Cuando Alemania emerge como liderando la lucha en la última Pandemia, no fue por casualidad, la comandaba una de las líderes más lúcidas que ha dado Europa en las últimas décadas.
Angela Merkel, es una persona formada en una casa Luterana, es hija de un Pastor muy comprometido con Cristo, por lo cual sabemos que no es por casualidad que llegase al poder de la mano de la Democracia Cristiana.
Merkel tiene una concepción muy humanista y claramente en defensa de la vida, por lo cual cuando apareció el tema de la Pandemia, fue el País que naturalmente formó un equipo central de control de la epidemia en la cual incluyó a médicos, juristas, economistas, lo cual es claro en términos generales, pues se entiende plan médico, emergencia económica y acomodamiento jurídico para controlar daños laborales y productivos, etc, pero lo que nos sorprendió fue que a ese comité de emergencia sumara desde un primer momento, psicólogos y psiquiatras.
Con el correr de los primeros días Merkel explicaba muy sólidamente, que eran fundamentales por consecuencias psicológicas que iban a traer la cuarentena, el fallecimiento inesperado de seres queridos y la disminución de los que sobreviven al Covid.
En la perspectiva del tiempo, superada la cuarentena en particular y habiendo cerrado la pandemia en general, una experiencia que el mundo no conocía desde la gripe española de aquel negro 1.918, en que puso al mundo en jaque, vemos las consecuencias y ese deterioro psicológico se produjo.
Uno de los puntos más tristes fue el repunte de suicidios, en especial entre jóvenes.
Antes de esta pandemia, analizamos que el mundo tenía un promedio de unos 803.000 suicidios anuales, y en especial en jóvenes varones, esto por cifras de la Organización Mundial de la Salud, de la Organización Panamericana de la Salud y del Ministerio de Salud de la Nación.
Profundizando esos 40 segundos que separaban un suicidio de otro, lleva a saber que para llegar a ese suicidio hubo al menos 20 intentos que no finalizaron, que algo los evitó, un acto de conciencia, una palabra de un ser querido, un llamado a tiempo, evita la pérdida de esa vida.
Este doloroso récord de que cada 100 muertes en el mundo uno es decisión propia, llevó a que en el 2019, fue la cuarta causa de defunción entre jóvenes de 15 a 29 años, y esto no se da en una región específica del mundo, se da en forma pareja, en los cinco continentes.
Pero si hay un punto que tenemos que tener en cuenta, y nos extrapola a Villa Gobernador Galvéz en 1988 en donde por la crisis hubo un gran repunte de suicidios que tuvieron su eco en Rosario, también, y los especialistas dicen que fue por la crisis de la hiperinflación, decimos esto pues en el año 2019, a nivel mundial, el 77% de los suicidios ocurrieron en países de ingresos bajos y medianos.
Es inequívoca la relación entre el suicidio y una crisis como por lo general se da con una pérdida económica, además de los que es la decisión impulsiva de la acción de matarse, que en Argentina se estudia estadísticamente y que nos lleva a contar que entre los años 2010 y 2019, se suicidaron 31.000 personas, con una tasa de mortalidad por suicidio de 7,3 por cada 100.000 habitantes en ese 2019, encabezando las estadísticas siempre jóvenes y varones.
Sí bien las estadísticas mundiales son de los últimos 50 o 60 años, podemos decir que en ese campo el aumento fue de un 60 %, lo cual puede tener errores, pero lo que no tiene error es el indicativo de la Organización Mundial de la Salud, que más de 800 mil personas se suicidan por año, lo cual nos da un promedio de una por cada 40 segundos.
Algunos comparativos del 2021, son que en EEUU se suicidan 12 personas cada 100 mil habitantes por año, en Corea del Norte en 28, lo cual se explica por las exigencias del Régimen totalitario, con un servicio militar totalmente duro, por lo cual el daño psicológico, vuelve a aparecer.
En nuestra Provincia de Santa Fe, desde la Dirección de Salud Mental, dependiente del Ministerio de Salud, trabaja en el diseño de estrategias preventivas en combinación, entre áreas de salud, justicia, ministerio de la mujer, etc.
La base en encontrar elementos que permitan tener un diagnóstico temprano, para evitar nuevas epidemias con las profundas consecuencias que esto conlleva.
Temas que parecen aleatorios pero no lo son, están el discurso del odio, las actitudes de violencia de los referentes políticos y sociales, que sin dudas agrava el contexto general de una sociedad que en su mayoría, tiene trabajo, entre formal o informal, pero que sus ingresos hoy no alcanzan, pues la moneda ha perdido todo su valor.
En estudios recientes encontramos en el Gran Buenos Aires, que hay un 64% de jóvenes pobres, con un 13% de indigentes, y en términos de País, baja a un 46% de pobres y un 10% de indigentes.
Aunque parezca increíbles hay políticos que aún se preguntan, de dónde sale el voto bronca….