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OPINIÓN

Fenomenología de los pobres que votan contra sí mismos por Clodovaldo Hernandez

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Las escenas de un programa cómico del siglo pasado, Cheverísimo, ahora revividas en plataformas de streaming y redes sociales, muestran a un señor andrajoso (aunque con una ostentosa bufanda) en el escenario de un ranchito, hablando con las ínfulas de un magnate en su mansión del Country Club. «Nosotros, los ricos, somos así», decía el personaje encarnado por el talentoso comediante Jorge Tuero, mientras retumbaban las carcajadas para recalcar la evidente contradicción, la clara incoherencia de su discurso.

Se ríe uno con estas ocurrencias, ¿pero, cuánta gente hay que actúa como ese personaje? Da la impresión de que cada vez son más numerosos los individuos a quienes en jerga marxista se les debe llamar desclasados, esos a los que “lo único que les falta para ser millonarios es la plata”, según decía mi viejo amigo Radamés Larrazábal.

Ahora bien, una cosa es que todos conozcamos a alguien así en nuestra cotidianidad y otra es constatar que cada vez es más frecuente el hecho de que la mayoría electoral –y pobre- de un país vote por el candidato que representa los intereses de los más ricos y promete abiertamente acabar con cualquier indicio de justicia social, es decir, que se propone quitarles a los más desfavorecidos hasta las migajas que el sistema les ha dejado tener o que han conquistado luego de muchas luchas y sacrificios.

Parece inexplicable la tendencia de los sectores populares a arrojarse por precipicios, apoyando a candidatos y partidos que plantean erradicar hasta los precarios programas de asistencia social existentes. Se trata de una actitud contraria incluso al instinto de conservación y supervivencia, pues los protagonistas son personas cuyas posibilidades de alimentarse, educar a sus hijos, tener acceso al sistema de salud y a los servicios públicos dependen, en gran medida, de un Estado con algún grado de inquietud social, aunque esta sea netamente utilitaria.

En estos casos surge la tendencia a culpar a las masas por su falta de conciencia de clase. Pero, vista la recurrencia de estos fenómenos y sus características cada vez más toscas, hay que dedicarle tiempo a pensar en cuáles son sus causas. Hagamos acá una aproximación empírica a una de ellas: la imposición ideológica del capitalismo.

Dominio del significado, del relato

Una de las razones del florecimiento de esta actitud autodestructiva es el triunfo de las estrategias de adoctrinamiento de los poderosísimos aparatos ideológicos del capitalismo hegemónico global y sus respectivas franquicias en cada país, las oligarquías y burguesías nacionales.

Iglesias, instituciones educativas, medios de comunicación, industria cultural, agencias de publicidad y mercadeo y, más recientemente, las empresas dueñas del mundillo digital y de redes han trabajado durante décadas en procura del mismo objetivo: manufacturar pobres de derecha, el mejor invento del capitalismo, perfeccionado en la dantesca etapa neoliberal.

La colonización de las mentes del proletariado, el campesinado y la pequeña burguesía (dicho, de nuevo, en jerga marxista) ha sido realmente efectiva. En cualquier parte de nuestras ciudades y campos se encuentran personas pertenecientes a estos estratos sociales, pero que defienden con furor las ideas dominantes.

No es un fenómeno del todo nuevo. En los años 60, 70 y 80 era común que gente de los barrios marginales de Caracas, residentes de viviendas precarias, sin servicios públicos, con ingresos apenas suficientes para sobrevivir afirmaran que no votarían por José Vicente Rangel, Héctor Mujica, Teodoro Petkoff u otros líderes de izquierda porque “si aquí llega un comunismo y tienes dos pares de zapatos, te quitarán uno y si tienes dos camisas, te quitarán una”.

Lo dramático es que algunas de las personas que decían esto eran tan desposeídas que no tenían ni siquiera ese emblemático par de zapatos empleado en su repetido ejemplo. Se las arreglaban con chancletas de plástico o alpargatas, pero preferían creer en que algún día tendrían muchos codiciados bienes y, entonces, no iban a permitir que se los arrebataran los comunistas.

Esa base ideológica fue apuntalada por el liderazgo de Rómulo Betancourt, un dirigente que abrigó originalmente ideas de izquierda (como puede comprobarse en el documento llamado Plan de Barranquilla), pero que se transformó en furibundo anticomunista, destacado agente del macartismo en Latinoamérica.

Ese primer fundamento doctrinario tendría a partir de los años 80 una oleada brutal, casi un tsunami. Con el auge de los planteamientos neoliberales ya no solo se cuestionaba a los hipotéticos gobiernos comunistas o socialistas, sino que se iba mucho más allá y se censuraba el “gasto social” de los gobiernos socialdemócratas, socialcristianos y afines, estigmatizándolo como una secular mala práctica de nuestras sociedades, una de las razones del subdesarrollo que sufrimos. Se le sembró a los pobres y clasemedianeros la creencia de que ellos no eran trabajadores explotados y excluidos, sino una legión de pedigüeños que esquilmaban al Estado y hacían imposible el crecimiento económico, desiderátum de la religión neoliberal.

Como es muy complicado poner a las personas a culparse a sí mismas, se ha optado por señalar que las sanguijuelas del Estado son otros: los vagos, maleantes, mantenidos, chulos, una definición que cada quien identifica con aquel que sea más pobre que él mismo o ella misma. Es decir, que el de clase media alta apunta el dedo acusador hacia el resto de la sociedad; el de clase media baja lo hace hacia los más necesitados; y los que viven en ranchos en terrenos inestables acusan a los que no tienen absolutamente nada. Es un genial desvío del foco de atención porque de esa forma nadie culpa a los dueños del capital, que –está comprobado científicamente- han sido, junto a sus respectivas clases políticas, los verdaderos grandes vagos, maleantes, mantenidos y chulos, tanto en la IV como en la V República.

El individualismo como arma

La ideología neoliberal se ha implantado en las mentes de los proletarios estimulando de manera permanente el egoísmo, la egolatría, el individualismo. Por ejemplo, en el plano laboral, esto ha sido obvio. En las empresas donde había contratos colectivos, fueron desmontados mediante la oferta de convenios individuales. El argumento de “tú no eres un trabajador del montón, no tienes por qué ganar lo mismo que los otros”, resultó un arma cautivadora, irresistible para la mayoría, e hizo implotar a sindicatos y gremios.

[En el sector periodístico tenemos una amarga experiencia en eso, pero ese es otro tema].

Una vez desarticulada la organización sindical, los patronos pudieron acometer impunemente recortes en las plazas de empleo, en los salarios y otras prestaciones y presionar a los trabajadores a laborar más horas y a exigir menos.

En su más reciente fase, el capitalismo ha convencido a los trabajadores para que se exploten a sí mismos, mediante subterfugios como la tercerización, la “uberización” y la emprendeduría. Es el paraíso del propietario: una empresa con empleados, pero sin costos laborales. Y es el paraíso para el sistema dominante: un mundo donde los obreros se creen empresarios.

El populismo como villano

Uno de los grandes inventos en la batalla por el dominio del relato, de la narrativa, es la condena al populismo. El término comenzó identificando a grandes partidos de masas y a líderes carismáticos y, no pocas veces, demagógicos. Pero luego se ha extendido a toda aquella política pública que favorezca a los más necesitados.

Yendo a la raíz etimológica se descubre que cuando se sataniza al «populismo», en realidad, se abomina al pueblo, igual que cuando se condena al socialismo, el cuestionamiento va contra todo lo que tenga un enfoque social; cuando se denigra del comunismo, en verdad se está abarcando a todo lo que huela a espíritu colectivo, común; y cuando se demoniza al estatismo, en realidad, los dardos van contra la institucionalidad del Estado-nación.

En los años 90, mientras fraguaba el mundo unipolar postsoviético, partidos políticos de diverso signo (liberales, conservadores, socialdemócratas, democristianos y hasta los socialistas light) procuraron adaptarse a los nuevos tiempos con propuestas como aquellas del tercer camino, la economía social de mercado, el capitalismo con rostro humano y “tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario”, un montón de intentos vanos de ponerle anestesia a una brutal regresión histórica.

A partir de cierto momento, las fuerzas ultraneoliberales desplazaron a todas las que planteaban esas medias tintas. Se ha llegado al extremo de plantear que ni la educación ni la salud deben ser sostenidas por el Estado, sino que cada quien debe procurársela, una idea que nos retrocede varios siglos en esos campos. Y de nuevo, lo más impactante es que esa propuesta encuentre votos entre quienes dependen de la sanidad pública para atender cualquier problema de salud de sus familias; y entre quienes han cifrado en la educación gratuita de sus hijos las esperanzas de la redención social.

El más reciente de estos casos, el de Argentina, es una demostración digna de un libro de texto. Gente de las villas (los barrios pobres) y jornaleros de los campos han dado su respaldo al engendro político que promete dejarlos sin servicios públicos, sin hospitales ni escuelas estatales, sin subsidio de transporte, sin ninguna protección laboral, es decir, privarlos de todo lo que les ha otorgado, hasta ahora, la leve esperanza de sobrevivir y de que sus hijos dejen de reproducir la pobreza.

En Venezuela, una organización de estudiantes de la Universidad Central, celebró la victoria de Javier Milei en Argentina, a sabiendas de que ese presidente electo es contrario a la educación pública gratuita y ha jurado que acabará con ella.

Parece una actitud incoherente, pero no lo es tanto porque si se hace una somera revisión se comprobará que la mayoría de esos muchachos llegaron a las universidades públicas gratuitas luego de estudiar toda su vida en colegios privados, algunos de ellos de alta gama. Si a Venezuela llegara un émulo de Milei y privatizara la UCV, ellos podrían seguir estudiando sin problemas y hasta más felices porque no tendrían la compañía de la chusma igualada.

Sí es incoherente, en cambio, la postura de los estudiantes provenientes de familias pobres o de clase media baja que suscriben esas congratulaciones. Una prueba más del profundo lavado cerebral al que ha sido sometida la sociedad toda en estos años de hegemonía capitalista.

La fábula del progreso para todos

En la satanización de los subsidios y los programas de asistencia social se usa una tesis muy engañosa: esos subsidios y programas son la causa del mal funcionamiento de la economía, entonces, si se suprimen, el país prosperará y todos saldrán favorecidos.

Lo pintan como si se tratara de detener una hemorragia, pero la verdad es que toda la sangre que deja de derramarse con el torniquete que le aplican al llamado gasto social es chupada obscenamente por los más ricos, los dueños del capital y las corporaciones.

Las herencias venenosas

Otra de las estrategias de la derecha en varios de los países de Nuestra América consiste en mantener tan comprometidos los ingresos mediante el endeudamiento que si llegan al poder gobiernos de izquierda -o moderadamente progresistas-, les resulte imposible desarrollar políticas bien diferenciadas de las neoliberales.

Mauricio Macri, antes de entregarle la presidencia a Alberto Fernández, se aseguró de dejarlo atado de manos con una enorme deuda. El dinero negociado con el Fondo Monetario Internacional fue repartido entre los grupos de poder económico de Argentina, mientras su pago, durante el período de Fernández, impidió que el mandatario peronista pudiera aplicar políticas con sentido social. Se limitó a otorgar compensaciones y bonos que fueron, además, descalificados por la derecha mediante la ya referida matriz de opinión de que los subsidios y ayudas a los necesitados fomentan la vagancia y hacen daño al patrimonio público.

[Claro que le faltó empuje, voluntad o tal vez alguna otra “cosa”, pero, al margen de esa característica personal de Fernández, el peso de la deuda contratada por Macri fue determinante en la pésima gestión que le abrió la puerta a Milei. Pero, ese también es otro tema].

El mecanismo perverso de la deuda funciona a las claras con doble propósito: transfiere de manera neta capital del Estado a poderosos emporios privados (capital e intereses que luego es pagado por los pueblos con graves medidas de ajuste fiscal) y dinamita los planes de cualquier gobierno progresista que arribe al poder.

La herencia venenosa de las deudas permite culpar a los gobiernos socialistas o similares de las graves dificultades económicas, entre ellas la inflación, y favorece que germinen las ideas supuestamente radicales de los mismos que contrajeron las deudas, aunque con máscaras distintas.

Por supuesto que el triunfo del capitalismo hegemónico en la batalla por las mentes no es la única causa de este voto-suicidio que hemos visto repetidamente. Hay varias otras razones que es necesario analizar. Pero el dominio de las narrativas es fundamental y ayuda a explicar cómo es que se producen esas escenas tragicómicas en las que un señor pobre, muy pobre (y no es el personaje del programa cómico), condena el populismo, legitima el corte violento de los programas de asistencia social y dice: “Es que así somos los ricos”.

(Clodovaldo Hernández / LaIguana.TV)

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OPINIÓN

«Despues del Derrumbe», por Ezequiel Beer

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A pesar de la critica situacion social y economica de amplias mayorias argentinas enfatizadas a partir del ejercicio de la Presidencia por Javier Milei quien bajo la figura del » experto » en Economia iba a dar solucion – primeramente – a la cuestion inflacionaria para nuevamente batir otro record de alza mundial la imposibilidad de conseguir dolares frescos se ha convertido en el talon de aquiles de esta administracion.

Desde las continuas negativas del FMI hasta el giro drastico que asumio la Republica Popular China con respecto a su politica diplomatica con la Argentina a la que le reclama la pronta devolucion de los 5.000 mil millones de dolares en concepto de prestamo swap hasta la bochornosa propuesta del Ministro Caputo a empresas energeticas norteamericanas de saldar una deuda con un bono a 14 años y con una quita mediante lo que genero varios telefonazos provenientes del FMI y tambien de la Embajada de los EEUU a tal punto que fue rumor la posible salida de » Toto » –

Todavia esperamos las gestiones financieras del Presidente en una convension de » inversores » varios de ellos procesados, enjuiciados y encarcelados por los EEUU.

Existe un amplio arco economico y politico que sucesivamente ponen en duda si este Gobierno podra terminar su mandato y si esto se producira en el presente año.

La descomposicion en el liderazgo del Peronismo luego del corrimiento de CFK en aquel discurso del 25 de Mayo, la derrota en las elecciones presidenciales y lo que ahora se ha convertido en una puja politica entre Maximo Kirchner y Axel Kicillof ha dado lugar tambien a la lenta emergencia de otros liderazgos que desde un principio han sido enfaticos en su oposicion directa al Gobierno.

Desde ese lugar y tratando de romper la logica presidencial porteñista desde el Norte Argentino el Gobernador de la Rioja Ricardo Quintela ha dicho presente.

Puede suceder que los tiempos se apuren y tener previsto un Plan de Gobierno rapido y efectivo para palear una situacion nuevamente inedita en el pais.

Podriamos estar hablando de un 70% de la Poblacion bajo el limite de la Pobreza y de una media salarial y jubilatoria casi similar a paises como Haiti.

El Estado tiene solidas herramientas fiscales y de contralor que de ser totalmente efectivas podrian disminuir los niveles de evasion y fuga de capitales que entre los años 2019 y 2023 se alzaron con una suma de 240. 000 mil millones de dolares.

De poder captar a lo sumo el 40% de ese monto podria dar lugar a una efectiva re negociacion de los compromisos externos – previo su origen e investigacion – y tambien daria lugar a contar con recursos genuinos volcados a paliar las angustiantes demandas sociales en materia principalmente de ingreso.
Tambien para ello sin dudar se debe derogar la Ley de Entidades Financieras establecida por la Dictadura Civico-Militar que ningun Gobierno Democratico se atrevio a tocar.

El llamado a paritarias libres y al re ajuste jubilatorio – de por lo menos el 100 % de incremento – permitira ganar a la poblacion poder adquisitivo que nuevamente motorizara el Comercio, la Industria y por ende el Empleo.

El sector industrial PYME debe ser el eje protagonista al ser el principal generador de empleo y para ello una serie de medidas crediticias e impositivas que historicamente fueron de su demanda deben ser activadas.

La revision del tipo de cambio es una tarea clave pues su sub valuacion actual solo favorece a las llamadas operaciones de carry trade de capitales especulativos que no generan ningun beneficio economico al pais.

Su correccion debe ir acompañada por el establecimiento de politicas de precios y costos para que los bienes y servicios no sea vean incrementados de manera excesiva.

Establecer acuerdos entre el Estado, los Formadores de Precios y las Empresas estableciendo reglas claras entre las partes permitiria eludir toda la serie de politicas de precios que a lo largo del tiempo no han podido ser particularmente eficaces.

Sin dudas la extensa territorialidad argentina y la urgente demanda de viviendas hara de ello que el Estado ponga un importante esfuerzo en la construccion y de por ello la delimitacion de un vigoroso Plan de Obras Publicas que motorizaran rapidamente el empleo.

El escaso guarismo argentino en la participacion del Comercio Mundial donde tan solo representa el 0,25% de las Exportaciones Mundiales comercializando los casi mismos 10 productos que hace 100 años nos obliga a considerar cual es la politica exportadora relevante ante un mundo donde diversas potencias geoeconomicas tambien nos son competidoras.

Quizas ese mito de » el granero del mundo » se deba una severa revision.

Es quizas como un incentivo considerar que el 75% de nuestro PBI se explica por el propio mercado interno que si al ser re considerado espacialmente en funcion de una desconcentracion poblacional daria lugar a un equilibro regional y provincial que atenue los viejos dilemas de la macrocefalia.

Ezequiel Beer
Geografo UBA

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OPINIÓN

«Necesitamos una CGT única, unida y encarnando un Proyecto Nacional», por Mario Mazzitelli

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La crisis se agrava por la ineptitud del gobierno nacional.

El desastre económico y social que estamos viviendo es de una profundidad inusitada. Heredado de administraciones de muy baja calidad, la tendencia al derrumbe se aceleró en los últimos meses. Para marzo 2024, los datos son alarmantes. La construcción, equipos electrónicos, electrodomésticos y otras industrias manufactureras cayeron más del 40%. La industria automotriz, cubiertas de coche, artículos de ferretería un 25%. Alimentos y bebidas un 15%. La lista sigue sobre la totalidad de los rubros. La desocupación se cierne como un fantasma sobre los trabajadores. Tras los despidos de decenas de miles de obreros de la construcción (obra pública paralizada), empleados del Estado, etc.; empezarán las suspensiones y más tarde los despidos en el comercio, la industria, etc. A los 20 millones de compatriotas en la pobreza, pronto se sumarán algunos millones más. En la niñez y la adolescencia, el ajuste (contractivo e incompetente) está haciendo estragos.

¿Quién puede afrontar el desafío de estructurar una política alternativa a 5 meses de iniciado este desgobierno anarco-capitalista? ¿Quién puede llamar a la Unidad Nacional, para superar esta etapa; respetando el orden institucional y sin desconocer el estado de la opinión pública? O son las fuerzas del cielo, mayormente personificadas por las Iglesias o son las fuerzas de la tierra, representadas por los trabajadores organizados.

El trabajo.

Si compartimos con José Ingenieros que: “Todo lo que es orgullo de la humanidad es fruto del trabajo. Lo que es bienestar y lo que es belleza, lo que intensifica y expande la vida, lo que es dignidad del hombre, decoro de los hogares y gloria de los pueblos… ha surgido de las manos expertas y de la mente creadora.” Que: “Todo el capital de la humanidad es trabajo acumulado; lo crearon las generaciones que han trabajado y son sus dueños legítimos las generaciones que trabajarán.” Que: “Los que detentan algo de ese capital común para convertirlo en instrumento de ocio, son enemigos de la sociedad. El trabajo es un deber social.” Coincidiremos también en que: la sociedad se estructura alrededor del trabajo. Por lo tanto, su jerarquización y relanzamiento es la tarea pendiente de la sociedad argentina. ¿Quién mejor que la Confederación General del Trabajo para hacer (con ese contenido) un gran aporte a la unidad nacional?

La unidad empezando por casa.

Su unidad debería dar un salto cualitativo. Re-unirse todos en una CGT única y plural. Incorporando en su seno a todas las expresiones y organizaciones de trabajadores con o sin encuadramiento. Activos, en blanco, en negro, desocupados, marginados y pasivos. Todos bajo un mismo techo. En el marco de una vida interna respetuosa y profundamente democrática.

La Confederación General del Trabajo (CGT- RA), la Central de Trabajadores y trabajadoras de Argentina (CTA-T) y la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A) han firmado un documento con el que convocaron al paro nacional del 9 de mayo de 2024. En un párrafo de ese texto sostienen: “…nuestro derecho a participar en el diseño de la sociedad a la que aspiramos…”. Excelentes noticias para el hombre y la mujer de a pié. Por un lado “unidad en la acción”, por otro la reivindicación de su rol en el diseño de una sociedad que supere los males de este capitalismo de saqueo en el que nos han enterrado. La unidad empieza a ser un deber.

La necesaria renovación.

Está claro que la dirigencia necesita una evolución. Hay nombres agotados en la opinión pública. Que no viene al caso mencionarlos, ni calificarlos, ni juzgarlos. En absoluto es la pretensión de esta nota (que mira al futuro más que al pasado). Sí, en cambio, reconocer que extensas trayectorias (en un contexto general donde los trabajadores perdieron ingresos, derechos y calidad de vida. Donde asistimos a escándalos por enriquecimiento de los dirigentes y, en ocasiones, desapego con la suerte de sus representados) han ido desgastando la imagen de muchos sindicalistas.

Ese perfeccionamiento no debería ser solo un lavado de cara. Debería representar un nuevo papel para la central de trabajadores. Asumiendo un rol histórico mucho más allá de las reivindicaciones inmediatas, las protestas, las movilizaciones y los paros. Elevar el carácter eminentemente reivindicativo al de protagonista principal de esta etapa. Ya no solo como representante de un sector, sino articulando la diversidad del mundo del trabajo productivo para sentar los cimientos de un moderno proyecto nacional, democrático, latinoamericano.

La CGT convocante de la Unidad Nacional.

Se trataría de convocar y re-unir a la inmensa mayoría de los sectores de la sociedad. Omito el listado para no desgastar al lector. Pero deberían ser convocados “todos” los sectores interesados en superar una etapa fallida, que se asienta en valorar el parasitismo financiero por sobre el trabajo del obrero, el profesional, el cuentapropista, el empresario o el productor nacional.

La CGT como el mayor tanque de ideas.

Las ideas están en el pueblo. Hay que reunirlas, lustrarlas para que brillen y sintetizarlas en un programa del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Desde la historia, los programas de La Falda (1957), Huerta Grande (1962), la CGT de los argentinos (1968), los 26 puntos para la Unión Nacional de la CGT (1986) etc. iluminan un nuevo programa para estos tiempos de revolución tecnológica. Ahora, hay que elaborar un programa de los argentinos para los argentinos.

Finalmente

Si fuera cierto que en nuestro pueblo anida un alma fraterna (ama al prójimo como a ti mismo), igualitaria (naides es más que naides), sanmartiniana (seamos libres que lo demás no importa nada) y progresista (para el bienestar general) hoy ese alma está ausente del Estado. Nadie está en mejores condiciones para anidarla que la Confederación General del Trabajo, estableciendo una nueva época para sí misma y para la Argentina. Ojalá que así sea.

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OPINIÓN

«Argentina… ¿Disgregación o reconstrucción?», por Emilio A. Raffo

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La Republica Argentina se debate en estos tiempos entre una eventual disgregación o la posibilidad de una reconstrucción de su Ser Nacional como nos legara el Maestro Hernández Arregui. Soy de los que he apostado siempre a la segunda de las opciones cualquiera fuese la circunstancia histórica que tuvimos que pasar.

Estamos todos inmersos en lo que se ha denominado, y prendido en la opinión publicada, de “la grieta “entre los ciudadanos y las responsabilidades de “la casta”. Ni una ni otra acabadamente definida.

Más allá del análisis y conclusiones a las que arriben los temerarios que lean esas desordenadas líneas es lo cierto que nuestra historia nacional es rica en antecedentes de situaciones análogas a nuestro pasado reciente y a la actualidad. Sin un adecuado análisis de ellos me temo que nos será muy difícil aventurar ni soluciones, ni objetivos ni concreciones de unos y otros, sintéticamente enunciado en el título de la presente.

Podríamos referirnos a la propia Revolución de Mayo, a las luchas intestinas entre Unitarios y Federales, incluso al Primer Grito Independentista dado en el Paraje La China de Entre Ríos cuya frustración y negación histórica obedece, simplemente, a que el mismo fuera convocado por el Protector de los Pueblos Libres del Sur, el oriental José Gervasio Artigas (Prócer Latinoamericano que los Argentinos “ de bien” alguna vez deberíamos honrar).

Hemos tenido en el pasado circunstancias iguales, parecidas o peores a las que que hoy nos aquejan (según obviamente la lente con que se las mire).

Me permito acá referirme a cinco episodios que mucho pueden ayudarnos a comprender el presente y, porque no, el futuro.

LA VUELTA DE OBLIGADO.

En 1845 dos potencias mundiales de entonces (Inglaterra y Francia) resuelven hacer una incursión en nuestro territorio y vulnerar nuestra Soberanía Nacional con una flota numerosa y poderosa. No entraré en detalles ahora, pero la decidida acción de Juan Manuel de Rosas y de Lucio V Mansilla demostró hasta la evidencia que no admitirían gratuita ni graciosamente que se llevaran de arriba el accionar prepotente de los invasores.

Con posterioridad Rosas mantuvo al Embajador Inglés durante varias semanas, en un barco fondeado en el Puerto de Buenos Aires, hasta tanto el rindiera honores a nuestra Bandera a modo de desagravio.

De no haber sido por esa Gran Epopeya Nacional otro hubiese sido el destino de nuestra Nación. Obviamente “la historia oficial” ha tenido en segundo plano este acontecimiento.

CASEROS

EL 3 de febrero de 1852 se desarrolla la histórica Batalla de Caseros en donde Urquiza, con la asistencia de fuerzas armadas de la extranjería, vence a Rosas. Una gran declinación y retroceso soberano.

Como habrá sido esa claudicación que los constituyentes de 1853 resolvieron dejar sentado que ese accionar, en definitiva, y aunque parezca un eufemismo y contrasentido, no era ni más ni menos que un acto de Traición a la Patria y así lo dejaron establecido en nuestra Constitución Nacional.

Bajo la pretensa intención de la organización nacional, se arriaban nuestras banderas.

DERROCAMIENTO DE YRIGOYEN

El 6 de setiembre de 1930 se produce el golpe de estado que destituye y encarcela a Hipólito Yrigoyen con motivos que luego fueran copiados por otras intervenciones militares (se lo acusaba de corrupción, populismo, ineficacia, etc.)

Este golpe, inexplicablemente favorecido por el reconocimiento de la Corte Suprema de Justicia, dio lugar al conculcamiento de derechos y fraude electoral durante más de diez años.

Obviamente la entrega fue parte de este periodo.

REVOLUCION DE 1955

La denominada Revolución Libertadora del 16 de setiembre de 1955 constituye otro hito en el renunciamiento a nuestros postulados constitucionales y soberanía.

No solo al derrocar a otro gobierno constitucional, que había concretado la Reforma Constitucional de 1949 con postulados realmente revolucionarios, sino porque también hubo una intervención activa de Gran Bretaña, con ayuda a la Marina de Guerra sin la cual el éxito de los sediciosos no hubiese sido posible.

Un hecho que constituye un secreto a voces y denunciado claramente por Oscar Alende en vísperas del golpe de 1976. También los argentinos debemos un reconocimiento a este gran dirigente.

En efecto es recordada la frase del entonces Presidente Peron “a la Marina la corro con los Bomberos” obviamente porque conocía su reducido poder de fuego. La realidad es que la Marina de Guerra recibió entonces de Gran Bretaña los elementos bélicos necesarios para amagar bombardear “la petrolera de La Plata”, recién ahí Rojas toma una posición realmente golpista, cuando en realidad los esfuerzos más importantes para arribar triunfantes al golpe en marcha lo había realizado el General Videla Balaguer desde Córdoba.

Queda claro el accionar contra los intereses y Constitución Argentinos, otra vez la extranjería en los asuntos internos (ya lo habían hecho no tan tenuemente con motivo de las elecciones de 1946 con la intervención el Embajador de Estados Unidos S, Braden).

Se inicia un período de cercenamiento y conculcamiento de derechos, la proscripción de Peron y sus seguidores durante 18 años de violencia y terrorismo estatal, lo habían pergeñado en junio de 1955 con el intento de asesinato de Peron y el Bombardeo de Plaza Mayo y luego con los fusilamientos de junio de 1956.

Permítanme hacer un alto en el relato y sugerir la lectura de la Carta del General Valle, escrita horas antes de su muerte, a sus asesinos Rojas y Aramburu, como muestra de lo que ha sido un hombre y militar cabal. Siempre he pensado que esa carta debería estar colocada en el frontispicio de la Escuela Militar Argentina por lo certera y premonitoria.

GOLPE DE ONGANIA

Luego de un mensaje desde la Escuela de West Point el General Juan Carlos Ongania encabeza su golpe de estado el 28 de junio de 1966 derrocando al Presidente de la Unión Cívica Radical del Pueblo Arturo Umberto Illia, gobierno electo mediante un sistema realmente fraudulento cuyo mayor éxito fue la concreción de la Resolución de Naciones Unidas que obligaba al Reino Unido y a la Argentina en llevar adelante tratativas para dirimir el diferendo sobre las Islas Malvinas

Durante este periodo de facto se disolvieron los partidos políticos, se vulneraron los derechos esenciales, se continuó con un plan de entrega y empobrecimiento de las clases menos pudientes. Por decir lo menos.

En las postrimerías de este Gobierno Militar se produce otro de los hechos emblemáticos de vulneramiento de los Derechos Humanos en la denominada Masacre de Trelew del 22 de agosto de 1972 con el fusilamiento de 19 presos políticos y la intervención directa del entonces Ministro del Interior, Arturo Mor Roiz, ex presidente radical de la Cámara de Diputados durante el Gobierno de Illia.

Habría que resaltar también que por decisión del Gobierno Constitucional a partir del 2003 se obtuvo la extradición de uno de los principales ejecutores de ese hecho aberrante, El Capitán Sosa que había sido “premiado” con un destino en la Embajada de EEUU, luego juzgado y condenado a cadena perpetua en el año 2013. Quiero resaltar (especialmente a los negacionistas) que a pesar de su condena no estuvo ni un día preso.

EL GOLPE MILITAR DE 1976.

Luego de un periodo de convulsión social propio de los acontecimientos producidos en América Latina y los vernáculos luego del fallecimiento de Peron en julio de 1974 se produce un pre anunciado golpe cívico militar el 24 de marzo de 1976 con el beneplácito recurrente de Gobiernos Extranjeros, que diera lugar luego al denominado Plan Cóndor.

El vespertino La Razón anunciaba horas antes “Está todo dicho” y Clarín en su portada luego del golpe “Total Normalidad”

Otro periodo de vulneramiento y persecución, secuestro, tortura, desaparición y muerte, entrega el patrimonio nacional, suspensión de los partidos políticos y políticas anti populares, desvaríos bélicos como los motivados por el Canal de Beagle y Las Malvinas, por decir lo menos.

ALGUNAS CONCLUSIONES

Por supuesto que mucho más se podrá decir de estos periodos lóbregos de nuestra historia para profundizar su análisis, pero no es el objeto de estas líneas

Lo cierto que ha habido tres lineamientos conductores, el conculcamiento de derechos, cesión del patrimonio nacional con el renunciamiento de nuestra Soberanía, la violencia y terrorismo estatal.
Ello hasta las elecciones del 30 de octubre de 1983 que diera inicio al periodo más largo de democracia y sistema republicano y constitucional, con un respecto irrestricto en las elecciones nacionales durante 40 años, con transparencia y seguridad jurídica

Digamos, como principio, que se arriba a esto luego de largas y sufridas luchas de los sectores y militancia popular de la mayoría el Pueblo.

Por supuesto que este gobierno de la UCR tiene ferros defensores y detractores, el enjuiciamiento de las Juntas Militares tuvo a unos y otros exponiendo sus opiniones y que los sucesos ocurridos a partir del Jueves Santo de 1987, las intentonas de enero de 1988 y el Movimiento de Villa Martelli de 1991, tuvo al Movimiento Nacional y los sectores populares defendiendo, férreamente, el sistema constitucional y democrático aun con las criticadas leyes de Obediencia debida y Punto Final, reprendidas entre otros por el Colegio de Abogados en su Declaración de San Pedro, peor sin duda, la historia demostró que los hechos y presiones pusieron el entonces Presidente Alfonsín entre la elección del mantenimiento democrático o la eventual vuelta a periodo dictatoriales.

Tengo para mí, que ex Presidente Alfonsín inició su más dura batalla, en este aspecto, después de muerto emulando al Cid Campeador.

Debería también dejarse sentado, más allá de las críticas a su accionar gubernamental en materia económica, que durante su gestión mostraron sus dientes los poderes económicos internacionales luego denominados Fondos Buitres

Los restantes gobiernos constitucionales, más cercanos por cierto, habrán de ser valorados por el lector con todo lo que ello implica por ser del pasado reciente, pero es indiscutible que desde el 10 de diciembre de 2023 se ha hecho cargo un gobierno constitucional que representa el 40 % del padrón electoral con un sistema y plan de gobierno, digamos inusual, producto también de un acuerdo electoral post primera vuelta que ha derivado en un protagonismo impensado de las terceras y cuartas fuerzas según las elecciones de primera ronda.

Estamos en un periodo de cierta convulsión social (dos paros nacionales en pocos meses) pero en el que debe primar el mantenimiento sin cortapisas del sistema Republicano y la obligada división e independencia de los Poderes.

No deberíamos escudarnos en las críticas y oposición a la gestión, puesto que nos puede ciertamente llevar a un salto al vacío. En estos últimos cuarenta años, también tuvimos periodos de alta inestabilidad social, política y económica, incluso los acontecimientos que derivaron en los recordados hechos del 2001.

Pero si me permito recordar lo escrito por Juan Domingo Peron en su Libro Conducción Politica de 1952 cuyas raídas tapas ilustran esta nota y que deben servirnos de norte para prepáranos para el futuro que nos toque, sobre todo para las generaciones mas nobeles…

Debería resaltar si, que solo Peron se ha mantenido vigente entre los Líderes de la Post Guerra, Ni De Gaulle, Eisenhower ni Churchill mantienen presencia

Señala como apotegmas de una adecuada militancia:

Unidad de Concepción.
Escuela de Doctrina, Inculcarla, formar cuadros, capacitar la conducción.
Información: Se procede bien como informado se esté.
En política nada puede ejecutarse sin una adecuada preparación y organización.
Patear para el mismo lado.
Creo, sinceramente, que de eso se trata y es el mejor y más coherente camino para llevaros a la reconstrucción de lo que quede.

(*) EMILIO AUGUSTO RAFFO

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