Cuando yo tenía unos 8 años, mi Viejo, El Cholo Chervo, me llevó a mí primer reunión Peronista, que en realidad era una asamblea de la UOM, en la cual el principal orador fue el Santafesino, nacido en Alcorta, José Ignacio Rucci.
Eran todas caras conocidas, estaban dos de mis tíos, varios vecinos, compañeros de mí papá que solía ver en las reuniones familiares, de tal manera que para mí todo era normal, sacando algunos detalles que con el tiempo entendí, que fui conectando en el significado, caso de los bombos, caso de los carteles, caso de una palabra que leía por primera vez, debajo de un dibujo de la cara de Rucci, que era CONDUCCIÓN.
Estábamos medio al costado del salón, pero cuando llegó José y su comitiva, me escapé al frente y me senté en el piso, para ver y escuchar mejor.
Desde ese lugar pude ver detalles y oler cosas nuevas, como el caso de los aceites de las armas que le llamaban itacas, que eran unas escopetas sin culatas, fáciles de transportar por los custodios de los políticos de la época, que estaban transitando una época de violencia cruzada, que tantas vidas se llevó.
Pero lo que no puedo olvidar es el timbre de voz de Rucci, y el contenido de su discurso, que estaba orientado para que el auditorio comprenda que ese tiempo violento, de desencuentros entre Argentinos, tenía una sola salida, el acuerdo político……
Renglones anteriores destaco la palabra conducción, que era la primera vez que leía con mis 8 años, que con el tiempo entendí en su plena significación, sobre todo cuando Perón dice, “el conductor es quien interpreta el sentir de lo que el Pueblo quiere”…
Es más que evidente que en estos tiempos electorales viene de cambios y seguramente ya la política debe haber servido un plato más en la mesa del poder, no solo a nivel nacional, sino que lo deben poner en las políticas por el poder en las provincias y los municipios, lo cual recreará un nuevo mapa para los próximos años en la división del poder Argentino.
Por lo que vemos la ola Mileisista, moverá cuotas de poder que parecen intocables, que han custodiado los intereses de los trabajadores en relación de dependencia, que como en mí caso, cubrió el sistema, desde que nací, que tengo mí carnet de la UOM, hasta que sepulté a mí Viejo, en un panteón que también lo adquirimos por el sistema, que Milei habla mal.
En el medio, de mí historia, hijo de un obrero metalúrgico, gracias al gremio, luego de un accidente de trabajo sufrido por mí padre cuando yo tenía 4 años, le salvó la vida el sistema de obras sociales, pero no solo eso, por haberse quemado en gran parte de su cuerpo, le querían cortar un brazo y una mano, y el sindicato, se impuso y lo llevaron al instituto del quemado a CABA, en donde luego de un año, le salvaron el brazo, la mano, y volvió a su trabajo habitual, y sobrevivió 44 años más a esos hechos y murió por una infección hospitalaria, luego de salir bien de una operación, casi normal para estos tiempos.
Entonces cuando Milei, dijo el domingo por la noche, en forma casi burlona, que no tenían valor los dichos de Evita, que en donde hay una necesidad, nace un derecho, entonces me quedé esperando que quienes se presentaron por el Peronismo, retruquen esas palabras, y en la madrugada del lunes nada paso.
Claramente cuando analice los cuatro que estaban en el escenario luego de la derrota, fui entendiendo, pues uno era alfonsinista, otro de los movimientos sociales cristianos, otro de origen marxista y otro de origen ucedé, cosa que no me sorprende, pues Perón, dejó dicho también, que al final los conversos terminan siendo los más leales, pero me faltó una impronta verdaderamente, doctrinariamente Peronista.
Por todo esto creo que ante las ideas de Milei, de reformar el sistema sindical, que me suena mucho a 1984, a Antonio Mucci, y su intento frustrado de Ley, quien fuera afiliado a las artes gráficas siempre distante de Juan Perón, y que Alfonsín convocó para su intento, muy similar a lo que puede venir con Milei.
En realidad quiso hacer un incendio del país, en el área de las relaciones laborales, por una cuota de pocos pesos, que ni siquiera pagan los patrones, lo cual terminó como terminó, unió como nunca al movimiento obrero argentino, detrás de un lúcido Lorenzo Miguel, Saúl Ubaldini, Diego Ibañez, quienes lideraron la vuelta del Peronismo al poder.
A diferencia de esas épocas, hoy día se ha avanzado en convenios internacionales, que tienen rango de valor constitucional, cosa que supongo, Milei y sus asesores, deben saber.
Por eso digo que el Movimiento Obrero, la CGT, la próxima unificación de las 62, deben prepararse para una lucha que los tendrá de protagonistas, no inadaptados de la época y de los nuevos tiempos, de las nuevas tecnologías, de los nuevos modos, pero sí, firmes en el respeto del trabajador, de su familia, de su formación profesional, que den dignidad, cosa que sí nos enseñó Perón a defender.