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OPINIÓN

¿La tercera es la vencida? Por Pablo Payró

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Instituto Soberanía

A que viene Milei

La irrupción del denominado “fenómeno Milei”, meticulosamente construido desde hace un tiempo por los grandes medios de comunicación y las usinas ideológicas del poder real (que analizamos en otra nota)[1], ha impactado en la escena política al conocerse los resultados de las PASO a nivel nacional.

Las posibilidad cierta de que un representante de la ultraderecha argentina pueda hacerse del gobierno ha estimulado un intenso debate político que ha atravesado todos los sectores de la sociedad argentina como hace tiempo no se veía.

Poder desentrañar los objetivos que plantea este singular personaje, que sale del formato habitual de la denominada “vieja política” con un discurso “outsider” pretendidamente “novedoso” ante el fracaso de la política tradicional, es imprescindible de cara a lo que se juega en estas elecciones.

Para poder hacerlo, partiremos del análisis de algunos de los ejes del Plan de Gobierno y de la Plataforma Electoral de La Libertad Avanza, tratando de superar la superficialidad con la que los propios seguidores del “león” han pretendido presentarlo, con una catarata de “reels” y videos (formato particularmente influyente en el sector juvenil) en donde se busca hacer primar un supuesto “sentido común”, que como todos sabemos, es una construcción en la que, como veremos, los intereses de una minoría son presentados como el interés general.

El “mal ejemplo” argentino…

Argentina es un caso particular en lo que respecta a su desarrollo económico. Lo es, porque a diferencia de la mayoría de los países de Latinoamérica, dio pasos concretos en la posibilidad de un desarrollo industrial soberano logrado de la mano del impulso estatal. La experiencia del peronismo a mediados del siglo XX sustituyendo importaciones, logró hazañas impensadas para nuestra incipiente industria nacional: el desarrollo de la industria naval y la marina mercante, de la industria automotriz, aeronáutica y ferroviaria, el desarrollo de YPF y la producción de acero, el desarrollo en materia atómica, entre innumerables hitos por los cuales muchos sentimos profundo orgullo.

Una experiencia que marcó a fuego a clase obrera argentina, por las mejoras que implicó en las condiciones de vida de las grandes mayorías y por hacer realidad el sueño del pleno empleo. Fue justamente por esto el principal obstáculo para que las conquistas y derechos alcanzados pudieran ser borradas de un plumazo por aquellos sectores que se expresan en la histórica alianza de la oligarquía terrateniente con las grandes potencias extranjeras.

Históricamente las clases dominantes se han empeñado en este objetivo condenándonos a una inserción unilateral y superespecializada al mercado mundial como mero proveedor de materias primas.

Apertura económica / Reforma Laboral / Reforma del Estado / Reforma monetaria ¿Nuevas recetas?

Con la frase “Queremos volver a ser el granero del mundo”, las referencias a la Argentina oligárquica que le dio forma la generación del ’80, y una catarata de medidas se han presentado públicamente las acciones de gobierno, escalonadas en etapas.

Los objetivos y las medidas planteadas no dejan lugar a dudas. Vienen por todo, y quieren hacer realidad los sueños inconclusos de los sectores hegemónicos de las clases dominantes en Argentina.

Por un lado, los de la oligarquía terrateniente que históricamente ha tenido un peso determinante en la estructura económica argentina, y que si de parásitos hablamos (palabra que suele utilizar el libertario cuando se refiere a la casta política) no hay dudas que es un sector de que desde hace décadas tan sólo en concepto de renta, obtiene ingresos por us$ 10.000 millones al año. Las medidas para este sector, van desde la eliminación de las retenciones, la eliminación de los impuestos inmobiliarios rurales en todo el país, hasta la derogación de la Ley 26737 (Ley de tierras) para que “cualquier persona, nacional o extranjera, tenga libre acceso a la propiedad de la tierra”. Es decir, profundizar una matriz productiva que en las últimas décadas, ha concentrado y extranjerizado la propiedad de la tierra como nunca en su historia.

Por el otro, remachar el rol de Argentina como proveedor de materias primas, que las grandes potencias imperialistas han definido en la denominada división internacional del trabajo. Para esto es que se busca consolidar un modelo agro-minero-exportador, con un papel determinante en los diferentes eslabones de la cadena productiva de las grandes multinacionales, terminando con cualquier posibilidad de un desarrollo industrial independiente, que es el único que puede resolver en serio el drama del desempleo en Argentina.

Ninguno de los objetivos anteriores es posible de alcanzar sin terminar con las formas de organización y lucha del movimiento obrero argentino, que saben, es el obstáculo histórico para que puedan pasar todas estas reformas.

Miguel Ángel Punte, el asesor en temas laborales de Milei, plantea abiertamente que “la uberización [del trabajo] es algo inevitable”[2]., y aboga por la rebaja y liberalización de los aportes patronales, quitarle a los empleadores el rol de «agentes de retención» de los aportes sindicales con el objetivo de desfinanciar a los gremios (propuesta que ya fue implementada en Brasil en el gobierno de Temer y que implicó caídas de más del 90% de los aportes de la cuota sindical) , y sobre todo la posibilidad de que las paritarias deben negociarse de acuerdo a las posibilidades de cada empresa. Además afirma que decretaría a la educación y al transporte como servicios esenciales para evitar medidas de fuerza gremiales.

El objetivo que persigue Milei es claro: desfinanciar y quitar poder de fuego a los sindicatos, para naturalizar las formas de trabajo que se han desarrollado en la informalidad y precariedad para reducir el mal llamado “costo argentino”, aprovechando el desprestigio de algunos sectores de la dirigencia gremial, y demonizando a las organizaciones sociales que también han demostrado en todo estos años, capacidad de movilización y fuerza en la calle concreta para defender derechos.

Como veremos, nada de todo lo que se plantea es nuevo en la historia Argentina, ya se probó y las consecuencias aún las seguimos sufriendo en el presente…

A casi medio siglo del inicio de la larga noche de la dictadura, parece oportuno reflexionar sobre los principales objetivos de aquel fatídico proceso que se inició en 1976: por un lado, cortar de raíz al auge de luchas que recorría toda la Argentina y del cual el movimiento obrero fue su principal protagonista, y por el otro, terminar con el proceso de desarrollo industrial que nunca fue prioridad para la oligarquía argentina.

Salirse del plan que las grandes potencias a nivel mundial delinearon para estas latitudes le costó a la Argentina una generación diezmada. Poder emprender un desarrollo autónomo a favor de los intereses de las grandes mayorías es una tarea inconclusa, y es un camino históricamente contrapuesto a los intereses de las minorías que han obstaculizado la posibilidad de su concreción.

A sangre y fuego, la última dictadura militar logró avanzar en este objetivo, imponiendo un modelo económico en beneficio del capital extranjero y la oligarquía. El mismo sueño que durante algunas infames décadas se encarnó en la denominada generación del ’80, de la mano de Julio Argentino Roca y sus campañas de exterminio, que consolidó a la Argentina como el “granero del mundo”. Es el modelo de Argentina para pocos, que cada vez que puede, Javier Milei presenta como el ejemplo a seguir para “volver a ser?” una Argentina potencia mundial… A confesión de parte…

Fue así, que de la mano del inefable ministro de economía José Alfredo Martínez de Hoz, se dio paso a una brutal “apertura económica” que no fue más que la sistemática destrucción de ramas enteras de nuestra industria nacional a partir de la importación indiscriminada de productos manufacturados en el exterior. Y por sobre todas las cosas, el auge de la especulación financiera, a través de la Ley de Entidades Financieras y la Ley de Inversiones Extranjeras (aún vigentes) que fueron el marco legal que hizo posible una descomunal fuga de capitales, el endeudamiento externo, la extranjerización del sistema bancario y garantizó la remesa de divisas a las casas matrices de las grandes multinacionales que hicieron pie en la Argentina a partir de entonces. Se dio inicio así, a un profundo proceso de desindustrialización y reprimarización de la economía argentina, seguido de un peso cada vez mayor de los organismos financieros internaciones y las corporaciones extranjeras en la economía nacional.

Este objetivo histórico de las clases dominantes argentinas, sin dudas, tuvo una segunda vuelta de tuerca en la fatídica década de los ’90, con el inefable decálogo menemista de la reforma del Estado, que avanzó en un proceso de privatizaciones y entrega del patrimonio nacional inédito en la historia.

Por otro lado, avanzar en la desarticulación del movimiento obrero que a pesar de un contexto internacional desfavorable supo enfrentar los planes neoliberales (a diferencia de otros países de Latinoamérica en donde pudieron pasar sin mayores resistencias). El brutal crecimiento de la desocupación y la consecuente precarización de las relaciones laborales, fueron parte de los objetivos del plan de Menem – Cavallo. Sin embargo, no pudo lograrse el objetivo de acabar con la organización sindical y sus conquistas históricas (los convenios colectivos, las paritarias, el sistema jubilatorio, etc). Por el contrario, la necesidad de luchar contra el hambre y la pobreza, dio origen a nuevas formas de lucha, y el surgimiento del movimiento piquetero que los enfrentó en las calles y las rutas.

El padre de esta segundo fase del proceso de concentración y extranjerización económica, fue Domingo Cavallo (el mejor ministro de economía de la historia para Milei), el que diseño el “plan de convertibilidad”, la fórmula ficticia por la cual durante algunos años se pudo contener la inflación pero que terminó abruptamente con el “corralito” (la incautación de los fondos de los ahorristas) y la crisis que terminó estallando por los aires con la rebelión popular de diciembre de 2001 que por primera vez en la historia, mostró un camino para terminar con gobiernos entreguistas al servicio de los dictados del FMI.

Terminada la oleada neoliberal, nuevos vientos recorrieron Latinoamérica. En este proceso, hubo avances y retrocesos, pero en la gran mayoría de los gobiernos “progresistas” de la región no se avanzó en las transformaciones de fondo que hubieran sido necesarias para dar una vuelta definitiva de página. En Argentina se avanzó en conquistas de derechos importantes (la AUH, la recuperación de YPF, la estatización de las AFJP, el aborto, el matrimonio igualitario, la ley de medios, etc) pero no se modificaron las cuestiones centrales que perviven del modelo liberal: el comercio exterior y la banca continuaron en manos extranjeras y la tierra se siguió concentrando y extranjerizando como nunca antes.

Es innegable que ante la coyuntura urge unirse para evitar que expresiones fascistas y de la derecha más reaccionaria, puedan avanzar en sus planes. Para que este tercer intento por dar un nuevo paso para atrás en la historia no se haga realidad. Pero, también es cierto, que el presente de ajuste y sometimiento a los dictados del FMI, hace difícil mostrar una realidad que preanuncie un futuro mejor para los sectores populares. En esto radican los debates que habrá que dar luego en el seno del campo popular, para que alguna vez, los sueños inconclusos que podamos cumplir, sean los de aquellos que pelearon en los orígenes de nuestra patria por hacernos verdaderamente libres e iguales.

[1]https://infosoberana.com.ar/detras-del-leon/

[2] https://www.lanacion.com.ar/politica/la-reforma-laboral-de-milei-indemnizaciones-paritarias-y-el-golpe-que-prepara-contra-los-gremios-nid19082023/

INTERÉS

«La otredad del ser», por Ceferino Namuncurá

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En los límites del universo humano hay más que la nada misma, solo que es el lugar donde la vista debe aguazarse para que distinga, vivimos tan pendientes de los centros que olvidamos la periferia, o más aún, escapamos de las cosas que nos lastiman, por el solo hecho de no sufrir, qué desviamos nuestra mirada cuando allí nos encontramos con los cadaveres que la propia sociedad va dejando en el camino.

Creemos que la valentía es una palabra para honrar héroes, y desde esa perspectiva la vacíanos del contenido verdadero que encarna como concepto de lucha, acción o elección.

La valentía es verbo, es la potencialidad desplegada, no un resabio de un vocabulario estereotipado, la convicción hecha carne, el desamparo de los insignificantes, la blasfemia de los inconsecuentes.

Francisco ha sido por sobre todas las cosas un hombre valiente, que ha roto el patrón de medida, en definitiva el líder que jugó su cuerpo y su espíritu, uno de quienes no sera olvidado, más allá de las diatribas de ocasión.

Los desposeídos, los mendigos, los olvidados, los marginados, los que eligen ser más allá del ser de convención, las mujeres, fueron parte de sus sueños y ensueños por un mundo distinto, tan distinto como Justo y eso ya es un acto de valentía frente a los poderosos.

No soy un hombre de fe religiosa, alejado de los dogmas, que aplatan la razón, que nublan los sentidos o paralizan a los cómodos, vivo un día distinto, con angustia por la pérdida de quien dejó y dejara un legado de humanidad indiscutible.

El mundo seguirá girando, dejará más cadaveres y hermanos en la periferia, pero existe un mensaje indubitable y es el de los hombres probos, que no necesitan demostrar nada, pero que no renuncian a una causa que alguna vez sera de los justos.

Reirán los poderosos, aplaudirán los cómplices, silenciarán los indiferentes, pero la enseñanza es única, y nadie escapa a ella, aún frente a oídos sordos, si nada dejas nada te llevas, ni aún el recuerdo que es miserable para los hombres y mujeres esquivos de ser un ser.

Adiós Francisco.

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INTERNACIONALES

«El factor Trump en el nuevo orden internacional», por Ariel Rolfo

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EL CISNE NEGRO CONTEMPORANEO: TRUMP NO ES UN DESGLOBALIZADOR

Un Cisne Negro se suele referir a un evento inesperado que surge disruptivamente con la realidad vigente. La aparición de Donald Trump en el mundo globalizado es lo que más se le parece.

A partir del surgimiento de la figura de Donald Trump y las implicancias de su impronta politica MAGA ha generado una conmoción geopolitica y geoeconómica importante tanto en EE.UU., el principal nodo territorial de la Globalización, como asi tambien en el resto del mundo por la importancia que reviste EE.UU. en el contexto internacional.

Con la asunción de su segunda presidencia, la cual es muy disruptiva con el orden global vigente, hay una generalizada corriente de opinión que pontifica que esta segunda presidencia es el fin de la Globalización con su emblemático paladín Donald Trump a la cabeza desglobalizado, pero desde mi punto de vista hasta ahora por las medidas instrumentadas daría la impresión que esta visión es un poco exagerada y que los datos de la realidad indican otra cosa.

Donald Trump ha llegado con una agenda politica nacionalista y soberanista que apunta a reindustrializar EE.UU. y recuperar su vieja gloria económica como Estado Nacion Imperial con su consecuente protagonismo en el terreno económico, diplomático y de seguridad global pero dejando de ser el gendarme del mundo con sus costos asociados y dejando de ser el garante de una globalización al servicio de las Elites Economicas Globales con sus instituciones económico-financieras.

A prima facie podemos afirmar que hasta ahora la política de la administración Trump desafía la globalización en su dimensión productiva, comercial e industrial proponiendo aranceles, subsidios, y desacoplamiento de la estructura manufacturera global pero sin embargo, no confronta ni ataca directamente al núcleo del poder estructural de la globalización que son su arquitectura financiera global y los principales sujetos motorizadores de la misma: los oligopolios financieros y sus Megafondos.

En síntesis Donald Trump es un Supremacista Estadounidense (MAGA) que trata de restaurar el Estado-Nacion Imperial EE.UU. en beneficio del pais, de su pueblo con un plan estratégico cuya implementación prepotente será a costa del resto del mundo sin importar los daños ocasionados a terceros paises.

Claramente Donald Trump, a diferencias de los anteriores presidentes de EE.UU., no es un Globalista y con sus acciones de gobierno daña el entramado económico productivo y comercial de la globalización existente, pero por sus medidas gubernamentales hasta el presente no podemos afirmar que su objetivo es la Desglobalizacion sino que su objetivo es la reconstrucción una poderosa nación imperial inspirada en su pasado glorioso.

Para poder respaldar esta tesis trataremos de describir primero la Globalización, posteriormente el Plan Estratégico de Trump (Doctrina Miran: la hoja de ruta del Plan de Trump) y por ultimo arribar a algunas conclusiones.

PRIMERA PARTE: La GENESIS de la GLOBALIZACION

La Globalización como rasgos distintivos generales podemos decir que se caracterizó por la consolidación, como núcleo del proceso, de una estructura oligopólica de las finanzas globales y por la deslocalización productiva de las multinacionales occidentales en el Sur Global, en particular en China y el sudeste asiático.

Progresivamente se fue dando una Financiarización de la Economía donde la base económica principal y la realización de ganancias se basó en la especulación financiera más que en la producción manufacturera.

La conformación del oligopolio financiero global no fue un proceso espontáneo, sino una evolución histórica a lo largo del tiempo articulada por eventos geopolíticos, reformas estructurales y avances tecnológicos:

• Un Marco Conceptual global dominante Neoliberal.

• La hegemonía del dólar: Actúo como moneda de reserva y de referencia global.

• Instituciones internacionales: Como el FMI, el Banco Mundial y la OMC que con su accionar legitimaron y organizan la expansión del capital financiero.

• Revolución tecnológica: Digitalización de los mercados, alta velocidad de transacciones y aparición de derivados financieros complejos.

En el Periodo 1948–1971 predomino un Modelo Productivista-Keynesiano con controles al capital financiero y fuerte intervención estatal.
Existían barreras arancelarias, mercados nacionales protegidos y en el tercer mundo en desarrollo un proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI).

Este mundo conformado por estados nación que tenían sus particularidades políticas, económicas, comerciales y socio laborales es el que cambio, se transmuto en un mundo más homogenizado en esos aspectos lo que permitió que con gran libertad el Gran Capital operara con limitaciones mínimas y con las mismas reglas a escala Global en beneficio de sí mismo pero en detrimento de los pueblos y los estados.

La globalización financiera, tiene sus raíces en los 70 y empieza a ser consolidada desde los albores de los años 1980-1990. La misma se asienta sobre un conjunto de principios y prácticas que buscan la integración de los mercados financieros a escala global, facilitando el libre flujo de capitales y la expansión de empresas transnacionales.

SINTESIS EVOLUTIVA ESQUEMATICA DE LA GLOBALIZACION

(1971–1980) Fin de Bretton Woods y auge del capital financiero
1971: Nixon abandona el patrón oro – Dólar flotante: el dinero ya no tiene respaldo material, lo que facilita la expansión monetaria y la especulación.

1973 –1974: Crisis del petróleo – Estanflación y declive del modelo keynesiano. Se busca “disciplinar” al Estado a través de los mercados financieros.

1970s: Comienza el auge de los eurodólares y mercados offshore donde el sistema bancario europeo y en particular la City Londinense usufructúan esta coyuntura.

(1980–1999) Revolución neoliberal Liberalización y concentración

1979/80 Surge o se impone políticamente el marco conceptual del Neoliberalismo Global a partir de la Revolución Conservadora de la década del 80 del siglo pasado con los gobiernos de Margaret Thatcher y Ronald Reagan.

1986: “Big Bang” financiero en la City de Londres. Se liberalizan los mercados financieros británicos con la desregulación de la Bolsa de Valores de Londres (LSE)

1990s: El Consenso de Washington: Minimizó el papel del Estado en la economía y presionó a favor de una agresiva agenda de libre mercado, desregulación financiera, privatización de empresas estatales, liberalización comercial, libre circulación de capitales y apertura a inversiones extranjeras.

1990s: Expansión de fondos de inversión, banca universal y fusiones financieras. Nacen gigantes como JPMorgan Chase (1996), resultado de fusiones progresivas.

1999: Bill Clinton deroga la Ley Glass-Steagall que separaba la Banca Comercial de la Banca de Inversión. Esto genera más fusiones financieras creando megabancos prácticamente sin límites en su operatoria.

(2000–2007) Apogeo de la globalización financiera y Consolidación del oligopolio

2000: El 80% del comercio internacional se financia en dólares; entidades y bancos de inversión dominan los flujos globales.

2003–2007: Auge de los derivados financieros, hedge funds y titulación de activos hipotecarios.

Aparecen productos como los CDOs (obligaciones de deuda colateralizada) conocidos como los Derivados bajo laxas regulaciones que influyeron en la crisis financiera de 2007-2008.

(2008–2009) Crisis financiera global: Fractura sin ruptura

• Quiebra de Lehman Brothers → Crisis sistémica global.

• El sistema se tambalea, pero se rescata a bancos “demasiado grandes para caer”.

• Concentración adicional: bancos medianos desaparecen o son absorbidos. El poder financiero se concentra aún más.

• Megafondos como BlackRock y Vanguard ganan peso como gestores de activos seguros.

(2010–2020) Consolidación de los “hiperactores” financieros

• Las Big Four (BlackRock, Vanguard, Fidelity, State Street) se convierten en los mayores accionistas institucionales del mundo.

• Interpenetración política y financiera: altos ejecutivos pasan a gobiernos y bancos centrales (ej. Larry Fink, influencias en la Fed y el Tesoro).

• La economía real queda subordinada al retorno financiero, y muchas grandes empresas cotizadas responden a estos fondos.

(2020–2022) Pandemia COVID-19 Intervención estatal pro-mercado

2020: Crisis económica global: Bancos centrales expanden liquidez masivamente (QE – Expansión Cuantitativa). La QE busca aumentar la cantidad de dinero en circulación, lo que puede ayudar a aliviar la escasez de liquidez que a menudo se produce durante una crisis.
La QE consiste tambien en que los bancos centrales compran activos financieros, como por ejemplo bonos o acciones basura para el salvataje de los Mega bancos, inyectando así dinero en el sistema y buscando reducir los tipos de interés y estimular el crédito.

2021 Consenso de Cornualles: Revitalización del papel interventor del Estado, en particular en la economía, en una operación de salvataje de entidades financieras de envergadura.

Wall Street se recupera más rápido que Main Street: las empresas financieras se fortalecen más que las productivas.
BlackRock es contratado por la Reserva Federal para gestionar compras de activos, lo que confirma su papel como actor cuasi-estatal.

(2022–2024) Crisis energética, inflación y nacionalismo económico
• Guerra en Ucrania, sanciones a Rusia y disrupciones globales (económicas, comerciales, financieras, etc) llevan a una revalorización de soberanías económicas.

• Se cuestionan las cadenas globales de valor hiperintegradas.

• Se promueve desde EE.UU. el re-shoring (relocalización en territorio de EE.UU. de empresas off-shore)

• Estados refuerzan controles sobre inversiones y sectores estratégicos, aunque sin desafiar el poder estructural del capital financiero.

DOS RASGOS CENTRALES DE LA GLOBALIZACION: FINANCIERIZACION Y DESLOCALIZACION

A) FINANCIERIZACION DE LA ECONOMIA: EL NUCLEO DE LA GLOBALIZACION

En función esta pequeña Síntesis Evolutiva Esquemática de la Globalización podemos decir que la misma, especialmente desde finales del siglo XX, ha estado caracterizada por la preeminencia de un Núcleo del Proceso protagonizado por los Grandes Oligopolios Financieros que operan a nivel transnacional, facilitando el libre flujo de capitales y promoviendo políticas de desregulación.

Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la presidencia en 2017 y su reelección en 2025 han introducido dinámicas que cuestionan este modelo. Su enfoque ha enfatizado el papel del estado nación como factor de poder, el nacionalismo económico y el proteccionismo, buscando redefinir la posición de Estados Unidos en la economía global como un sujeto politico y no como un objeto que es en última instancia la herramienta del Gran Capital Financiero.

1.Características del Sistema Globalizado

• Concentración de poder financiero: Un número reducido de bancos, fondos y aseguradoras controlan volúmenes masivos de capital y activos. Esto constituye un oligopolio financiero.

• Interconexión global: Las grandes entidades operan en múltiples jurisdicciones, facilitando inversiones transnacionales, arbitraje regulatorio y acceso global al crédito.

• Desvinculación del capital y el trabajo: A diferencia del capitalismo industrial, donde la inversión seguía la lógica productiva, en la globalización financiera prima la lógica especulativa: el valor se genera más por movimientos de capital que por producción de bienes.

• Supremacía de los accionistas e inversores institucionales: Las decisiones corporativas se subordinan al retorno financiero de los inversores, especialmente grandes fondos.

2. Mecanismos de funcionamiento del Sistema

• Mercados bursátiles globales: Son la infraestructura central para la valorización de activos y la especulación.

• Fusiones y adquisiciones: Permiten aumentar la concentración económica.

• Plataformas Legal Financieras facilitadoras y motorizadoras de la oligopolizacion económico-financiera como por ejemplo la City de Londres que es la principal de ellas.

• Paraísos fiscales: Facilitan la elusión fiscal y el movimiento opaco de capitales.

• Lobby financiero transnacional: Influye en legislaciones y normas regulatorias, debilitando mecanismos de control estatal.

• Agencias de calificación: Otorgan legitimidad a la deuda y configuran riesgos según intereses de los emisores dominantes.

 

B) DESLOCALIZACION PRODUCTIVA

Con la crisis del petróleo de 1973/74 que produjo el encarecimiento de los combustibles y la energía lo que sumado a la inflación y el costo de la mano de obra en los paises centrales llevo progresivamente a la crisis del modelo manufacturero fordista-keynesiano de los años 70 en los paises desarrollados. Ante esta coyuntura el capital corporativo decidio la deslocalización off shore de la infraestructura industrial y manufacturera en paises periféricos.

Estas decisiones fueron para que el sector capitalista manufacturero pudiera restaurar su tasa de ganancia. Lejos de ser un ajuste técnico, la deslocalización masiva de fábricas fue una estrategia deliberada que las trasladó al Tercer Mundo, al Sur Global, a países con mano de obra barata, escasa regulación laboral y disciplinados por la deuda externa, el FMI y el BM o con gobiernos totalitarios que guio el proceso con mano de hierro como en China.

La globalización no fue un fenómeno espontáneo, sino una ofensiva del capital transnacional para seguir acumulando ganancias a costa de los pueblos y de los estados. En EE.UU., esto significó la desaparición de millones de empleos, el vaciamiento de ciudades enteras y el colapso del tejido sindical. El «cinturón industrial» —Ohio, Michigan, Pensilvania— se convirtió en el «cinturón del óxido». El Gran Capital impuso su lógica economicista rentista por sobre cualquier otra consideración.

En este cuadro geoeconómico actual la Administración de EE.UU. en boca de su vicepresidente JD Vance hablan del Fracaso de la Globalización.
El vicepresidente Vance afirmó que el propósito de la globalización era mantener en la cadena de valor transnacional a los países ricos en la cima y a los pobres en la dependencia, donde los periféricos realizarían las tareas manufactureras simples mientras que los paises desarrollados mantendrían las funciones de agregado de valor más sofisticadas.
Sin embargo China rompió ese esquema lo que, según su visión, significó el fracaso del modelo global. Una declaración que deja en evidencia cómo las potencias diseñaron el sistema donde ahora se inquietan y quieren desecharlo cuando las reglas ya no les favorecen.

El relato oficial tambien oculta algo esencial: presenta la decadencia industrial de EE.UU. como una supuesta «ineficiencia» frente a la competencia extranjera desde la periferia, China y sudeste asiático, pero en realidad oculta que el mundo desarrollado y EE.UU. en particular han sido víctimas de una estrategia económica, productiva comercial de sus propias Elites Economico-Financieras.

En este escenario el ‘America First’ de Donald Trump prometía y promete restaurar la infraestructura manufacturera en territorio norteamericano y la soberanía industrial, pero un punto importante de fricción es que esto choca contra la realidad: una economía productiva ya estructurada globalmente e interdependiente con líneas logísticas de suministros funcionales, la carencia contemporánea en EE.UU. de suficientes Recursos Humanos con mano de obra calificada y tambien en cierta medida un Oligopolio Capitalista que no está dispuesto a sacrificar rentabilidad.

El anhelo de «soberanía industrial» choca con las cadenas de valor que el propio capital estadounidense ayudó a construir durante décadas para explotar a la periferia. El EE.UU. de Donald Trump podrá presionar con aranceles y condicionamiento para el ingreso de productos extranjeros en el mercado americano, pero no podrá soslayar el encarecimiento de productos e insumos, la respuesta contundente de China y la resistencia de aliados históricos o del resto del mundo que con contramedidas arancelarias dificultaran el éxito del plan económico en marcha del Hegemon Americano.

SEGUNDA PARTE: DOCTRINA MIRAN, LA HOJA DE RUTA DEL PLAN DE TRUMP

Stephen Miran es el asesor económico más importante y menos conocido del nuevo presidente estadounidense. Su Plan es la pieza clave del proyecto imperialista de Trump.

Su programa consiste en provocar la disrupción del orden comercial internacional para resolver las contradicciones internas del capitalismo estadounidense con una idea fija: transformar los Acuerdos del Plaza por los Acuerdos de Mar-a-Lago (complejo residencial Trump).

El Acuerdo del Plaza fue un acuerdo conjunto firmado en 1985 en el Hotel Plaza de Nueva York entre Francia , Alemania Occidental , Japón , el Reino Unido y Estados Unidos para depreciar el dólar estadounidense frente al franco francés , el marco alemán , el yen japonés y la libra esterlina mediante la intervención en los mercados de divisa.

La devaluación del Dólar se justificó para reducir el déficit de cuenta corriente estadounidense, que había alcanzado el 3,5% del PIB, para mejorar la competitividad de economía estadounidense y para ayudar a su base industrial a salir de una grave recesión que comenzó a principios de la década de 1980

Fundamento Ideológico y Diagnóstico del Problema

La Doctrina Miran se basa en una visión crítica del orden económico global dominado por el dólar como moneda de reserva.

Identifica tres efectos negativos clave de esta hegemonía monetaria para EE. UU.:

• Sobrevaloración estructural del dólar, que reduce la competitividad de las exportaciones estadounidenses.

• Desindustrialización persistente, debilitando el aparato productivo y, por ende, la seguridad nacional.

• Déficits por cuenta corriente y deuda externa creciente, resultado del rol de EE. UU. como proveedor global de activos de reserva.

Objetivos Estratégicos

La doctrina propone reconfigurar el orden comercial y monetario internacional para resolver las contradicciones internas del capitalismo estadounidense. Esto incluye:

• Revitalizar la base industrial como pilar de la potencia económica y militar.

• Hacer que los socios comerciales compartan el «costo del liderazgo global» de EE. UU.

• Aumentar el margen de maniobra fiscal sin recurrir al endeudamiento interno excesivo.

1. Herramientas Políticas Clave

Aranceles como instrumento geoeconómico

• Los aranceles no se conciben solo como medida proteccionista, sino como palanca negociadora para forzar acuerdos de revaluación de monedas (los llamados “Acuerdos de Mar-a-Lago”).

• Se argumenta que los aranceles pueden ser no inflacionarios si provocan la depreciación de la moneda del país afectado.

• El objetivo no es solo reducir importaciones, sino tambien obtener ingresos y ventajas estratégicas (como imponer tributos externos para financiar el gasto federal).

2. Manipulación y Realineación Cambiaria

• Promueve una política de dólar más débil, para recuperar competitividad manufacturera.

• Se plantea negociar multilateralmente devaluaciones del dólar y revaluaciones de monedas extranjeras, recreando el espíritu de los Acuerdos del Plaza (1985).

3. Instrumentos Financieros Imperiales

• Se propone la emisión de bonos del Tesoro a 100 años como forma de trasladar el costo del endeudamiento a bancos centrales extranjeros.

• El acceso a la liquidez en dólares estaría condicionado al alineamiento geopolítico, reforzando la lógica de “tributo imperial” bajo la Pax Americana.

En síntesis podemos decir que el Plan Miran es una estrategia de dominación en clave neomercantilista

La Doctrina Miran representa un giro neomercantilista y unilateralista, que busca preservar la supremacía estadounidense no a través del mantenimiento del orden global Neoliberal, sino a partir de su reformulación coercitiva.

Propone externalizar el costo de las contradicciones del capitalismo estadounidense sobre el resto del mundo, revirtiendo la globalización en términos favorables a una reindustrialización selectiva de EE. UU.

Implementación de Políticas Proteccionistas:

«Liberation Day» y aranceles generalizados: El 2 de abril de 2025, Trump proclamó el «Día de la Liberación», anunciando un arancel base del 10% sobre todas las importaciones, con tarifas adicionales para países específicos, como un 34% para China y un 20% para la Unión Europea. En algunos casos como el de China el arancel siguió escalando en una guerra de aranceles declarada.

Impacto en el modelo de globalización:

Reconfiguración de cadenas de suministro: Estas políticas han incentivado a empresas a reconsiderar sus cadenas de suministro, buscando relocalizar la producción en Estados Unidos para evitar aranceles, lo que podría disminuir la interdependencia económica global.

Respuesta de socios comerciales: Países afectados han implementado represalias arancelarias, lo que ha llevado a una fragmentación en las relaciones comerciales internacionales.

Conclusión Parcial:

Si bien las acciones de Trump no han desmantelado el modelo de globalización, han introducido modificaciones significativas que desafían la estructura tradicional productiva dominada en última instancia por oligopolios financieros, promoviendo un enfoque más nacionalista y menos interdependiente.

Trump impulsa una agenda nacionalista y soberanista. Esto implica:

• Rechazo de acuerdos comerciales multilaterales.

• Críticas a instituciones supranacionales (OMC, ONU, FMI).

• Retórica de “America First” que enfatiza recuperar soberanía industrial y comercial.

Cabe preguntarnos aquí en función de su Plan Estratégico y las medidas implementadas: ¿Ha roto Trump con el modelo de globalización centrado en los grandes oligopolios financieros desde el inicio de su segunda presidencia?

Trump con sus medidas moduladas por su Hoja de Ruta, el Plan Miran, desafía y cuestiona la arquitectura comercial-productiva de la globalización, pero no su base estructural financiera.

Trump genera complejidades y turbulencias en el terreno financiero pero no desafía directamente a Wall Street ni a sus actores institucionales principales ni propone una reforma del sistema financiero o el sistema impositivo que ha beneficiado a las grandes élites económicas, inclusive en su primer gobierno.

CONSECUENCIAS ECONOMICAS FINANCIERAS DE LA IMPLEMENTACIÓN DEL PLAN TRUMP

Reconfiguración productiva vs. capital financiero

• Trump desafía la dimensión productiva del sistema global: quiere traer de vuelta industrias a EE.UU., imponer aranceles, reducir déficit comercial, proteger empleos industriales.

• Pero esto no afecta directamente al capital financiero transnacional, cuya rentabilidad no depende de la localización de la producción, sino de la especulación y el control de activos.

Reorganización de cadenas globales

• Al encarecer importaciones y fomentar la relocalización industrial, se altera el mapa de las cadenas globales de valor.

• Esto puede generar efectos indirectos en la rentabilidad de empresas donde los fondos financieros tienen inversiones, pero no necesariamente reduce su poder estructural.

Tensión entre intereses industriales vs. Financieros

Algunas medidas de Trump (aranceles, subsidios industriales, intervención en comercio) benefician a sectores productivos, pero pueden contrariar intereses financieros globales que priorizan la eficiencia transnacional.

No hay ataque estructural a Wall Street

A diferencia de líderes que han propuesto reformas profundas (como Elizabeth Warren o Bernie Sanders), Trump no plantea romper los oligopolios financieros ni imponer regulaciones sistémicas.
No se ha propuesto por ejemplo:

• Restaurar la Ley Glass-Steagall.

• Regular los fondos de inversión.

• Imponer un impuesto a las transacciones financieras.

• Desmantelar paraísos fiscales.

• Generar un nuevo Sistema Impositivo que intensifique la presión fiscal sobre las grandes empresas o mega actores financieros.

Por todo esto reiteramos que su agenda explicita y sus acciones de gobierno hasta ahora Donald Trump no representa una amenaza estructural a la arquitectura financiera global ni se plantea un ataque al núcleo del poder de la globalización que son los Grandes Oligopolios Financieros.

TERCERA PARTE: CONCLUSIÓNES GENERALES

• La estructura tradicional de la globalización financiera se basa en la hegemonía de un oligopolio transnacional de entidades financieras que concentran capital, influyen en políticas públicas y promueven una economía orientada principalmente a la especulación y la toma de ganancias, no a la producción.

• Esta red está dominada por un núcleo duro de Mega instituciones (Mega Fondos de Inversión) , la mayoría con sede en EE.UU., que controlan decenas de billones de dólares en activos y tienen capacidad de incidencia geopolítica.

• La globalización, especialmente desde finales del siglo XX, ha estado caracterizada por la preeminencia de estos grandes oligopolios financieros que operan a nivel transnacional, facilitando el libre flujo de capitales y promoviendo políticas de desregulación. Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la presidencia en 2017 y su reelección en 2025 han introducido dinámicas que cuestionan este modelo. Su enfoque ha enfatizado el nacionalismo económico y el proteccionismo, buscando redefinir la posición de Estados Unidos en la economía global.

• Las políticas de Trump (2025) podemos decir que desafían esta arquitectura en su componente comercial – productivo, pero aún no representan una amenaza estructural al poder de estos actores financieros, aunque podrían generar fricciones si persisten tensiones con la Reserva Federal, la UE o China.

La tensión política puede escalar si:

o Trump intenta subordinar la Reserva Federal a objetivos políticos.

o Se agravan conflictos con la UE o China que afecten la arquitectura financiera global.

• Transformación del modelo de globalización: Las acciones de Trump han introducido cambios significativos en su faz productiva hacia un enfoque más proteccionista y nacionalista, desafiando la estructura tradicional manufacturera de la globalización modulada por los oligopolios financieros.

• La política de Trump desafía la globalización en su dimensión comercial e industrial, proponiendo aranceles, subsidios, y un desacoplamiento con la estructura manufacturera global y sus líneas logísticas de suministros.
Sin embargo, a pesar de turbulencias financieras, no confronta ni ataca directamente a la base estructural del poder que son los oligopolios financieros como por ejemplo BlackRock, Vanguard, JP Morgan, etc.

• Impacto en el sector financiero: Las medidas implementadas han generado inestabilidad en los mercados y han afectado negativamente a sectores clave, aumentando el riesgo de una desaceleración económica.

• Si las políticas actuales se mantienen, es probable que se observe una mayor fragmentación en el comercio internacional y una reconfiguración de las cadenas de suministro. El sector financiero deberá adaptarse a un entorno más volátil y a cambios en las dinámicas de inversión y comercio global.

Palabras Finales

En primer lugar lo que hay que remarcar es que el precedente es un análisis parcial de la realidad que se basó casi exclusivamente en tratar de explicar y dimensionar la incidencia disruptiva en términos geopolíticos y geoeconómicos que tiene EE.UU. en el mundo global con la actual Administración de Donald Trump. Este fue el objetivo principal del análisis.

Para tener una comprensión o un análisis más integral de la evolución del pretérito mundo neoliberal unipolar globalizado hacia el mundo multipolar contemporáneo habría que contemplar dentro del análisis la incidencia que tienen la accion de otros actores relevantes que tambien inciden en su evolución como por ejemplo la Comunidad Económica Europea, el Sur Global, Rusia, China y los BRICS

Lo expuesto anteriormente tambien es solo es un análisis y apreciación subjetiva respecto de los eventos actuales a la luz de las medidas y acciones de la segunda administración Trump, donde tambien hay que considerar que estas solo son las primeras imágenes de una película que empezó pero que todavía no termino, lo que nos depara el futuro dependerá de la evolución futura de los acontecimientos.

Lo importante de es evaluar aquí es que el poder globalizador, su núcleo de poder oligopólico y sus sujetos financieros siguen detentando a nivel global una injerencia operativa importante y que ademas el mundo multilateral con regulaciones económico comerciales de las instituciones supranacionales de la globalización todavía en cierta medida sigue vigente con sus respectivas modificaciones y particularidades regionales como en el caso de los BRICS, la Comunidad Económica Europea o China con su Ruta de la Seda como emblema.

Ariel Rolfo

Algunas Fuentes y Referencias

https://www.hudsonbaycapital.com/documents/FG/hudsonbay/research/638199_A_Users_Guide_to_Restructuring_the_Global_Trading_System.pdf

https://agendapublica.es/noticia/19734/doctrina-trump-estas-son-medidas-impulsa-su-principal-asesor-economico

https://actualidad.rt.com/opinion/carmen-parejo/546659-fabrica-clase-obrera-estadounidense

https://www.facebook.com/watch/?v=1888106298600037 (Video JD Vance)

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OPINIÓN

«De lo efímero a lo sublime», por Mario Mazzitelli

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Quizás esto que pueda escribir hoy, ahora, en este minuto; resulte más efímero que un suspiro, que una hoja cayendo en otoño o apenas la gota perdida en una lluvia torrencial.

Quizás no pueda explicarme por qué me impactó la muerte del Papa Francisco. Jorge Bergoglio, antes. Un argentino. Un fruto tardío para las nacionalidades más antiguas. Nuevo en algún sentido. Particular sin duda. Lo extraño parece ser lo universal de esta individualidad.

Cristiano, sin duda. ¿Quién habrá sido Cristo? ¿Cómo habrá sido Cristo? ¿Cuántos Cristos han pasado a lo largo de la historia? ¿Vive en cada uno de nosotros un Cristo? ¿Fue una semilla sembrada por la iglesia o es que en lo más recóndito del espíritu, Cristo vive en nosotros?

Lo insondable del alma humana resulta en un misterio inaccesible, resuelto siempre con la simplificación, la sencillez y el desparpajo. ¿De qué otra manera podríamos sobrellevar la vida?

En el transcurrir de nuestra existencia la muerte nos va golpeando. Cerca, a veces. Lejos, en otras oportunidades. Pero siempre presente. Hasta que su presencia se nos va haciendo cotidiana y le perdemos el respeto. En algún sentido. Ya no nos llama tanto la atención. Sobrevivimos a la muerte natural de las personas, de los animales o las plantas, con las que nos encariñamos. Y sobrevivimos a las muertes por accidentes, por violencia de cercanía o las que vienen de la guerra. Siempre sobrevivimos.

Pero un día la muerte nos llama un poco más la atención. Nos sugiere otra lógica. Solo la vida da vida. La muerte la apaga. Pero hay personas que al morir despliegan como un amplio abanico de estrellas, de semillas, de luces. Es que han sembrado vida a lo largo del camino y han derrotado a la muerte. Incluso antes de que ella llegue. Por eso hay personas que parecen no morir. Porque no pueden morir en medio de tanta vida.

Algunos sostienen que los seres humanos somos una especie en vías de extinción. ¿Será? ¿Será auto extinción? Lo ignoro. Solo sé que hay seres que luchan por el buen vivir en el único tiempo y espacio que les ha tocado. Y que dentro de esos seres, en el siglo XXI, no veo otro que haya hecho tanto como el Papa Francisco ¿Será por eso que me impactó su muerte? ¿Qué ya empiezo a notar su ausencia? ¿Qué yo, tan lejos de la Iglesia, ya empiezo a extrañarlo?

Nada más efímero que estos comentarios. Que se borrarán antes de que alguien termine de leerlos. Nada más sublime que una vida entregada por amor a defender la vida. En todas las dimensiones y en todas las diversidades.

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