“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”
Ramon Carrillo
(Primer ministro de Salud Pública de la Argentina y padre del Sanitarismo Argentino.)
LA GENETICA DE LA POBREZA
Bajo el título: “¿Existe una genética de la pobreza? El nuevo concepto que puede revolucionar el acceso a la salud” Infobae publico una entrevista al cardiólogo argentino Oscar Cingolani, que desde el Hospital Johns Hopkins, de EE.UU. explica como nuevos descubrimientos determinan qué las desigualdades sociales generan cambios a nivel genético ( o quizás más precisamente debería decirse epigenético) que cambian el paradigma de la medicina actual.
Se pudo comprobar que las desigualdades sociales no son inocuas, dejan marcas en las generaciones actuales, en las venideras y tienen un impacto directo en la salud pública de las sociedades. Las consecuencias de las mismas como a desnutrición, el estrés de vida y la violencia, la automedicación, el exceso de alcohol o el consumo de estupefacientes, etc., se meten “debajo de la piel” de las personas vulnerables, quienes se convertirán de manera inexorable en futuros pacientes, con sus organismos que conformarán la genética de esas poblaciones pobres y vulnerables. Este combo impulsa el cambio del paradigma en torno de la mirada de la medicina.
El paper publicado en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos (PNAS) —una de las más prestigiosas del mundo por su restrictivo criterio para seleccionar estudios de máximo nivel científico— planteó que las personas que viven o crecen en condiciones de vulnerabilidad expresan una cierta genética que las predispone a enfermedades transmisibles, no transmisibles y crónicas, en lo que se conoce como epigenética o se podría interpretar como una suerte de Genética de la Pobreza.
PERONISMO, CARRILLO Y LA MEDICINA SOCIAL
Es positivo esto que ahora constata científicamente la medicina actual respecto de la pobreza y las desigualdades sociales en su impacto en la salud de la población, pero bueno es rescatar como epopeya sanitaria que ya hace 70 años el peronismo y Ramon Carrillo con la Medicina Social como rama del Sanitarismo dio respuesta y solución concreta en este terreno.
Muchas son las acciones y realizaciones en ese sentido: Vivienda digna, buenos Salarios, trabajo y seguridad laboral, alimentación, condiciones de higiene y ambientales satisfactorias, educación, vacaciones, sociedad previsible, etc. pero en honor a la brevedad quedémonos solo con dos definiciones de esa epopeya sanitaria: una de Carrillo y otra de rango constitucional.
En la Constitución Justicialista de 1949 por primera vez se incorporó el concepto de Salud Pública como obligación del Estado, involucrando “no solamente la salud física sino la salud espiritual y la salud social”, asegurando para todos la alimentación, un mínimo de trabajo, condiciones de vida digna y considerando que el cuidado de la salud del conjunto de la población es responsabilidad del Estado en el marco de una acción colectiva. De ahí la creciente injerencia del Estado Nacional en la planificación, inversión y administración de los servicios de salud.
En la Teoría del Hospital (1951) Ramon Carrillo expresa: “Los problemas de la medicina, como rama del Estado, no podrán ser resueltos si la política sanitaria no está respaldada por una política social. Del mismo modo que no puede existir una política social sin una economía organizada en beneficio de la mayoría”.
La política de salud pública responde a la Doctrina Política gobernante.
Si se tiene en baja consideración la salud de la población se puede caer en el concepto de subsidiariedad del estado como en la época de Martínez de Hoz o directamente desjerarquizar institucionalmente la salud como hizo recientemente Mauricio Macri.
Pero cuando se quiere jerarquizar y promover la salud de la población bueno es recordar esa epopeya sanitaria que nos legara desde la historia el binomio Perón-Carrillo que nos dice que si existe conocimiento, decisión y voluntad política … TODO ES POSIBLE.
Ariel Rolfo