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OPINIÓN

Las malditas apuestas online (Parte 1) por Mario Mazzitelli

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Orientar el juego hacia la virtud, la fortaleza física y la sabiduría; alejándolo del vicio, la molicie y la ignorancia; podría ser una política de Estado. Al mismo tiempo aclarar que apostar no es jugar.

La vida es juego
La vida es creación.
Creación = sueños + juegos

Francisco de Miranda, el maestro de Simón Bolívar, en la búsqueda de la libertad de nuestras colonias dijo alguna vez: “o inventamos o erramos”. ¿Acaso el inventar no es un sueño, hecho realidad mediante un juego, creando algo nuevo?

También la palabra juego podría asimilarse a lucha, trabajo manual e intelectual, asumir riesgo, etc.

El mundo inmaterial

De nuestro cuerpo tenemos constancia. ¿Quién más que nosotros? De nuestros seres queridos, de aquellos que nos rodean u otros que no vemos. Los cuerpos vivos parecen ser un manantial del mundo inmaterial. Cuidar el cuerpo impresiona como el principio a partir del cual cuidar el manantial. Manantial que se expresa en el trabajo simple o desarrollado, con una forma u otra. Nuestros cuerpos en un medio físico, biológico, social, cultural y político; resultan en la “lámpara del genio” capaz de crear desde lo infinitesimal, cosas maravillosas.

En este grado complejo de la evolución biológico del ser humano, tenemos constancia que hay cosas que existen y son inmateriales. Hace años, un periodista vulgar, llamado Bernardo Neustad, desarmaba un teléfono de la empresa nacional Entel y se preguntaba: ¿Dónde está la soberanía que no la encuentro? Una analogía podría ser con la autopsia de un cuerpo humano para encontrar el amor, la ilusión o la esperanza. El problema es que tamaña idiotez hizo escuela en el periodismo argentino. Sigamos.

Hay un mundo inmaterial. Un mundo simbólico creado por la imaginación a lo largo del tiempo. Un mundo tan infinito como el otro. Porque la creatividad es infinita. Y mucho más variada que el otro.

Allí están las palabras, las ideas, los tratados, las constituciones, la esperanza, la ilusión, la utopía, la ética, la moral, la medicina, la ingeniería, la ciencia. Todo aplicará después a la realidad. Pero antes habrá sido emoción, sentimiento, idea.

Las ideas

Sabemos que las ideas son inmateriales y más desarrolladas en los seres humanos. Detengámonos un minuto a apreciarlas.

Las ideas en general merecen un tramo especial. En cambio, las ideas en particular tienen diversos destinos.

Hay ideas que son para el olvido (espero no sean estas) Otras tienen destino de biblioteca (no está mal. Quizás con el tiempo alguien las baje del estante y las valore)

Hay ideas que iluminan en la oscuridad (esas son muy útiles)

Hay ideas que nos deslumbran con gran colorido, como los fuegos artificiales. Pero se apagan un ratito después (sirvieron para pasar un buen momento)

Otras quedan encendidas como focos permanentes. Iluminan poco, pero son de gran provecho.

Algunas parecen tontas y pasado un tiempo se las valora. Otras parecen geniales y luego resultan zonzas.

Conviven ideas grandes con ideas chiquitas. Ideas que enaltecen y otras que humillan.

Las ideas deben andar con cuidado, respetando las velocidades máximas. Algunas ideas toman tal velocidad; que, en oportunidades, chocan con la realidad y se hacen pelota. Y nos hacen pelota.

Hay ideas que cambiaron el destino de la humanidad. Sirvieron de guía, como una estrella. Otras, estrellándose contra la propia humanidad, ocasionaron indecibles dolores.

Las ideas son creaciones humanas. Pero ojo; casi todas las ideas son robadas. Es más, con la combinación de varias ideas robadas, podemos engañar al espectador; haciéndolo creer que se trata de una idea nueva.

Hay ideas presumidas que se creen objetivas (en realidad es el vanidoso que las porta, el que las pretende sean objetivas). Es un oxímoron, si son ideas no son objetivas.

¿Cómo? “La ciencia se manifiesta objetiva cuando se la aplica”. La ciencia es una invención humana. Es una entelequia a la que se le da el carácter de verdad cuando; oh sorpresa!!! Lo que estábamos esperando que ocurra, (con nuestra observación o intervención) ocurre muy parecido a como lo teníamos previsto. “Eureka” gritó Arquímedes, al darse cuenta que el agua desplazada por un cuerpo que se sumergía, generaba una fuerza de flotación equivalente al peso del volumen desalojado. Pero, incluso esta verdad donde se dice que Arquímedes la descubrió al sumergir su cuerpo en el agua de una bañadera y que hoy es el fundamento de toda la industria naval, también es parte del mundo inmaterial.

¿Alguien vio la verdad alguna vez -incluso utilizando telescopio o microscopio-? ¿Alguien escuchó a la verdad -incluso con audífonos o parlantes-?

Ese mundo inmaterial puede ir desde las novelas menos verosímiles hasta las ciencias aplicadas, pasando por las ciencias formales o las religiones. Y teniendo un impacto formidable sobre la vida cotidiana, cuando se realizan a través de la “tecnología”.

La realidad material

Muchos seres humanos reconocemos que la realidad existe; que está allí, que estuvo antes de que nosotros naciéramos y seguirá estando cuando nos vayamos. Son las personas que nos rodean, es la tierra, es la luna, nuestra casa o el cosmos al que miramos levantando la vista al cielo.

El juego como fuente de la creación.

“Dios parece que descansa por momentos y en otros juega a los dados”.

En el mundo físico hay armonía, choques, explosiones, caos. Lo mismo ocurre dentro del mundo inmaterial (coincidencias, luchas de ideas, guerras verbales, desorientación)

Existe un movimiento, sin embargo, que comunica los dos terrenos. Es cuando dios juega a los dados y de la nada aparece algo nuevo. O la naturaleza en un cruce de caminos físicos, químicos, eléctricos, provoca un choque que produce lo que antes no estaba. Después sigue su plan con cierta armonía, hasta que un nuevo choque vuelve a crear de lo dado algo distinto.

Sucede que en el juego de dios o la naturaleza los hombres somos espectadores. Con suerte miramos desde la tribuna. Pero hay otro juego, algunos lo llaman historia, en el que los resultados, parcialmente, están en manos de las personas. En nuestras manos.

¿No le gustaría jugar al juego que más le gusta?

Es una interacción entre ellos (lo material y lo inmaterial) que genera una nueva realidad. Ya teníamos una dialéctica de la naturaleza y otra en el terreno de lo imaginario. Ahora se suma una dialéctica entre lo imaginario y la naturaleza, a través de la acción humana. Un gran filósofo llamo a esa interacción “praxis”. Desde una perspectiva trágica a esta interacción entre la teoría y la práctica debía denominársela con una palabra más dura y profunda. Praxis es una palabra buena y simpática.

La creación

Parece que, reflejado el mundo exterior a través de los sentidos y teniendo la capacidad de representarlo en el mundo inmaterial, a la imaginación se le ocurrió salvaguardar, nutrir y prolongar la vida humana con la ayuda de herramientas que en forma muy rudimentaria podían recolectarse en el ambiente natural. Con imaginación, tomando del medio los materiales apropiados y utilizando con habilidad las manos, los seres humanos fabricaron las primeras herramientas. Unas fueron materiales otras inmateriales. Desde aquellos tiempos a nuestros días las creaciones humanas, fundadas en la realidad, la imaginación y la praxis cambiaron de tal manera la superficie del planeta que nosotros mismos nos asombramos.

La finalidad

Ya sabemos que el ser humano a través de una acción pensada y premeditada puede modificar (dentro de determinados límites) la realidad física, biológica, social o cultural, en su provecho. ¿Y cuál es su provecho? Vivir más, vivir mejor y multiplicar razonablemente la existencia, para que muchos otros de nuestra especie y de otras puedan disfrutar de la vida.

Para quienes no somos filósofos, ni tan geniales, ni tan profundos, ni tan trágicos; podemos representar esta interacción con la idea que tenemos del juego.

Entonces, se nos aparece una visión donde lo distintivo del ser humano es jugar.

Claro que hay juegos de muerte. De hecho la guerra o simplemente la violencia es un juego de muerte.

Nosotros queremos jugar un juego de vida. El sexo puede ser un hermoso juego de vida. Pero también jugar a formar una familia, hacer una casa, un camino, una escuela, un club de barrio. Jugar a volar haciendo aviones. Jugar a llegar a la luna haciendo cohetes. Jugar a la pelota.

Yo estoy jugando a que escribo. Esperando que alguien juegue a leer, eligiendo estas líneas.

“La vida es sueño” dice el poeta. Pero también es imaginación activa. El sueño se me representa como aquello que aparece mientras duermo, en cierta medida es pasivo (que me disculpen los estudiosos del sueño). En cambio una utopía realista me parece una construcción consciente, mientras estoy despierto. Ocurre que, para realizarla necesito jugar a que lo hago. O lo hace otro.

La idea que propongo es humilde, todavía pequeñita. Esta desnudita. Todavía ni ropa le compramos. Pero a mí me resulta atractiva.

La invitación es a jugar. Que todo sea entretenido. Y útil. Nuestro proyecto es la creatividad con libertad y disciplina para que manifieste toda la potencia. Por eso nos atrevemos a esta invitación: jugar para la virtud no para el vicio.

Dijimos que: los seres humanos vivimos en una tensión que le da fuerza y significado a la vida. Una tensión entre la realidad objetiva ajena a nuestra voluntad y nuestros deseos.
En la década del 60 Martin Luther King hizo famosa la frase “tengo un sueño”. Fue el 28 de agosto de 1963 en las escalinatas del monumento a Lincoln, allí planteo el deseo de que blancos y negros pudieran vivir en armonía, como iguales. Ese fue su sueño y mucho se avanzó desde entonces. En el medio la lucha. O el juego.

Una de las poesías más famosas de la historia pertenece a Pedro Calderón de la Barca. “La vida es sueño”. Sin sueños, “sin utopía la vida sería un ensayo para la muerte”. Sueños, utopías y Calderón. Si a su poesía le cambiamos la palabra sueño por juego no pierde sentido. Con perdón del poeta, es un simple juego. O juego de palabras…

 

Es verdad, pues: reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez jugamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es jugar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, juega
lo que es, hasta despertar.

Juega el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el juego de la muerte!

Juega el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
juega el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
juega el que a medrar empieza,
juega el que afana y pretende,
juega el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos juegan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo juego que estoy aquí,
destas prisiones cargado;
y jugue que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es juego,
y los juegos, juegos son.

Calderón de la Barca. “La vida es sueño” (1635)
A soñar y jugar.
Sigue……para después del ballotage.

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OPINIÓN

«Milei viola la Ley», por Mario Mazzitelli

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La ley de blanqueo de activos en negro (N° 27.743, Régimen de Regularización de Activos) que entró en vigencia el 8 de julio de 2024, fue reglamentada por la AFIP a través de la Resolución General N° 5528/2024 y publicada en el Boletín Oficial el 17 de julio de 2024. En su artículo 21 dice: “Los sujetos que adhieran al presente régimen no podrán inscribirse en otros regímenes similares, cualquiera fuera su denominación, hasta el 31 de diciembre de 2038”. Es decir, llegaron los libertarios, impulsaron un nuevo blanqueo para exteriorizar lo que se tenía escondido y quien lo hiciera no tendría otra oportunidad hasta el 1 de enero de 2039.

Sin embargo, ya vencidos los plazos para blanquear, el presidente de la Nación a través de su ministro Luis “Toto” Caputo, se dispone a hacer una prórroga. No solo eso, desnaturalizando esta advertencia que imponía la AFIP, abre la posibilidad de un libertinaje sin control. Lo dice el Toto: “no habrá que dar explicaciones sobre lo que gastes”. Se permitirá pagar con dólares que no fueron declarados y no se le pedirá explicaciones a nadie. Por lo menos así será la voluntad política del Poder Ejecutivo. De esta manera se viola la ley, porque el blanqueo sería de hecho y no de derecho.

No es raro. Para quién no cree en la democracia, violar la ley es natural. Con ella va la falta de respeto al Congreso, la Constitución y la República (con su división de poderes, controles, contrapesos y exigencias) obstáculos despreciables que les impiden (a los amigos del poder dueños de grandes masas de dinero) optimizar la tasa de ganancia sin que el Estado Nacional o el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) los moleste.

¿Por qué violarla? Porque, no alcanza con el blanqueo, ni con el nuevo crédito ilegal del FMI, ni con el recurrente curro parasitario del “carry trade” (bicicleta financiera) y hay que mantener la «plata dulce», el dólar barato (somos uno de los países más caros del mundo en dólares), sostener la transitoria mejoría del poder adquisitivo (aunque la inmensa mayoría sufra ingresos insuficiente) y vigorizar las expectativas para las elecciones de octubre (una suerte de demagogia berreta con dólares ajenos)

Pero el violador serial de leyes está planteando algo más grave que un blanqueo. «Lo que vamos a hacer es que la gente esté más proclive a sacar sus dólares del colchón, caja de seguridad o de donde sea y gastarlos». Lo que plantean es un lavado a mansalva. Con la complicidad del FMI y su directora gerente Kristalina Georgieva. No, no son los dólares del colchón el asunto de fondo. No es el permiso infantil para que un vecino que ahorró U$S 500 (quinientos dólares) pueda cambiar el lavarropas o comprarle un juguete a su hijo para el cumpleaños. Eso siempre se hizo y no es el tema. Esa es la máscara.

El asunto es la posibilidad que entren dólares del narcotráfico internacional, el tráfico de armas, de personas, la venta ilegal de petróleo, etc. Si ellos pueden traer sus dólares (sin blanquearlos y eludiendo todo tipo de control) para luego transformarlos en cualquier activo (tierras, viviendas, industrias, comercios, etc. y hasta áreas estratégicas de nuestra economía a través de testaferros) sin que nadie le pregunte nada, cartón lleno.

Habrán creado un “infierno o paraíso fiscal” donde los delincuentes de todo tipo encontrarán un espacio apacible donde disfrutar sus desfalcos. Y, donde «los argentinos de bien» deberán estar atentos para no ser víctimas de un régimen tan degradado moralmente, que la afirmación discepoliana «la panza es reina y el dinero es Dios», no termine dando por tierra con las ilusiones de una “libertad” decente, así transformada en libertinaje de la peor calaña.

Observemos algo más. El séquito de adulones, alcahuetes y cipayos que rodean a JM quieren elevarlo a la categoría de emperador (Santiago Caputo y su cuenta en X @MileiEmperador, es una prueba. Otra son las imágenes que muestran al ex panelista de TV con los atributos y vestimenta de emperador romano) En esta ficción, Marco Aurelio es el personaje a emular. Por eso Milei repite sus palabras. Pero ojo!!! Qué corrijan el GPS. Por la ruta que están yendo, no van a llegar a Marco Aurelio, más probable es que lleguen a Calígula. ¿Será qué en el fondo es su deseo íntimo? Mal augurio para la tan mentada República.

Lo que sabemos es que la capacidad de destrucción de este gobierno es inmensa. Algo así como una bomba neutrónica, que deja en pie todo lo visible, pero atraviesa las entrañas, el corazón y la humanidad de millones de personas inocentes. Inocentes en el doble sentido de la palabra.

No se trata de un acto de gobierno. Es un acto de corrupción.

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INTERNACIONALES

«Un laboratorio de exterminio en tiempo real», por Lina Merino

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Desde hace décadas, Palestina ha sido el escenario de una violencia estructural y colonial. Pero, con especial crudeza desde octubre de 2023, Gaza ha dejado de ser solamente una zona de violencia y resistencia para convertirse en algo mucho más siniestro: un genocidio investigado por la Corte Penal Internacional a petición de Sudáfrica y más de 50 países del mundo.

En ese marco, el Estado de Israel ha desplegado todo un laboratorio, en tiempo real, de las guerras del futuro. Netanyahu ha desplegado en el enclave a las Fuerzas de Defensa de Israel con toda una batería de tecnologías de inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático, sistemas de reconocimiento biométrico y análisis predictivo, todo aplicado a la conducción de operaciones bélicas, al control de la población y a la selección de objetivos. No se trata sólo de una nueva táctica: es un salto cualitativo en la forma de hacer la guerra, acorde a la nueva fase en el modo de producción capitalista.

En este nuevo paradigma, la IA no reemplaza completamente al ser humano, pero lo despoja progresivamente de su capacidad crítica y su juicio ético. La toma de decisiones se automatiza. El tiempo operativo se reduce. El asesinato se vuelve una función matemática. Y lo más alarmante: el principio de distinción entre combatientes y civiles, piedra angular del derecho internacional humanitario, se diluye en el código binario de un algoritmo entrenado con datos incompletos, sesgados y anónimos.

Lavender, The Gospel y Where is Daddy?: la maquinaria algorítmica del exterminio

Uno de los sistemas más polémicos es Lavender, una base de datos impulsada por inteligencia artificial que analiza la información digital de los 2,3 millones de residentes de Gaza para determinar, mediante una calificación probabilística, su supuesta vinculación con Hamás o la Yihad Islámica. El sistema asigna un puntaje de peligrosidad que va del 1 al 100, y quienes obtienen las puntuaciones más altas son automáticamente marcados como blancos a eliminar, incluso sin pruebas concluyentes ni revisión humana sustantiva.

Este sistema ha sido responsable de más de 15.000 ataques entre octubre y noviembre de 2023, según la revista +972 Magazine. Su tasa de error —estimada en un 10%— ha sido considerada “tolerable” por las Fuerzas de Defensa de Israel. La implicancia es brutal: miles de personas han sido asesinadas por recomendación de un software, sin proceso judicial ni verificación humana exhaustiva.

Lavender no actúa solo. Está complementado por programas como Where is Daddy?, que rastrea a los individuos marcados por la IA y espera a que regresen a sus casas para lanzar un bombardeo que suele incluir a toda la familia. Otro sistema, llamado The Gospel, analiza datos de inteligencia para generar hasta 100 blancos diarios, priorizando infraestructura sospechada de estar vinculada a Hamás.

A estos se suma Fire Factory, un sistema que automatiza la planificación de ataques aéreos, asigna cargas de munición, propone cronogramas y reduce drásticamente el tiempo de decisión. La guerra, en este modelo,

se convierte en una operación logística desprovista de humanidad: eficiencia letal, con apariencia de precisión.

Vigilancia total: el “Facebook secreto” de los palestinos

Pero la violencia algorítmica no se limita a las bombas. También se aplica al control del territorio. El programa Blue Wolf, utilizado por el ejército israelí, captura imágenes de los rostros palestinos —incluidos niños y ancianos— y las compara con una base de datos de reconocimiento facial construida a partir de competiciones internas entre soldados, premiados por la cantidad de fotos recolectadas. Un exmilitar lo describió como “el Facebook secreto para palestinos”.

Además, en ciudades como Hebrón, se han instalado cámaras de escaneo facial que identifican automáticamente a los palestinos en puestos de control. El objetivo no es sólo el control: es la transformación de todo un pueblo en datos biométricos. Es la vigilancia masiva como política de dominación.

Empresas detrás del genocidio: la complicidad del complejo tecno-militar

Las tecnologías utilizadas por Israel en Gaza no son desarrolladas en un vacío. De acuerdo con una investigación de The Associated Press, empresas como Microsoft y OpenAI han brindado modelos de IA y servicios en la nube que fueron integrados en el proceso de selección de blancos militares durante los recientes ataques en Gaza y Líbano. Esta colaboración ha generado protestas internas en dichas compañías, cuyas y cuyos trabajadores han exigido explicaciones éticas frente al uso bélico de sus tecnologías.

Más allá del escándalo, lo que queda claro es que las principales corporaciones tecnológicas del mundo están participando activamente en el diseño de las guerras del siglo XXI. En el caso de Israel, estas herramientas forman parte de la doctrina de «fusión humano-máquina» que el actual comandante de la Unidad 8200 —bajo el seudónimo “General YS”— ha defendido en su libro The Human-Machine Team, publicado en 2021. Allí plantea abiertamente la necesidad de crear sistemas que superen el “cuello de botella humano” para localizar y aprobar objetivos durante los conflictos armados. La idea es simple y brutal: eliminar el juicio ético para acelerar la letalidad.

La guerra sin política: de Clausewitz a la distopía

Carl von Clausewitz afirmaba que “la guerra es la continuación de la política por otros medios” y que todo conflicto bélico está atravesado por una “trinidad” entre razón (la política), emoción (el pueblo) y azar (el ejército). En Gaza, esta trinidad ha sido sustituida por otra: el algoritmo, el dron y una horrorosa voluntad de exterminio. La IA no tiene política, ni pasiones, ni azar. Sólo procesa datos, probabilidades y márgenes de error aceptables.

La fricción, ese elemento caótico e imprevisible que para Clausewitz condicionaba toda estrategia militar, ha sido reemplazada por la falsa ilusión de una “inteligencia” sin “consciencia” que lava las culpas de decisiores políticos, empresarios tecnológicos, jerarcas castrenses,

soldados sahuesos y programadores, todos alimentando un espiral de supresión de su propia humanidad.

Cuando el juicio moral es sustituido por puntuaciones automatizadas, lo que se despliega no es una estrategia militar sino una forma de exterminio burocrática e industrial, tan bien caracterizada por Annah Arendt en “Eichhman en Jerusalén”.

La ética de la ciencia, borrada; la humanidad, anulada

El uso de IA por parte de Israel en Gaza es un acto de deshumanización sistemática. Los palestinos dejan de ser sujetos con derechos y nombres para convertirse en “objetivos de alto valor” según bases de datos opacas y algoritmos impersonales.

Los civiles son asesinados en bombardeos dirigidos, y sus nombres reemplazados por códigos numéricos. Sus hogares y sus hijos son sólo coordenadas GPS. El bombardeo de zonas residenciales, hospitales, escuelas y campos de refugiados no son “daños colaterales”, sino el resultado lógico de una política que “oculta” en las máquinas la decisión de matar.

Palestina es hoy el laboratorio de la guerra algorítmica con la complicidad y silencio de gran parte de la “comunidad” internacional. Lo que allí se prueba, pronto será exportado. La nueva fase del capitalismo, lejos de ser un camino de liberación tecnológica, se convierte así en una amenaza cuando es cooptada por el poder corporativo y colonial.

La IA puede ser una herramienta para el bien común, pero en manos de un poder deshumanizado, se convierte en el arma perfecta del exterminio. En Gaza no se está salvando a nadie: se está perfeccionando la técnica para matar sin remordimientos.

 

*Lina Merino es licenciada en Biotecnología y Biología Molecular, doctora en Ciencias Biológicas (UNLP), diplomada en género y gestión institucional (UNDEF), Profesora (UNAHUR), investigadora del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECyT) asociado a la plataforma Pueblo y Ciencia y al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).

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OPINIÓN

«Francisco en su camino a la eternidad», por José Conde Ramos

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Será inmortal su recuerdo, su valentía pasará del templo para compartir su rebeldía, su alegría, sus ansias, con los más débiles y con los que sufren las injusticias de un mundo desigual.

Será inmortal por su conducta, por ser un verdadero cordero de Dios. Acercó a Cristo a los descreídos, a los que habían perdido su fé y se fué erigiendo para el mundo todo, católicos y no católicos, en un ejemplo misericordioso de sacrificio y entrega a los desposeidos y en una barrera a los poderosos.

No será la figura sublime de estrofas sentidas, será sin dudas el Francisco valiente y contundente, que ha dejado huellas indelebles qué nos señalarán el camino del diálogo seguir a seguir para enfrentar la injusticia, las guerras que siempre tienen como víctima principal a los más vulnerables.

La trascendencia de Francisco va más allá de ese reconocimiento universal que lo distingue como el Papa de la alegría, de la humildad y la cercanía.

Algunos con necedad le reclamarán, que no volvió a su patria, la respuesta es simple, cuando fué ungido Papa, en ese instante se convirtió en un servidor del mundo.

Nos deja la recuperación de la Iglesia con un gran compromiso cristiano.

Nos deja su visión y su gran trabajo ecuménico.

Nos deja como compromiso cristiano estar del lado del desvalido y el mandato de tener olor a oveja y tener en Cristo la guía de nuestros actos comprometidos sin remilgos por un mundo mejor.

Nos faltará él en la tierra, pero nos deja el compromiso de ser cada día mejores gracias a la palabra de Cristo y a la guía que nos legó.

Gloria a Francisco y nuestros corazones a un hombre que dejó de manera imborrable para el mundo la importancia de ser justo.

Sepan los del Club San Lorenzo que no serán los únicos en llorarlo porque lo llorará un mundo entero.

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