El mundo marcha hacia la multipolaridad. La pérdida de hegemonía norteamericana no sólo se visualiza por el ascenso de China, sino por los grados de libertad que han adquirido potencias intermedias
La “corporocracia”. Las GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) manejan un capital bursátil de tres billones de USD, del orden del PIB de Francia o Gran Bretaña. Estas grandes corporaciones tecnológicas, hijas del poder financiero, están controlando la agenda global mediante el uso de los algoritmos, las redes sociales y todo el aparato mediático con el que se maneja la guerra cognitiva, la cual desborda el accionar de gobiernos que intentan elaborar políticas económicas, industriales y sociales propias para cada nación. El accionar de la “corporocracia” globalizada, que no tiene responsabilidades sociales ni humanitarias, es uno de los grandes problemas de la época. El control de los datos de 5.000 M de usuarios globales, catalogados como un gran “recurso natural”, les otorga un poder más importante que el energético, particularmente utilizado para influir sobre los países con poca identidad nacional o débiles institucionalmente. Estos datos son utilizados no sólo comercialmente, sino para generar políticas aperturistas favorables al capital financiero globalizado que genera concentración empresarial, o bien para ejercer influencias culturales homogenizantes. La Big Data también es utilizada para producir desinformación y caos informativo, lo cual permite políticas de control social a gran escala. Muchas potencias intermedias ejercen un severo control sobre todo esto, para tener un cierto resguardo de ese poder cuasi anónimo.