El segundo round entre los candidatos volvió a marcar la agenda mediática aunque no esta vez no llegó a los picos de 45 puntos de la semana pasada y compartió cartel con la crisis en Israel.

El segundo debate presidencial no alcanzó a cubrir las expectativas que tuvo el primero, hace una semana. Sea porque la calurosa jornada de domingo extendió el tiempo de ocio familiar hasta bien entrada la noche, o porque perdió status de novedad, lo cierto es que los y las argentinas no siguieron con la misma masividad y entusiasmo la nueva instancia de discusión entre Javier Milei, Sergio Massa, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. La transmisión desde la Facultad de Derecho de la UBA contó con la misma cobertura que la realizada en el Fórum de Santiago del Estero, con todas las señales informativas y cuatro de los seis canales de TV abierta retransmitiéndolo en directo. Y si bien la suma total de audiencia entre todos los canales llegó a alcanzar picos de 36,5 puntos en la primera hora y de casi 39 en la segunda, la cosecha se ubicó por debajo de la que tuvo una semana atrás, cuando las dos horas del debate promediaron 39,8 puntos de rating en la suma de todas las pantallas, con picos que oscilaron los 45 puntos durante la segunda hora.

Con la moderación de los periodistas Marcelo Bonelli (El Trece), Soledad Larghi (América), Mariana Verón (El Nueve) y Sergio Roulier (Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas), la producción de CAPIT volvió acaparar la atención televisiva en la noche del domingo. La última instancia previa a la elección del 22 de octubre volvió a convertirse en un acontecimiento televisivo, aunque su valoración como espacio de discusión y educación política aún suscita dudas.

A las 21, con el inicio de la transmisión, el rating total del debate superaba los 31 puntos de rating entre los canales de aire y los de la TV Paga que lo transmitieron, una cifra muy similar a la del domingo pasado. En ese horario, en TV abierta El Trece acaparaba la mayor audiencia con un promedio de 6,9 puntos y era la pantalla más elegida para seguir la instancia ahora obligatoria organizada por la Cámara Nacional Electoral. La señal del Grupo Clarín superaba en ese momento los 2,1 puntos de América y los 1,7 de la TV Pública. Esa tendencia se mantuvo durante los siguientes minutos, aunque a las 21.30 las audiencias mostraron algunas modificaciones: El Trece había bajado a 5,3 puntos, mientras que la TV Pública subía a 3,7 y América se mantenía en torno a 2,2 puntos. A esa hora, Telefe era la pantalla de aire más vista gracias a los 6,3 puntos que medía una de las repeticiones del ciclo de preguntas y respuestas Pasapalabra, mientras que en El Nueve el magazine nocturno Vivo para vos llegaba a 1,2 puntos.

Al igual que la semana pasada, la mayoría de los televidentes eligieron seguir el debate a través de las señales informativas, que planificaron programaciones especiales en la previa y fueron calentando sus pantallas. La audiencia global del segundo debate presidencial no alcanzó la del primero. A las 21, el encendido de los canales informativos superaba los 18 puntos: TN lideraba con una audiencia de 5,4 puntos, superando los 5 puntos de LN+, los 4,3 de C5N, el 1,1 de Canal 26, el punto de rating de A24 y Crónica, y los 0,8 de IP. A las 21,30, TN subía a 7,2 puntos, LN+ a 5,1, C5N a 4,6, A24 a 3,5, Canal 26 a 2,3, Crónica a 0,9 e IP cerraba a 0,8.

En total, a las 21.30 el debate tuvo una audiencia televisiva total de 36,5 puntos, contra los 38 puntos que a esa misma hora medía el domingo anterior. A las 22.20, la audiencia subió a 38,6 puntos, lejos de los casi 42 puntos que a esa altura del domingo pasado sumaba la transmisión. Incluso, veinte minutos después el rating total bajó a 37,8.

El segundo debate presidencial marcó la agenda mediática del domingo, aunque no llegó a monopolizarla. A diferencia de la jornada en la que se realizó la instancia en Santiago del Estero, la cobertura televisiva esta vez compartió cartel con la guerra entre Israel y las milicias de Gaza, que ocupó buena parte del tiempo en las señales informativas, dada la magnitud de los acontecimientos. Aún así, los móviles en vivo desde la Facultad de Derecho trabajaron desde bien temprano, con cronistas acreditados que mostraron el plan de seguridad en los alrededores de la sede la UBA. Las principales figuras de cada canal recién se sumaron por la noche, a medida que el inicio del debate se acercaba, con análisis que intentaron dilucidar la posición de cada candidato respecto de Seguridad, Trabajo y producción, y Desarrollo humano, vivienda y protección del ambiente, los tres tópicos de esta segunda instancia, que acaparó menos audiencia que el primero.