OPINIÓN

«¿Por qué necesitamos la Junta Nacional de Granos», por Dingui Martin Palmieri

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Porque necesitamos Urgente: el «Instituto Argentino de Promoción del Intercambio» o más conocido como «Junta Nacional de Granos» en medio de una guerra entre Rusia y la OTAN.

Recordemos que el mismo fue creado en ese entonces a fin de intervenir en el mercado en apoyo de los precios, en un marco de comercio mixto, de parcial libre competencia, abandonando el carácter monopólico que existía previamente y que actualmente existe.

Varios países sudamericanos basan su economía en la industria agropecuaria, cuyos productos están más caros que nunca. La guerra en Ucrania subió el precio de los granos a máximos históricos, precios que siguen rompiendo récords con el paso de los días y con la prolongación de la invasión rusa. El valor actual de 430 dólares por tonelada de trigo resulta particularmente alentador para países como Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, debido a la importancia que tiene el sector agropecuario en las exportaciones de estas naciones sudamericanas. De hecho, en el caso de Argentina, casi el 67% del dinero que ingresa al país proviene de este tipo de exportaciones.
La principal preocupación de los grupos económicos, se da en el tema de los GRANOS, porque les molestaba que exista el Estado interviniendo, y el sector privado extranjero multinacional y concentrado, que recordemos fue el principal beneficiario de semejante golpe blando a la economía argentina, que significó desregular las juntas de granos y carnes.

En aquellos años había que privatizar los puertos y dejarle a cuatro multinacionales el manejo casi absoluto de una de las principales riquezas de entonces, de 30 millones de toneladas con una potencialidad muy grande que iba a terminar siendo la soja transgénica, la expansión de la frontera agropecuaria, y por lo tanto había que hacer desaparecer las juntas, eliminar los puertos estáteles y suplirlos por los privados. Instalar aceitera propias, y más tarde poner certificadoras de lo que va arriba de los barco, termina siendo una estrategia pensada y ejecutada para quedarse con el manejo absoluto de la riqueza argentina. Solo a título anecdótico es que la Junta Nacional de Granos fue disuelto en 1991 por el decreto N.º 2284/91, de desregulación de mercados, elaborado por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo bajo la presidencia de Carlos Menem

Hoy la Argentina pierde fortunas con este modelo, cerca de 25 mil a 30 mil millones de dólares y la mayor parte de eso es soja. La pregunta que debemos hacernos es queremos un proyecto nacional de este gobierno, o queremos seguir repitiendo los negocios de las multinacionales de la exportación?
La guerra de Rusia en Ucrania está impidiendo que granos dejen el “granero del mundo”, lo que está encareciendo los alimentos en todo el mundo y amenazando con agravar la escasez, el hambre y la inestabilidad política en los países en desarrollo. Juntos, Rusia y Ucrania exportan casi una tercera parte del trigo y la cebada del planeta, más de 70% de su aceite de girasol y son grandes proveedores de maíz. Rusia es el mayor productor de fertilizantes del mundo.

400 millones de personas en el mundo dependen de los suministros alimentarios de Ucrania. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proyecta que hasta 181 millones de personas en 41 países pudieran enfrentar este año una crisis alimentaria o peores niveles de hambre.

¿ARGENTINA PUEDE APROVECHAR LA OPORTUNIDAD?

Pese a que el cupo exportable es de 25 millones de toneladas, es probable que aumenten el volumen de Equilibrio una vez que tengamos cerrado el número de producción, que serán un estimativo de serán cercano a los 35 millones de toneladas. De cumplirse estos rindes, la Argentina podría vender cerca de 10 millones de toneladas de maíz.

Recordemos que solo España importa anualmente entre 8 y 10 millones de toneladas de maíz, de las cuales casi 4 millones de toneladas provienen de Ucrania. Otros países que necesitaran comprar nuestros cereales son Holanda y Egipto, de los principales importadores de maíz de Ucrania.

A tener en cuenta es que ante esta adversidad a nivel Mundial como protegemos el mercado interno del pueblo argentinos, y es por ello que se hace de vital importancia el doble juego por un lado lo descripto ut supra y por otro lado salir a Potenciar a los pequeños productores hay que dotarlo de más medidas para evitar el aumento de los alimentos, a fin de sumar al desajuste y desacoples de precios, producto del efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania en la inflación, en esa línea es necesaria una primera medida busca amortiguar un acelerado proceso de aumento de precios, el valor doméstico de los alimentos de su precio a nivel internacional, que apunta a la creación de un genuino fideicomiso de 800 mil toneladas de trigo, para intentar abastecer a los grandes proveedores y productores locales. La meta es que este fondo pueda cubrir las necesidades básicas de las mesas argentinas a precios Internos. Con esta medida se busca avalar el suministro y precio de alimentos básicos,

La lógica es que si vos no destinas un sector de la producción al mercado interno, es imposible sostener el precio del trigo (atado a precios internacionales). Mucho menos para los productos incluidos en Precios Cuidados. Lo que hacés con estas 800 mil toneladas es garantizar el abastecimiento durante todo el año, sabiendo que esto ya se ejecuta con el aceite y lo que hace es desvincular de los precios internacionales.

Necesitamos hacer de este País EL MAS GRANDE DEL MUNDO Y NO UNOS POCOS QUE VIVEN A COSTA DE NUESTRAS RIQUEZAS.

Dingui Martin Palmieri

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