace mantener la popularidad. Eso solo te lo da una cosmovisión religiosa”

Es una buena descripción de alguien que se cree un ser Mesiánico que desde esa autopercepción lleva adelante su accionar feroz e inhumano impregnado de un Fundamentalismo Ideológico, solo coherente en la teoría de los libros pero no en la realidad.

Este análisis del emisor del mensaje, que se demostró efectivo, este análisis del Pastor de las Elites cuyo fin es someter al pueblo para tener una mayor complitud e integralidad se le debería agregar el análisis del receptor del mismo, la ciudadanía argentina y las causas por las cuales la misma en un estado de incertidumbre y decepción tiene receptividad de ese mensaje pastoral autodestructivo.

BATALLA CULTURAL Y TECNICAS DE MANIPULACION SOCIAL

Es un dato de la realidad que la ciudadanía en su mayoría se encuentra decepcionada de la clase política argentina la cual durante el periodo democrático no pudo resolver satisfactoriamente la problemática ciudadana, por esta razón mayoritariamente la sociedad aborrece los políticos y por carácter transitivo la política, que es la única herramienta que le permite a un pueblo gobernar su destino… lograr el Bienestar del Pueblo y la Grandeza de la Nacion.

Entre las causales podemos mencionar:

• La incapacidad de los gobiernos populares en la formación de una Conciencia Colectiva que cristalice en el corazón y las mentes de la población cuáles son la causas basales de nuestros males

• Las falencias de los gobiernos populares en resolver los problemas de la gente, una clase política incompetente, indolente y muchas veces corrupta.

• El accionar de los grupos de poder locales (oligarquía) que con su maquinaria cultural-comunicacional logro a través de los años frivolizar los valores de vida de la población, adormecer el espíritu patriótico y despolitizar a la ciudadanía logrando un alto grado de desinterés, aversión, ignorancia y analfabetismo político.

Esto permite que en cada instancia eleccionaria la ciudadanía no pueda evaluar la significancia política de cada candidato y que las opciones creadas desde el poder sean las opciones que terminan siendo votadas aunque estas claramente vayan contra los intereses de los propios votantes.

Ya no existe en la ciudadanía la capacidad de discernir políticamente sino solamente la de optar, el pensamiento crítico racional y analítico dejo paso a la opción emocional del momento determinada esta conducta en gran medida por la realidad virtual-comunicacional de las redes sociales y los medios de comunicación.

Hoy vivimos un mundo bidimensional donde el mundo físico y el mundo virtual-comunicacional interaccionan, la batalla política debe ser dada simultáneamente en las dos dimensiones, aquellos sujetos políticos que se queden anclados solo en uno de ellos solamente estará presente en una de las dimensiones o escenarios en donde se da la lucha contemporáneamente y transitara en forma minusválida su camino político futuro.

Hoy el campo popular todavía es fuerte la lucha que se lleva adelante en el mundo físico, pero es débil en el ámbito Virtual-Comunicación donde la Batalla Cultural y la Guerra Psicológica que llevan adelante de las Elites les lleva ventaja.

El moderno herramental utilizado por las Elites de Poder es variado:

• Utilización de teorías y técnicas sociológicas de manipulación de masas e Ingeniería Social provenientes de algunos entes institucionales como el Instituto Tavistock o de noveles estrategas políticos como Steve Bannon.

• Manejo casi monopólico del canales de comunicación y desinformación masiva con su dotación de notorios periodistas que en realidad solo son “mercenarios comunicacionales” de la empresa de medios que vende su servicio al poder económico.

• Manejo profesional de Redes Sociales con la replicación de espacios periodísticos de comunicación y desinformación al que se le suman legiones de troles pagos, lideres de opinión “digitales” subvencionados económicamente y potenciados por sistemas de bots informáticos, etc.

Cambio el mundo, cambio la sociedad y contemporáneamente también cambio la forma de hacer política.
Si desde el campo nacional y popular nos quedamos exclusivamente con las técnicas y prácticas del pasado estamos condenados a perecer ya que lo que demuestra la historia es que cuando se enfrentaron dos civilizaciones la más avanzada o evolucionada sometido o extermino a la que lo era menos.

Seria sensato tener en cuenta esta realidad y evolucionar políticamente en lo operativo ya que tanto el PRO como La Libertad Avanza, que en distintas instancias nos han derrotado, han utilizado muchos estos nuevos herramentales con impacto efectivo en el mundo bidimensional contemporáneo en que vivimos.
Si bien el campo nacional y popular debe mejorar su performance en el mundo virtual-comunicacional no debe menospreciarse el accionar en el mundo físico ya que la efectividad se encuentra en la sinergia creada con el accionar simultaneo en ambas dimensiones, es esa combinación lo que impacta en forma determinante en el mundo real que es hoy el Mundo Bidimensional.

Esta adaptación instrumental al presente no debe hacernos perder de vista nuestra misión principal sino solo seremos una maquinaria electoral eficiente para ganar elecciones pero no para gobernar en función de la Felicidad del Pueblo y la Grandeza de la Nacion.

Si bien es bueno y necesario que evolucionemos en nuestra forma de hacer política también es importante que recuperemos nuestros valores y nuestra esencia política del pasado para dar respuestas validas en el presente, ya que esos valores y esa esencia es lo que nos da la identidad de quienes somos y que objetivos tenemos.
Ese patrimonio político doctrinario, que no debemos olvidar ni traicionar, es en última instancia el que nos da el Sentido Histórico de nuestra existencia y significancia como Movimiento Nacional.

Ariel Rolfo

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