La reciente decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de incrementar y re distribuir a favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires una relevante masa financiera que puede superar algunos presupuestos provinciales no hace mas que indicar el carácter regresivo de la medida y de agudizar los problemas de distribucion presupuestaria de la Argentina.
Es de larga data la presentación de diversos proyectos para el dictado de una nueva Ley de Cooparticipacion Nacional pues además de las conocidas disparidades regionales que se presentan en cuanto a composición demográfica y dotación de recursos propios provinciales y por ende de la actividad productiva se ha generado un efecto pernicioso donde varios estados provinciales son importantes aportantes pero que su retribución fiscal efectiva es regresiva como es bien conocido el caso de la Provincia de Buenos Aires que por porte geográfico es la mayor.
Un dato quizás soslayado en este conflicto es el problema de la radicalidad fiscal de la actividad económica pues siendo el conocido muletillo donde se produce no es donde se acumula los domicilios fiscales de las empresas no son in situ es decir la actividad productiva está radicada en una provincia mientras que su tributación final se genera en la Ciudad de Buenos Aires.
Se produce un efecto de fuga fiscal agravada por la incidencia real de los fondos concretos obtenidos por la Coparticipación Federal de Impuestos lo que hace a la provincia en cuestión dependiente de ese recurso y de no poder contar con ese ingreso al interior de su propio territorio.
Además de ello, dentro del Sistema Coparticipativo no todos los tributos son re distribuidos al igual entre la Nación, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires permeando un carácter cuasi unitario al sistema impositivo.
Paralelamente luego de la llamada distribución secundaria del recurso fiscal se abre un paréntesis de carácter espacial para el análisis in situ de su destino final que dada las características de los estados provinciales tienen una fuerte impronta territorial via la llamada obra publica donde este proceso de materialización tributaria todavía no es un objeto de estudio relevante y que puede aportar un manejo aun mas efectivo de los recursos.
Si disponemos de los sistemas informativos y del uso de sistemas de información geográfica podremos saber el origen y el destino preciso de los tributos como así también proyectar futuras demandas en cada provincia.
El mapeo permitirá no solo su materialización sino su análisis comparativo en términos locales, provinciales y nacionales evaluando espacios de mayor fragilidad y desde allí direccionar la masa monetaria.
La cartografía resultante tendrá un impacto directo en cualquier disputa entre los distintos distritos al materializar concretamente cual es el origen y el destino de cada centavo coparticipable.
El conflicto su citado recientemente no hace mas que señalar la necesidad de labrar una nueva Ley Nacional de Coparticipación Federal de Impuestos en la Argentina.
Ezequiel Beer
Geógrafo UBA
Analista Político