A tres días de la derrota de Juntos por el Cambio y minutos antes de que Patricia Bullrich anunciara su apoyo a La Libertad Avanza, Elisa Carrió desempolvó el ventilador. “Siempre (Mauricio) Macri jugó para (Javier) Milei y para la destrucción de Juntos por el Cambio”, lanzó con todas las letras lo que en campaña no se permitió. “El kirchnerismo ya ganó”, anunció. Responsabilizó al magnate por “desgastar a Horacio (Rodríguez Larreta)”, por “entregarla a Patricia” y por no elegir a Diego Santilli como candidato a gobernador bonaerense. Llamó a “impugnar el voto” en el balotage, advirtió que “una parte del PRO” coincide con esa posición, alertó que un eventual gobierno del minarquista “va a conducir a delitos de lesa humanidad” y adelantó que “la sociedad va a repensar y va a pedir perdón el año que viene”.
Lilita anticipó a principios de junio que “el lado oscuro” de Macri “está jugando para que pierda Juntos por el Cambio”. En julio anunció que haría “reposo absoluto algunos meses”. A fines de agosto, tras las derrota en las PASO, dejó trascender su renuncia a la candidatura al Parlasur y dijo que se llamaría a silencio por “razones de salud”. El domingo se mostró sonriente en el escenario fúnebre y le dio dos besos a los restos de Bullrich. Ayer habló:
“La causa republicana permanece, los hombres y las mujeres pasan. La causa de la república, la causa anticorrupción, la causa por la libertad y la causa por la compasión, la justicia social y la libre ciudadanía permanece. La libertad no es el deseo, la libertad es la responsabilidad”, reflexionó a modo de introducción. “En consecuencia, nosotros no vamos a someternos a ninguna extorsión, aunque provenga de un pueblo (sic). No vamos a dar el salto al vacío para la venta de órganos, porque viola los derechos humanos, no estamos de acuerdo con la venta de niños y la legalización del narcotráfico, todo esto va a conducir a delitos de lesa humanidad”, advirtió en referencia tácita a los denominados libertarios.