El Ministro de “JUSTICIA” (valen las comillas) Cuneo Libarona en declaraciones públicas expresó que “ la cárcel común para los represores era “un tema que a mi juicio me produce mucha indignación desde el punto de vista de la justicia, de la situación de estas personas, que merecerían morirse en su casa con una tobillera y de la mano de su esposa».
Está claro que habla en nombre de una “justicia” que convalidó no solo el golpe de estado de 1976, que violó la Constitución Nacional, que avaló el genocido, asesinando y despareciendo a más de 30.000 argentinos, que robo niños y les arrebató su identidad , que realizó las torturas más brutales a los que hay que sumarles los que pasaron años en las cárceles sin juicio y a quienes perdieron sus trabajos, por defender sus derechos constitucionales.
Que estén detenidos, y ojo, en condiciones más que especiales que otros presos comunes por delitos muchísimo más leves, le causa al Ministro “indignación” y propone abiertamente que vuelvan a sus casas, como lo están haciendo con alguna tobillera y que festejen sus cumpleaños y aniversarios de bodas con fiestas y terminen muriendo “de la mano de sus esposas”.
Para el Ministro estos criminales que mataron a miles de personas en la parrilla de la picana, que fusilaron montando enfrentamientos que no existieron, ocultaron sus cadáveres en fosas comunes, que tiraron vivos de su aviones al Rio de la Plata y otros delitos caracterizados como de “lesa humanidad”, son presentados como “victimas”.
No solo está violando la Memoria, la verdad y la Justicia, desconociendo juicios y fallos de otra justicia sobre lo que aconteció, sino que le está abriendo el camino a su reproducción por parte del gobierno que representa.
Es una actitud cómplice con ese genocidio, con quienes lo llevaron a cabo y una amenaza para el futuro inmediato.
Alberto “Cacho” Rodríguez
