OPINIÓN

De la guerra del guano a la guerra del litio por Ibar Lucero

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En 1873 se produce la primera crisis capitalista con el crack bancario en Europa, que va a llegar a EEUU. Es la expansión del capitalismo a nivel mundial.

La crisis produce la caída abrupta de los precios de los productos chilenos, el cobre y la plata (43% de la producción mundial). La plata deja de ser moneda en Europa y en EEUU encuentran un nuevo yacimiento. Perú es uno de los países más endeudados.
Chile y Bolivia tenían un tratado de límites en discusión. La minería era explotada en Chile por una empresa británica, la “Compañía de Salitrales y FFCC de Antofagasta”. Junto con el salitre, la compañía explotaba y exportaba, a distintos países de Europa, el guano (deposición de los millones de aves marinas en las costas del desierto de Atacama, territorio boliviano en ese momento), rico en fosfatos y nitrógeno, que se utilizaba como abono para enriquecer las exhaustas tierras europeas y aumentar la producción de sus bajas cosechas.
El salitre era utilizado por la industria militar para la fabricación de explosivos.
Todo comenzó, cuando Bolivia – durante la recesión – impuso un impuesto a la compañía británica de 10 centavos por quintal de salitre y guano, que se extrajera y exportara de territorio boliviano. La compañía británica se negó a pagar y el gobierno boliviano decidió embargar a la compañía inglesa.
Perú nacionalizó las empresas salitreras/guaneras e intentó romper el monopolio británico.
Chile declaró la Guerra a Perú.
La flota de Chile (país marítimo por excelencia, por su situación geográfica) estaba fortalecida por la inclusión de algunas modernas fragatas, la mayoría construidas en Inglaterra y por una importante flota de naves mercantes, que se convirtieron en transporte de tropas, víveres, municiones y heridos, por toda la costa, dándole movilidad y rapidez al ejército chileno.
Bolivia no tenía armamento moderno, ni Marina de Guerra. Todo quedó en manos de las Fuerzas Navales Peruanas. EEUU les vendió armas livianas a los dos países.
En Argentina, se movilizó a las fuerzas de la Guardia Nacional, que regresaba del Paraguay al finalizar la Guerra, y el Gral. Roca impulsó la llamada “Conquista del Desierto”, con tres columnas: una desde Bs As, por Las Salinas Grandes hasta Choele-Choel; otra desde la frontera de Mendoza, sobre los Pehuenches y; la tercera desde Córdoba y San Luis, barriendo toda la pampa y empujando sobre la cordillera al sur a los Vorogas, Ranculches y Pehuenches, ocupando de ese modo todo el sur y la Patagonia.
En el norte, el comandante Fontana va a desarrollar “La Expedición al Gran Chaco”, reduciendo a las múltiples tribus que lo habitaban desde mucho antes de la llegada del español. En la Banda Oriental, el Gral. Rivera va a llevar una acción parecida, atacando a los Charrúas.
Chile dio garantía a las empresas británicas que su propiedad e inversiones en los salitrales serian respetadas, si ayudaban con buques y armas.
Las fuerzas bolivianas, mal armadas y peor instruidas en una guerra “moderna”, no pudiendo resistir al desembarco chileno en el puerto de Antofagasta, se retiraron al altiplano, donde la geografía les era propicia y conocida, y sus tropas, acostumbradas a la altura, resistieron en las cercanías del Salar de Uyuni, cerrando el paso chileno a su capital La Paz y a la toma del salitral (donde ahora están las reservas de litio más importantes de América del Sur), pero perdieron Antofagasta, puerto y salida al mar, además del Desierto de Atacama.
Perú tuvo una derrota que, creo, le costó la guerra, al perder su nave más moderna y poderosa, el crucero Huascar, tomado por asalto, en abordaje de la manera más primitiva de los combates navales. Resistió en Lima, pero no pudo contener el desembarco de las fuerzas chilenas, que tomaron la capital y, de esa manera, dieron fin a la guerra.
Chile incorporó a su territorio el espacio que va desde Antofagasta hasta Arica y Tacna, y ocupó la capital de los virreyes, Lima, por espacio de casi dos años.
El Imperialismo Británico fue el único ganador de esta guerra.

La Guerra del LITIO

Bolivia, Chile y Argentina forman lo que se da a llamar el Triángulo del Litio en América del Sur. Bolivia, en el Salar de Uyuni (el mismo en que el ejército boliviano resistió al avance chileno a La Paz); Chile, en el desierto de Atacama, donde estaban las guaneras y el salitre que produjo la otra guerra hace 150 años; y Argentina, en el Salar del Hombre Muerto, en el sur de la Puna Jujeña de Atacama, en Antofagasta de la Sierra, a 4000 m de altura (aquí ya está una empresa norteamericana).
En un mundo donde los científicos alertan permanentemente sobre el efecto nocivo de la combustión de naftas, gas-oil y derivados del petróleo, sobre la salud y como generador del calentamiento global que, entre otras cosas, está descongelando el Ártico y tiene un efecto menor, pero parecido, en la Antártida, el litio se utiliza en la fabricación de baterías para la electromovilidad de naves y transportes terrestres, teléfonos celulares o computadoras y ha cambiado la matriz energética. Toda esta producción está liderada por China.
Chile fue el país de América Latina donde se comenzó su explotación en 1968, por la Anaconda Mining Company, empresa norteamericana que originalmente explotaba cobre.
Bolivia y Rusia (a la que EEUU no considera su enemiga en América Latina) en el 2013, acuerdan que Rusia hará la inversión para la construcción de un centro atómico en El Alto, a 4000 m, donde está el aeropuerto de La Paz. Será el más grande de Latinoamérica, conjuntamente con un reactor nuclear de 30 millones de ciclotrones y la concesión de 160 becas para estudiar medicina nuclear, como también un acelerador de partículas, para el 2023.
Bolivia firmó convenio con empresas chinas para la explotación del litio. Crisis política y golpe de Estado, renuncia del presidente Evo Morales: el golpe fue consecuencia del acuerdo con China.
Bolivia tiene las mayores reservas de Litio en Potosí y Oruro, a pocos quilómetros de la frontera con Argentina, en el Salar de Uyuni, conectado con el Salar de Coipasa (Oruro). Hay un principio de acuerdo entre una empresa china y el gobierno de Luis Arce, pero lo que está en marcha, para la industrialización con YLB (Yacimientos de Litio Boliviano) es el acuerdo con Rusia (que no es rival de EEUU en AL).

Situación de Perú

El Congreso de Perú votó la destitución de Pedro Castillo, que llegó a presidente con el 51,25 % de los votos en la segunda vuelta, sobre el 48% de Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori, preso por Administración Fraudulenta, con pena por 25 años. Esperaba el triunfo de su hija, por la posibilidad del indulto o rebaja de la pena.
Pedro Castillo llegó al gobierno, no solo con el voto del campesinado y la izquierda tradicional, sino también con el apoyo de antiguos cuadros y sobrevivientes de la guerrilla y un importante sector de la clase media intelectual y ex Velazquistas que lo votaron para que no ganara el Fujimorismo. En realidad, votaron contra Keiko y lo que ella representa.
Castillo fue acusado, a los cinco meses de Gobierno, por la Fiscalía de Estado, por conspiración en su intento por disolver el Parlamento. Fue destituido y la presidencia ocupada por la vicepresidenta Dina Boluarte.
La fragmentación del Parlamento Peruano, producida por el Fujimorismo, con múltiples y pequeños partidos políticos locales, vecinales y regionales – a veces tienen un solo legislador – lleva a tener una negociación permanente y dificulta la toma rápida de decisiones del presidente.
La caída y prisión de Pedro Castillo, un pacifico maestro de escuela primaria de la sierra, que se define como de izquierda, provocó una insurrección generalizada y, en distintos lugares del Perú, de vastos sectores de la población y una feroz represión de las FFAA, desatada por la exvicepresidenta y su Primer Ministro Alberto Otarola, que lleva más de 70 muertos y cientos de heridos.
Las movilizaciones piden la renuncia de la presidenta y del ministro Otarola, así como el llamado a nuevas elecciones. Pero el Parlamento se niega a votar la ley que lo permitiría y la presidenta, a renunciar.
La presidenta está cada vez más cerca del Fujimorismo y, junto con este Parlamento, tal como está constituido, son los encargados de llevar la negociación de las nuevas concesiones mineras, que finalizan este año, todas en manos de multinacionales extranjeras y por 30 años.
Si renuncian, habrá elecciones y serán otros legisladores los que cumplirán esta tarea. Este es uno de los motivos POR LO QUE SE AFERRAN A SUS CARGOS.
La expresidenta y presidenta actual de Perú, Dina Boluarte, es abogada y ex alcaldesa de Surquevillo, ex miembro del Partido Perú Libertario. Dice ser de izquierda. Ahora es miembro de Perú Libre, junto a su primer ministro y corresponsable de la represión, Alberto Otarola, que fuera socialista revolucionario, en las décadas 70/80.
“Perú Libre” integró el frente de Pedro Castillo. Así alcanzó la candidatura a vicepresidenta y, con su triunfo, el Ministerio de Desarrollo Social. Es una típica representante de la reconversión de sectores de izquierda a la derecha neoliberal (en Argentina hay algunos ejemplos), en este caso a las cercanías del Fujimorismo.

Situación Actual

En su visita a América del Sur, la Generala comandante del Cono Sur para EEUU definió las prioridades de su país en nuestro continente:
1_el triángulo del litio, en Bolivia, Argentina y Chile;
2_las reservas de petróleo, en Venezuela, Guyana y Bolivia;
3_el agua dulce del Acuífero Guaraní y de los grandes ríos del Amazonas; y
4_el oro del Perú.
EEUU necesita el litio de Bolivia y evitar que China tenga acceso. Todo el desarrollo en inteligencia artificial, la robótica, la computación cuántica, la biónica, los automóviles eléctricos dependen del litio. Por eso, derrocaron a Evo Morales – el mismo lo reconoció en la reunión de la CELAC en Bs As, este año, pero la reacción del pueblo boliviano, los hizo fracasar.
Por eso, hay que tener bien en cuenta la propuesta del diputado Fujimorista y ex presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso Nacional, Ernesto Bustamante, que planteó la necesidad que Perú invada a Bolivia, se apropie de la zona del litio y lo explote para EEUU. Estaba planteando un seguro acompañamiento del Ejército Norteamericano para la supuesta invasión.
El presidente Putin ya habló del tema y manifestó que, si Bolivia es atacada, Rusia la va a ayudar.
El fantasma del conflicto armado está en nuestra frontera y dentro de nuestro territorio, junto a dos de los actores que, hace 100 años, por un recurso común, le era necesario a los imperios de la época. En este mismo lugar destruyeron una generación y dejaron rencores que llegan hasta hoy día.
La primera vez fue una tragedia y, si ocurre por segunda vez, no será una comedia, será una tragedia mayor.

Lic. Ibar LUCERO

Politólogo, secretario de RRII
Fundación Promoción Humana

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