El marco de disputa permanente por espacios de poder o posicionamientos institucionales, crea un ambiente en el cual los objetivos de la política, que son aquellos que dan respuestas a las expectativas a las demandas y necesidades del pueblo argentino, se diluyen en un internismo lejano, referido sólo a la militancia partidaria.
Es una lucha legítima porque abre la discusión y no debería caer en el agravio fácil ni la denigración “del otro”, sino que por lo contrario retomar valores y virtudes doctrinarios, códigos de conducta que fortalecen la dinámica de construcción política a futuro.
Es una oportunidad de elevar el nivel de discusión política, que en general recorre la agenda del enemigo, antes que las propuestas que el peronismo tiene para ofrecer al pueblo y a sus aliados del campo nacional y popular, como objetivos de construcción de Patria.
No puede convertirse en una disputa interna que ponga en dudas dirigentes de la talla y trayectoria de Cristina Fernández, quien ya tiene un lugar asegurado en la historia y un presente activo, ya que ese hecho en sí mismo disminuye el músculo del Movimiento Nacional. L@s mism@s compañer@s que compiten en la interna, reconocen su primacía entre pares, que la ubica hoy entre las mejores políticas del mundo.
Quienes tienen el deseo de conducir el peronismo, aun reconociendo la asimetría, debe leerse como que no deja de ser un aporte necesario a la conjunción de miradas diferentes, necesarias para una nueva síntesis que siempre debe darse ante nuevos escenarios nacionales e internacionales.
Es que el peronismo sigue vivo por ser una construcción del pensamiento dinámico, de contextura nacional y latinoamericana, una concepción de modelo social solidario biocéntrico, que nos diferencias de la construcciones basadas en esquemas macro l económicos, tanto estatales como liberales, en especial lo referido al rol del Estado como protector de los intereses del conjunto del pueblo.
Así lo hacen, con esa concepción doctrinaria, política, filosófica peronista, quienes construyen los Estados Provinciales como Axel, Gildo, Xilotto, Quintela y Pezella que no pueden ser deteriorados en su diario batallar contra un Gobierno nacional que ataca a los pueblos vaciando recursos, colocando en situación política delicada en la dinámica diaria del poder, al calor de una interna partidaria.
La interna partidaria del PJ puede constituir el motor necesario de la instalación de la discusión política estratégica, al conjunto del pueblo argentino bombardeado por una campaña, que esconde detrás de la antipolítica, la entrega patrimonial, identitaria e histórica de la memoria compartida de Patria que tenemos.
El único enemigo de los peronistas radica en aquellos sectores que colonizados, son capaces de rendir pleitesía a nuestros colonizadores, como ha sucedido a lo largo de la historia, enterrando los sueños y esperanzas de construcción de soberanía. Ese enemigo, palabra desaparecida del diccionario de una democracia limitada al Mercado, en donde sólo se admite “lo políticamente correcto”, mientras el poder real apuntala un Presidente dislocado, insultador y autocrático, cumpliendo órdenes emanadas de diseños y planificaciones del eje mandante, verdero conductor del Estado argentino: EEUU ISRAEL INGLATERRA OTAN-FONDOS BUITRES
Es la hora para desplegar los objetivos estratégicos de Patria que el peronismo tiene para presentar la conjunto del pueblo argentino. Esos objetivos son los necesarios para fortalecer un proceso de unidad nacional patriótica, ante el avance del enemigo que intenta fragmentar la Patria, colonizador, brutal e inhumano, con amenazas y extorsiones sobre nuestras decisiones soberanas de la mano de la lV Flota y la OTAN en Malvinas.
Esos planteos estratégicos que el peronismo debe comunicar al pueblo argentino pasan por proponer: la Argentina Bicontinental, la reconstrucción del UNASUR, el retorno a los BRICS, una política de Defensa Nacional que asegure la Patagonia, el Mar Austral, la Antártida y los Pasos Bioceánicos, una nueva ley de entidades financieras (la actual es de la dictadura), control de Comercio Exterior, una nueva Constitución Nacional, persistir en la guerra comercial, política y diplomática con Inglaterra por Malvinas, Reforma Agraria, ampliación de derechos, salud y educación pública, financiamiento y fortalecimiento de los instrumentos que construyen soberanía: YPF-ARSAT-CONEA-CONICET-AEROLÍNEAS-INTI-INTA y otros, construcción y dragado del Canal Magdalena, protección de los Recursos Naturales fósiles, minerales, litio, agua dulce, glaciares, todo lo cual está en proceso de entrega y venta por el enemigo en el Gobierno.
Ese planteo cambiaría la ecuación de la lucha interna habitualmente descarrilada hacia lo personal, ampliando la participación de la militancia que diaria y anónimamente construye conciencias en el despliegue territorial, laboral, estudiantil y empresarial PYME.
Esa militancia que es siempre convocada y poco escuchada, no puede avocarse a luchas tipo opciones en donde quienes compiten son compañer@s, pero reclama legítimamente conducción, tanto institucional como partidaria, pero con participación efectiva, en el marco de Comunidad Organizada a fortalecer.
Conducir es predicar y predicar es persuadir es el pensamiento del Perón Filosófico.
Jorge Rachid
CABA, 25 de octubre de 2024
BIBLIOTECA
Juan D. Perón:
Conducción Política
La Comunidad Organizada
Modelo Argentino para un Proyecto Nacional
Ed. INSTITUTO PERÓN