OPINIÓN

«Repensar el peronismo: ideas y conductas», por Javier Rodriguez

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Es fácil oponerse a las ideas libertarias, o a las neoliberales. Cualquier peronista sabe cómo hacerlo.
Es fácil señalar barbaridades en las políticas que quiere implementar el gobierno Milei. Cualquier peronista sabe cómo hacerlo.

No cuesta mucho individualizar los obstáculos institucionales a los que se enfrenta hoy el Gobierno Milei. Cualquier peronista sabe cómo hacerlo.

Es posible señalar claramente las posibles repercusiones sociales y políticas que se generarán a corto y/o mediano plazo. Cualquier peronista saber cómo hacerlo.

Podemos debatir acerca de los mejores métodos y tiempos para organizar la Resistencia. Cualquier peronista sabe cómo hacerlo.

Pero nosotros tenemos que enfocarnos en la situación del peronismo, del movimiento nacional y popular en la Argentina

Porque venimos de dos derrotas: la electoral, y la de no haber podido gobernar en consonancia con lo que el Pueblo requería de nosotros

Más allá de identificar culpables, personas o sectores, quisiera hablar de cosas que nos pasaron colectivamente

Tengo presentes dos cuestiones que señalara el General Perón: una, recordar la teoría del péndulo, según la cual cuando algo se va hasta un extremo hacia un lado, seguramente luego volverá hacia el extremo opuesto. Otra, aquella afirmación de que él no había inventado nada, sino escuchado al Pueblo y ejecutado lo que éste quería.

¿Qué cosas decía el Pueblo Argentino y que no escuchábamos, ocupados en explicarle que nuestras ideas eran las correctas? Haré una síntesis de algunas que se me ocurren, seguramente hay otras. Y podemos ver cuestiones teóricas y otras relacionadas a las conductas de dirigentes y, por qué no, también militantes:

A) El Estado soluciona todo. Podríamos decir que esta es una de las cuestiones centrales. Nuestra propuesta a casi todo está en el Estado. Y en la vivencia cotidiana de las personas, este no da respuestas o, peor, es el obstáculo. No creo que haga falta dar demasiadas precisiones sobre este tema.
B) La libertad es una idea secundaria. Como producto, entre otras cosas, de las nuevas estructuras socio – laborales, las tecnologías, y el efecto de la pandemia y las restricciones que trajo, el tema de la libertad se potenció enormemente. Le desconfiamos, lo asociamos al individualismo y la falta de solidaridad, en vez de comprenderlo e integrarlo.C) Un poco de déficit fiscal no importa. Nada que se asocie con la “ortodoxia económica” puede ser correcto. Keynes mal entendido de la mañana a la noche.D) Un poco de corrupción (si no te descubren) no importa. Esto es una idea, y una conducta, generalizada. Los “gastos de la política”, negarse a la moral pequeño burguesa, nunca faltan excusas.
E) El abuso de los derechos de las minorías. Gran legado del progresismo, que merece ser analizado en profundidad.
F) En temas de género, las mujeres siempre tienen razón.
G) Se instaló el que éramos garantistas, que victimizábamos a los delincuentes, que nos oponíamos a toda forma de orden o represión.
H) La partidización de los Derechos Humanos. Otro tema liminar. Como un a causa de todos puede degradarse, reduciéndola a una sola de sus temáticas, y todas las derivas conocidas. Hasta comenzar a resucitar los demonios, por aquello del péndulo.
I) Quedamos incluidos mecánicamente en el campo de las “izquierdas” y enfrentados a las “derechas”. Contradictorio con la historia y los elementos doctrinarios del peronismo, y absolutamente fuera de la realidad actual.
J) El exceso de discusión histórica. “Cuando la historia toma un predominio demasiado grande, la vida se disgrega y decae…” (Nietzsche). Por algo Perón responde a los “nacionalistas” que se quejaban acerca de los nombres de los ferrocarriles, que con los líos que tenía con los vivos, ellos le querían hacer pelear con los muertos.
K) Las “orgas”. Una forma de organización que había demostrado con creces sus límites en décadas pasadas, fue revivida y volvió a fracasar.
L) Explícita o implícitamente, teníamos confianza en que serían siempre peronistas los pobres, siempre que nos ocupemos de sus necesidades básicas, y los jóvenes, ya que representábamos la rebeldía y el antisistema. En política práctica, teníamos que dividir el voto de las clases medias y el no peronismo, y ganaríamos siempre. Valía, por ejemplo, ayudar a crecer a Javier Milei. Nadie se acordó la historia de Frankestein …
M) Las normas internacionales no importan. El ejemplo de Kicilloff (y Zannini) en el proceso que culminó con el fallo reciente en EEUU por la expropiación de YPF es un ejemplo claro.
N) En uno de los libros clave para entender el pensamiento de La Cámpora, dice textualmente: “Que es el buen gobierno? Para la militancia, gobernar es crear militantes. Si busca el poder estatal es con este único fin, dotarse de más recursos para producirse a sí misma en tanto que otro o para otro. Gobernar no se reduce en absoluto a “resolver los problemas de la gente” ni, menos que menos, a “administrar los conflictos sociales””. (La militancia) no quiere engendrar soluciones de gestión, porque eso sería engendrar inocentes en masa. Quiere producir militantes (…) cada línea de acción gubernamental es cuánta gente se sumó a militar, directa o indirectamente, como consecuencia de esa medida”. “La organización permanente”, Damián Selci, (actual Intendente de Hurlingham), pag. 255. Está todo dicho.
O) En materia de política internacional, seríamos, ante todo, “antinorteamericanos”. Braden o Perón. Por eso se puede ver a Putin como progresista, o defender gobiernos como los de Venezuela o Nicaragua.
P) Los trapos sucios se pueden lavar en público. La disputa interna durante el gobierno de Alberto Fernández – Cristina Kirchner fue vergonzosa y altamente dañina.
Q) Se pueden tomar medidas comunicacionalmente importantes como Vicentín, sin analizarlas a fondo, y después retroceder, sin costo
R) Se pueden exhibir obscenas situaciones público – privadas como la fiesta en Olivos, sin costo
S) En materia laboral, los trabajadores siempre tienen razón. Tanto en las multinacionales como en las Pymes, y aún cuando la actitud negativa del empleado haya sido flagrante.
T) Somos indestructibles, podemos convencer a la gente hablando de Perón Evita, la Resistencia, Néstor y Cristina…
U) Podemos demonizar totalmente una época, como la de Menem, y creer que con eso la destruimos por completo
V) Podemos insistir con el relato de la generación diezmada y los 30000 desaparecidos, sin pensar que puede aparecer su contracara, o que nuevas generaciones no sientan que es un elemento central en sus vidas.
W) La comunicación no es unidireccional, ni en contra ni en favor nuestro. Hay mecanismos más complejos, ´potenciados por las nuevas tecnologías.
X) “Vamos por todo”, “hagan un partido político si quieren opinar”, “ganen las elecciones si quieren presentar un pedido de informes”, “amigo – enemigo”, hegemonía, y otras lindezas. Existe el bumerang.
Y) Muchos compañeros siguen discutiendo acerca de la superioridad del socialismo sobre el capitalismo. Huelgan los comentarios.
Obviamente, pueden faltar temas, o me puedo equivocar en alguno.
Pero adhiero a lo que dice Federico Zapata: “el Peronismo debe estar menos enamorado de sí mismo y más de Argentina”. “No e solo una crisis de liderazgos. Creo que si creemos eso el peronismo va a tener problemas serios de relación con la sociedad. Es una crisis también paradigmática, es decir del marco conceptual que el peronismo abrazó en estos últimos veinte años.”
Insisto, es conceptual, y también de conductas. Aquello de Primero la Patria, después el Movimiento y por último los hombres, lo cual, si no vemos desvirtuado en el día a día, es porque estamos mirando otra película.

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