Tenemos que repensar todo hacia adentro del propio espacio, las actitudes conformistas, la falta de voluntad concreta de cuestionar un sistema profundamente injusto como el que vivimos, utilizando las herramientas con que contamos y creando las que nos faltan para modificar las estructuras establecidas, que vienen siendo mantenidas y consolidadas por años, nos puso en una situación de agotamiento para dar alguna respuesta válida a las crisis que atravesamos.
La respuesta de salida no puede repetir los mismos esquemas, y no puede ser interpretada y conducida por quienes nos llevaron al fracaso.
No hay irreemplazables, deberán correrse los que no estuvieron a la altura y que no pueden estarlo ahora ni a futuro.
Insisto mucho, hasta el cansancio entre el adentro y el afuera, los propios que están adentro conservan sus espacios y privilegios y juegan sus fichas a que poco o nada cambie para mantenerse en sus posiciones.
Las respuesta, como el fuego que calienta la olla, tiene que venir desde abajo, desde una organización genuina, que no tenga pertenencias ni respondan a acuerdos cupulares.
La conducción está en cuestión, demostró su inexistencia o su falta de eficacia, hay que reconstruirla, basados en la idea movimientista, con doctrina y estrategia clara, que llegue al Pueblo, porque nace y se edifica desde él.
Por ahí creo que es el camino, tenemos que comenzar a recorrerlo de inmediato.