El Gobierno presentó su ley laboral con cambios letales para indemnizaciones y sindicatos, pero la desconfianza es doble: la ley es un retroceso explícito para el trabajador y su posibilidad real de salir del Congreso, casi nula. ¿Negocian fuerte o solo distracción?
La «Ley de Modernización Laboral», impulsada por el Consejo de Mayo, es en realidad un ataque directo a los pilares de la Ley de Contrato de Trabajo, y no es la «lluvia» que prometieron, sino un vendaval para los derechos.
Los 3 Ejes de la Flexibilización
El proyecto, que busca ser tratado de urgencia, se enfoca en desarmar la protección al trabajador:
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Adiós Indemnización: Se propone un Fondo de Asistencia Laboral (con aporte patronal del 3%), que en la práctica licúa el costo del despido. Además, se busca reducir la base de cálculo de la indemnización, excluyendo aguinaldos y vacaciones del monto final.
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Ataque Sindical: La reforma apunta a la médula gremial: elimina la ultraactividad indefinida de los convenios (obligando a renegociar lo ya ganado) e incluye medidas para restringir asambleas (algunos legisladores denuncian que requerirían autorización previa del empleador).
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In Dubio Pro Reo (Pro-Empresa): Se busca modificar el histórico principio de que, ante la duda, se falla a favor del trabajador (in dubio pro operario). El proyecto exige que la duda sea «razonable y derivada de la prueba», trasladando la carga de la prueba casi por completo al empleado.
🤔 ¿Ley o Bloqueo Político?
La gran duda que atraviesa el Congreso es si el gobierno está realmente dispuesto a batallar por este proyecto o si se trata de una cortina de humo política.
El paquete de cambios es tan regresivo que ya ha provocado paros nacionales (ATE y piqueteros) y un rechazo frontal de la CGT y gran parte de la oposición. Meter una reforma tan radical en este contexto político y económico (en plena recesión y fuga de IED) parece una misión casi imposible para el oficialismo, que no tiene mayoría.
La sospecha crítica es que el Ejecutivo busca instalar una agenda de conflicto ideológico para distraer la atención de los problemas económicos de la «inflación en dólares» y la recesión interna, o bien, está proponiendo el máximo posible para luego negociar a la baja (sacrificando estos puntos a cambio de la aprobación de otras leyes más urgentes).