OPINIÓN

Tierra del Fuego y las Islas Malvinas por Emilio Augusto Raffo

Published

on

Mediante la sanción de la ley 23.775 del año 1990, se dispuso la provincialización de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. En 2009 se determinó más específicamente el territorio que abarca la nueva provincia, incluyendo las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich, entre otras islas e islotes en aguas interiores, generadas en virtud del nuevo territorio provincial.

Sólo habré de detenerme un instante en la acertada idea de mantener viva la llama de esa gran causa nacional, como lo es la cuestión atinente a la Soberanía Nacional en el sector e ingreso al Puerto de Ushuaia.

Aproximadamente hasta el año 2016 -no sé desde cuándo- había una pintada en dicho acceso con una leyenda que decía: “Prohibido el amarre de los buques piratas ingleses”.

Con posterioridad se cambió esa leyenda por otra en la que, sin duda alguna, queda clara la esencia de la defensa de nuestro territorio: “Las Malvinas, fueron, son y serán argentinas

Desde no hace mucho tiempo luce un cartel, más institucional, en donde se deja constancia de que las Islas Malvinas y demás forman parte del territorio de la provincia de Tierra del Fuego, así como también se resalta “la ocupación ilegal del Reino Unido de Gran Bretaña” de las Islas del Atlántico Sur.

Me he detenido en estas imágenes, que han permanecido en el periodo indicado, sin mayores precisiones -obvio- para dejar constancia de la simple e importantísima labor de las distintas autoridades que han estado a cargo del puerto de la ciudad de Ushuaia para hacer saber al mundo entero nuestra legítima pretensión soberana sobre ese territorio argentino, y de la permanente insistencia de nuestras autoridades en mantener la vigencia de la Resolución 2065 de la Asamblea de las Naciones Unidas.

Debemos recordar, aunque ello hubiese sido sólo un lapsus, cuando el ingeniero Macri dijo en un reportaje: “Nunca entendí los temas de soberanía en un país tan grande como el nuestro” (Página 12, 1997), para agregar que su recuperación demandaría “un fuerte déficit adicional”. Y en consonancia con ello, la ahora candidata a presidenta, Patricia Bullrich, propuso dar las islas a cambio de vacunas para menguar los efectos del Covid-19. En ambos casos debieron dar sutiles explicaciones.

Está claro que la guerra desatada por la recuperación de nuestras Islas Malvinas fue desacertada desde su inicio y pésimamente conducida, aún con actos heroicos de algunos soldados.

Deberíamos también recordar lo manifestado en tal sentido por el ex presidente Raúl Alfonsín en cuanto a que nuestro país “nunca debió embarcarse ni entusiasmarse con esa aventura…” En consonancia con ello, el ex mandatario Carlos Menem reivindicó la soberanía sobre las islas pese a haber impulsado acuerdos de cooperación petrolera y pesca, que sería oportuno revisar.

En 1999, el ex Jefe de Gobierno de la Capital Federal, Fernando De la Rúa, reclamó ante el Príncipe Carlos, hoy Rey del Reino Unido: “Quisiera que sea testigo de nuestro compromiso de solucionar en forma pacífica nuestras diferencias. En especial nuestro firme reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas”.

A su turno, el ex presidente Eduardo Duhalde también dejó sentada su posición al señalar, en el 21º aniversario del inicio del conflicto armado, que “las Malvinas han sido, son y serán argentinas”.

En 2004, el ex primer mandatario Néstor Kirchner señaló que deseaba “asumir con claridad la adhesión a la conducta a la defensa de la soberanía nacional, a la dignidad, a la calidad de héroes y mártires nacionales que deben verse honrados sin excusas en todo el ámbito de nuestra Patria. No se puede confundir lo que significó esa lucha con la coyuntura…”

Por su lado, el actual presidente, Alberto Fernández, manifestó ante un medio inglés: “Yo creo que la razón siempre vence, y nosotros tenemos la razón”.

En su momento, al cumplirse 41 años de esa gesta, la actual vicepresidenta agregó, sin medias tintas, que las Malvinas “son argentinas”, homenajeando “a los caídos y ex combatientes (…) con orgullo, respeto y honor”.

Antes de ello, en su rol de presidenta y ante la Asamblea de Naciones Unidas -como lo hiciera en diversas oportunidades en distintos foros-, había sostenido que Gran Bretaña “debía respetar las resoluciones de la ONU” y la “reanudación de las negociaciones” que se iniciaron en 1974 durante el tercer gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, en consonancia con la ya recordada Resolución 2065 de la Asamblea de las Naciones Unidas aprobada durante la administración de Arturo Illia (tal vez el mayor logro en su gestión).

Se preguntará el osado lector que aún continúa mirando estas desordenadas líneas cuál es la razón de las mismas, si ninguna fecha coincide hoy con eventos relacionados con nuestra soberanía o los legítimos e irrenunciables reclamos sobre Malvinas y demás del Atlántico Sur… Tal vez el natalicio de Juan Bautista Alberdi, que dio origen a la celebración del Día del Abogado en nuestra Patria, sea un momento oportuno para que las asociaciones de abogados de nuestra Argentina y la Región (OEA incluida) formulen peticiones a las autoridades correspondientes para mantener viva la llama del legítimo reclamo, como lo hacen los estibadores portuarios del Puerto de Ushuaia.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Tendencias

Copyright © 2022