Es verdad, como dicen muchos compañeros el peronismo vive en el corazón del Pueblo, porque en el corazón de los dirigentes actuales… muchas veces es difícil encontrarlo.
Por supuesto que hay excepciones… que confirman la regla.
Mas allá de que existen distintos tipos de liderazgos el denominador común que tienen los lideres es justamente Liderar y Conducir a sus seguidores en función de los objetivos.
Para hacerlo es indispensable que el líder se comunicarse o les hable a sus seguidores para no solo motivarlos sino también para orientarlos a los fines de generar una fuerza, un movimiento político que apunte en una dirección. No existen los “lideres silenciosos”.
Los Lideres Verdaderos, motivan, plantean un proyecto político al pueblo, se juegan por entero por una causa. Los Lideres de Fantasía son silenciosos y dicen lo políticamente correcto en el momento oportuno, no plantean ningún proyecto político en firme sino que especulan de acuerdo a las conveniencias del momento en función de sus propios intereses.
Aquellos que por encuestas tienen un supuesto nivel de adhesión popular y un “Liderazgo Silencioso” no son lideres, solo son figuras mediáticas que circunstancialmente lograron esa adhesión popular en una instancia de opciones electorales.
La mayoría de los liderazgos y dirigentes actuales de distintos sectores políticos han surgido de la construcción mediática de imagen y no al calor de la lucha en la construcción de una instancia política superadora.
Cuando alguien sea aclamado y promocionado por sus conciudadanos porque:
Ha tenido en su trayectoria de vida una lucha consecuente en defensa de los intereses del pueblo, se ha jugado por un proyecto, habla sin pelos en la lengua planteando lo necesario para el cambio y no lo políticamente correcto, hace lo que hay que hacer a pesar de los costos y el embate de los medios, en ese momento quizás se podrá decir que esa comunidad, ese pueblo halló en esa persona un Líder apto para el cambio porque lo habrá elegido el pueblo.
Por el contrario difícilmente el pueblo y la militancia encuentren lideres en aquellas figuritas políticas que surgieron al calor de la promoción y el marketing político de los medios de comunicación ya que solo son espejismos mediáticos y potencialmente desencantos futuros.
Es necesario, más allá de las características del cambio de época, tratar de repensar que es un Líder y ver algunos ejemplos de los que, con sus aciertos y sus errores, realmente lo fueron en el pasado.
Este ejercicio mental serviría para poder hacer asi una comparación y mensurar si los actuales son verdaderos Lideres Políticos o si solo son un invento vacío, una figura idealizada sin idoneidad, sin experiencia ni compromiso cierto con una causa, que solo tienen existencia por dos razones: el poder para manipular la conciencia ciudadana de los medios y la orfandad de verdaderos Lideres Políticos Contemporáneos que conciten la adhesión contundente e inclaudicable del pueblo.