El borrador de reforma laboral del gobierno de Javier Milei incluye el regreso de los «tickets canasta», un mecanismo de los ’90 que permite a las empresas pagar hasta el 20% del salario en vales de alimentos sin aportes previsionales ni impacto en indemnizaciones.
📊 Qué son y cómo funcionan
Creados por el DNU 1477/89 y regulados en 1996, los tickets canasta permitían reemplazar parte del sueldo por vouchers para supermercados. La diferencia clave: no cuentan como salario. Resultado: menos aportes jubilatorios, menor aguinaldo y base de indemnización reducida.
Fueron derogados en 2007 tras escándalos de corrupción y presión sindical. Ahora vuelven como parte del «Pacto de Mayo», que también propone extensión de jornada laboral y modificaciones en vacaciones.
💰 El negocio detrás de los vales
Para las empresas, es optimización de costos: ahorro en cargas sociales sin tocar salario nominal. Para los trabajadores, es precarización: los vales no son flexibles, no se actualizan con inflación y reducen derechos futuros.
Un estudio de Zubán Córdoba (enero 2025) mostró que el 81,3% de los argentinos rechaza la medida. Solo el 13,3% la ve positiva. Este relevamiento se hizo porque los empresarios de esa región son los que vienen impulsando con fuerza está reforma.
🧠 ¿Reforma o retroceso?
El Gobierno insiste en que actualiza un mercado laboral «anacrónico». Los sindicatos denuncian que es ajuste disfrazado. La historia argentina ya probó este modelo: funcionó para empresas, no para trabajadores.
La pregunta de fondo no es si los tickets canasta son técnicamente viables, sino si Argentina puede sostener crecimiento económico con trabajadores que cobran en vales mientras sus jubilaciones futuras se licúan.