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OPINIÓN

Es el saqueo, así de sencillo (22) por Mario Mazzitelli

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Ambiente y futuro.*

Si tenemos compromiso con el futuro, deberíamos ser intransigentes en materia ambiental. Es justo lo que dice el proverbio: “Cuida bien la tierra. No te la han dado tus padres. La has tomado prestada de tus hijos.”

Si depredan el ambiente nos roban el futuro. Mirando hacia adelante, deberíamos elaborar un plan para la “transición” entre esta Argentina saqueada, colonial, explotada y una Argentina soberana, justa, próspera, moderna y ecológica.
A nadie se le ocurre que es una tarea de un día para el otro.
Lo importante es que para nosotros, la transición empieza hoy.
En tres etapas claras y distintas:
1.- La resistencia;
2.- Los planes de reconversión de las actividades más destructivas, extractivas y contaminantes;
3.- El proyecto de una nueva etapa para la Argentina.

1.- La resistencia.

Resistir es luchar. Todas las luchas son la misma lucha por la vida. Desde el “No a la mina” de oro en Esquel, Chubut, en 2003; hasta las luchas por el agua en Mendoza, en 2019/20. O el tercer Malón por la Paz, que desde la maniobra constitucional en Jujuy lucha sin cuartel por los bienes comunes, especialmente el agua disputada contra el pueblo por las grandes mineras del litio. Todas las movilizaciones, asambleas, acciones o planteos políticos y jurídicos, son una misma acción. Esas luchas deberían reunirse en un espacio político-ambientalista comprometido con la defensa irrestricta de la naturaleza.

Resistir es luchar contra 500 años de saqueo, donde el colonizador dispuso que los seres humanos y el ambiente fueran elementos de explotación para beneficio y enriquecimiento personal, grupal y de la metrópoli.

Resistir es luchar contra el actual contubernio entre el poder político y el económico, dupla a partir de la cual se depreda la naturaleza, por espurias ambiciones de dinero.

Resistir es luchar contra las fumigaciones con químicos tóxicos, contra la polución en el aire, contra la contaminación del agua de las altas cumbres, los ríos, los lagos, las cuencas hídricas, las nacientes y el mar; contra el vicio de no reciclar la basura; contra la destrucción de los humedales; contra la deforestación de bosques; contra la depredación de la biodiversidad y los ambientes originarios (barridos por la expansión de los negocios agrarios en las zonas rurales y la toma de terrenos amurallados para viviendas de los ricos en las zonas urbanas); contra la mega-minería y el fracking; contra la idea de que hay que quemar la última partícula de petróleo antes de iniciar la reconversión; contra el desarrollo de las grandes granjas de porcinos; contra la instalación de un nuevo reactor nuclear de tecnología desconocida para nosotros; etc.

Primero, entonces, resistir y luchar por la vida.

2.- Planes de reconversión para las actividades más destructivas, extractivas y contaminantes.

La realidad.

El desarrollo de las fuerzas productivas (vistas en el pasado como la panacea a partir de la cual la escasez daría paso a la abundancia sin costos colaterales) junto al aumento de la población, las pretensiones consumistas desatadas por el capitalismo y la voracidad insaciable por la acumulación y concentración de riqueza, se transformaron -en gran medida- en fuerzas destructivas, extractivas y contaminantes.

Así, para la extracción de minerales (Unos pocos gramos de oro implican: explosiones monumentales, llevar al aire millones de partículas contaminantes, gases de efecto invernadero, dejar para siempre un cráter gigante en la montaña, toneladas de roca molidas y lixiviadas en miles de litros de agua con cianuro, contaminación de los acuíferos, en algunos casos la destrucción de glaciares, etc.); para la obtención de hidrocarburos (gigantescos pasivos ambientales, contaminación de las napas, de tierras…); para la producción agropecuaria (Jorge Rulli, – extraordinario militante en defensa de la vida, la dignidad y la soberanía, falleció en mayo de este año- denunció la extensión del uso del herbicida 24D de Syngenta, mucho más tóxico que el glifosato. En su gran libro Pueblos Fumigados nos relata la devastación de los tóxicos sobre la población indefensa, del cáncer…) además sumemos el extractivismo agrario (El biólogo cordobés, premio Nobel alternativo, Raúl Montenegro, nos informa que: para formar 1 cm de suelo fértil en Tierra del Fuego, la naturaleza necesita alrededor de 800 años. En la pampa húmeda, en el mismo lapso, puede formar 3 cm de suelo fértil. En un año se le resta un alto porcentaje de los nutrientes que tanto le costaron a la biósfera. Y, antes de que puedan reponerse, ya se los vuelve al extraer. Solo agreguemos que sobre una producción de 100 millones de toneladas de granos, podemos calcular que 10 millones los nutrientes extraídos. Con las exportaciones salen del país sin posibilidad de reciclarse. Ya ahondaremos sobre este tema); para pescar se está usando el monstruoso método de arrastre (Degrada el lecho marino. Allí los sedimentos marinos resultan en importantes reservorios de carbono que ayudan a mitigar el calentamiento global, al liberar ese carbono se eleva a la atmósfera y contribuye al efecto invernadero con fuerte impacto en el clima. Destruye el hábitat de organismos que viven sobre el suelo marino. Lleva a especies a la extinción. Genera residuos biológicos al descartar toda materia viva que no van a comercializar, etc. Toda esta depredación queda impune en el fondo del mar. Con la complacencia, indiferencia o corrupción de los funcionarios de turno)

El dilema

Esta metamorfosis pone a la humanidad frente a un dilema: subordinar la vida a la economía (Como quieren los sectores conservadores, ricos y privilegiados; muchas veces asociados a planes diabólicos de disminución compulsiva de la población) o, en cambio, iniciar la transición hacia una producción sana y reparadora (Del ambiente, la fauna, la flora y los seres humanos) Elegir el lado correcto no parece tan difícil, a no ser por el aturdimiento que genera una propaganda sin cuartel en favor del consumo y el régimen que lo acompaña.

Planificación democrática.

Decididamente estos planes deben provenir de un debate abierto (todos los sectores deben participar) transparente (para que la corrupción no haga su trabajo de topo) y con carácter resolutivo (para que no quede en declaraciones que nunca se cumplen y tenga pasos estrictos de cumplimiento inflexible)

Necesariamente deberá tener su origen en el Poder Ejecutivo, en el Congreso, en un Centro Nacional de Planificación Estratégica o en una Gran Asamblea de las Asambleas, donde concurran agrupaciones, corrientes, personalidades, profesionales ambientalistas…

La transición

La transición implica la prohibición inmediata de algunas actividades (minería a cielo abierto y fracking donde todavía no se haya iniciado, etc.) y los planes correspondientes de reconversión. Por ejemplo: nueva ley de minería, creación de Yacimientos Mineros Fiscales; un gigantesco plan para la generación de energías provenientes de fuentes limpias (Que demandarán ingentes cantidades de trabajo); incremento de impuestos sobre químicos tóxicos para la agricultura hasta volver inviable su uso; un plan para controlar y evitar que los desechos industriales contaminen las napas o cursos de agua; debatir que hacer con los residuos nucleares cuya degradación demanda milenios; mirar con atención si la energía nuclear tiene o no un papel en el futuro; cuidados especiales de los bosques -con gran número de guarda-parques y la infraestructura de seguridad correspondiente- para garantizar que la biodiversidad existente pueda reconquistar espacios de los que fue desalojada (Por la creencia torpe que el “hombre puede someter a la naturaleza”), igual cuidado de los glaciares, iniciar un debate sobre la ocupación y uso del suelo, donde algunos proponen “ruralizar lo urbano y urbanizar la ruralidad”. En fin. Nuevos equilibrios que den un horizonte de siglos a la acción actual. La transición a un desarrollo sano y reparador debería ser la próxima misión para una nueva etapa de la Argentina.

3.- El proyecto de una nueva etapa para la Argentina.

El necesario salto adelante desde la competencia fratricida a la cooperación constructiva.

El pasado.
La lucha por la vida.
Si resulta cierto que en la mayor parte de los 200.000 años que los homo sapiens llevamos sobre el planeta, la lucha principal fue con el medio físico-biológico y con las otras especies; resulta verificable que en los últimos 10.000 años (con la aparición de la ganadería, la agricultura, las artesanías, el comercio, la propiedad privada y el Estado) la lucha principal se trasladó al interior de la sociedad humana.

Esto se agravó, digamos, en los últimos 5 siglos. A partir de la conquista de América y otras regiones; una minoría privilegiada, poderosa y arrogante, empezó a llevar a los extremos la explotación de seres humanos, animales, bosques, montañas, tierra, mares, diversidad biológica, etc. con un nivel de crueldad y desaprensión propia de una oligarquía enajenada, cegada por el oro, la plata y la riqueza en general; cargada de ambiciones absurdas. Imperio y dominio pasaron a ser sus dogmas. El saqueo su método.

Esta oligarquía se fue tras-nacionalizando, adoptando distintas formas según su lugar en el mundo, cargando con conflictos y guerras o alcanzando alianzas estratégicas para la defensa de sus intereses. Pero constituyendo una clase dominante a nivel mundial. Esta preeminencia les facilitó impulsar ideas, principios y valores que fueron creando el contexto cultural propicio para su dominación. Así su pedagogía impregnó todos los estamentos sociales. Nos contagió, de alguna manera, a cada uno de nosotros. Haciendo que naturalizáramos la imagen de que “todo lo que nos rodea está allí para ser exprimido sin consideración”.

Esto ha puesto, en el último medio siglo, la vida de los seres humanos pendiendo de un hilo. El asunto es que cada día ese hilo es más fino y es tensado con gran desaprensión.

El futuro desde nuestro lugar en el mundo.

Población estimada por el INDEC al día de hoy 46.044.703 habitantes. Para el 2040 proyecta una población de 53 millones de habitantes. Es probable que para 4 décadas después estemos redondeando los 100 millones. Número mágico con el que, durante el siglo XIX y cuando apenas superábamos el millón de habitantes, se soñó como ideal para la realización plena de la vida, buena y digna vida.

Si los argentinos creyéramos valioso recuperar ese proyecto de vida, procedente de la Revolución de Mayo, de nuestra independencia y emancipación, de nuestra organización nacional; deberíamos darnos una política de crecimiento poblacional muy superior. Llenar de vida el territorio es el gran proyecto. Gobernar, sigue siendo poblar, según la máxima de Alberdi. La idea de un país Justo, Próspero y Ecológico, sería inevitable.

La disputa por los bienes comunes.

Para abastecer a una población creciente necesitaremos más agua dulce, más alimentos, más minerales, etc. todos bienes apetecibles por otros pueblos, reunidos en potencias de distinta dimensión y carácter. La lucha por la vida permanecerá y saldrán victoriosos los pueblos que mejor sepan adaptarse a la nueva realidad, abrirse al mundo con inteligencia, realizar las políticas de alianza más convenientes (América Latina tendrá que unirse, en mejores condiciones que Europa, que logró su “unidad” después de siglos de guerras y aún no las superó. Mejorar la relación con todos los pueblos originarios que tienen una cosmovisión y una cultura amigable con el ambiente), etc.

Los argentinos deberíamos tener una orientación clara en este sentido. Trabajar desde las ideas para cambiar la lógica dominante: explotadora, machista y supremacista; por otra del equilibrio, la armonía, la igualdad y el cuidado mutuo. En una palabra cambiar la afamada competencia destructiva-concentradora del poder y la riqueza, por una “cooperación fraterna en el marco de la libertad creadora”. Libertad ético creadora como capacidad excluyente de los humanos; de la cual prescindimos la mayor parte de las veces. Y trabajar desde lo material para superar el atraso decadente y desintegrador al que nos han sometido.

Es claro que la Argentina no puede habilitar la continuidad de un desarrollismo dependiente, depredador, contaminante y de saqueo. El camino es el desarrollo económico sano y reparador para que todos los habitantes puedan contar con los bienes y servicios necesarios para llevar adelante una vida digna.

Agreguemos que la corrupción con su capacidad de aceitar en las altas esferas los depredadores negocios urbanos, rurales, mineros, pesqueros, etc. es parte del arsenal del enemigo.

Nuestro compromiso.

Esa Argentina Justa, Prospera y Ecológica es un proyecto; no sabemos cuán lejos está. Hoy solo sabemos que es el camino de la vida.

Para ésa Argentina el compromiso empieza por nuestro hogar, nuestro barrio, el municipio, la región y sigue por el mundo (Desde la separación de la basura en nuestra casa, y el cuidado del agua y los árboles del barrio, hasta las resoluciones políticas más significativas)

Lo interesante es que depende de cada uno de nosotros, y de otros iguales a nosotros que habitan otras regiones del planeta. En 2023 reafirmamos una lección de la historia: lo que le pasa a una persona cualquiera, por alejada que parezca, nos puede pasar a nosotros. Nada de lo humano nos es ajeno.

¿Por qué dependería de nosotros? Porque nosotros somos más. Somos el pueblo. Si estamos unidos somos invencibles. Como pueblo sabemos todo lo que pasa, de una u otra manera. Como pueblo podemos vigilar y detectar las actividades contaminantes y dañinas. Como pueblo debemos organizarnos de una y mil maneras. Como pueblo debemos informarnos sobre las propuestas electorales respecto al cuidado del ambiente y las personas. Podemos controlar a los políticos para que no queden atrapados en los tentáculos del poder económico.

La Argentina Ecológica exige volver a la naturaleza. No ya en el primitivismo espontáneo con el que pudimos habitar el territorio en el pasado, sino en el marco de un plan de avanzada. Debatiendo la ocupación y uso del suelo con criterio ambiental, social, económico, tecnológico y geopolítico.

Volver a la naturaleza, es atemperar la pulsión a la compra de mercaderías. Sentir que acumular objetos inútiles no tiene gran sentido (Como dice Silvio Rodrígez: Vaya con suerte quien se cree astuto porque ha logrado acumular objetos, pobre mortal que desalmado y bruto perdió el amor y se perdió el respeto) Que podemos vivir en abundancia con pocas cosas. Que la vida siempre tiene sentido. Que dignificarla y multiplicarla es nuestra misión. Que la alegría es mejor que el dolor, aunque nada sea para siempre. Saber que se puede vivir mejor. Eso es muy bueno.

Se trata de encontrar los equilibrios inteligentes para que el nuevo vínculo con la naturaleza nos saque de la ficción de ser algo distinto. Somos naturaleza. (Si algunos economistas dicen que las fuentes de riqueza son la tierra, el capital y el trabajo, y otros responden que el propio capital es fruto del trabajo; alguien aún más audaz podría decir que: el trabajo corporizado en los humanos es un fruto evolutivo de la naturaleza) Toda la producción tiene sentido si es para obtener bienes y servicios que mejoren la calidad de vida. No para reproducir y multiplicar el capital de unos pocos. La economía social habrá de prevalecer.

¿Qué habría que hacer? De alguna manera ya lo hemos dicho. Con seguridad cambiar el capitalismo depredador por otro sistema amigable con las personas y el ambiente. Bajar el consumo de aquellos que lo hacen en exceso. Ser más justos en la distribución de los bienes y servicios. Apoyar la natalidad con inteligencia (En un territorio despoblado nosotros debemos multiplicarla) Orientar el crecimiento económico y el desarrollo por caminos que faciliten la restauración, reparación o recreación de aquello que sea posible. Generar nuevos hábitats afectuosos con el ambiente. Defender el aire, el agua y la tierra con gran esmero.

Cambiemos todo lo que haya que cambiar; desde la Quiaca hasta la profundidad de los hielos Antárticos, desde el Parque Nacional Los Glaciares, Provincia de Santa Cruz, hasta Bernardo de Irigoyen, en Misiones; para que, vivir aquí sea apetecible para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Y las mujeres y varones de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino. Por todo el tiempo. Hasta donde alcance nuestra vista. Para volver a sentir el orgullo de vivir en esta querida Argentina.

Dos aclaraciones.

1.- Puesto hoy como punto de partida; a nadie se le ocurre que se pueden frenar los suministros de energía, las fuentes de trabajo, los contratos vigentes, las obligaciones jurídicas del Estado, etc. de un día para el otro. Será una transición que durará décadas. Superarán varios períodos de gobierno. Los jóvenes, adolescentes y niños de hoy son los principales destinatarios del cambio. Entonces ¿Cuándo empezar? Hoy.
Si ya conocemos que la dirección y el sentido en el que marchamos, con sus efectos sobre el aire, el agua, la biodiversidad, el calentamiento global, etc. nos lleva a la extinción como especie ¿Cuándo vamos a empezar? Hoy.

Planes con objetivos claros área por área, no tienen por qué esperar a mañana.

2.- Nuestro paso por la vida deja huella. Una es subjetiva, hace a la trascendencia, a la emoción que nos dice que no todo termina con nuestra muerte individual, que la vida sigue en las próximas generaciones. Nos da esperanza, fuerza y alegría para luchar hasta el último aliento de nuestra existencia. La otra es objetiva, toda nuestra existencia deja huella, mucho más cuando se trata de una ruta, una represa, un automóvil o un barco. No se trata de idealizar un paso inmaterial e inmaculado sobre la tierra. Se trata de hacer un balance a la hora de planificar. De observar ventajas y desventajas junto a los impactos en el largo plazo.

Estos temas no deben verse como elucubraciones teóricas. Son cuestiones absolutamente prácticas a la hora de comprometerse en perpetuar la vida humana sobre el planeta.

*Esta nota se basa en otra que escribí meses atrás, pero me pareció importante sumarla a la actual saga sobre el saqueo.

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OPINIÓN

EL FUNDAMENTALISMO IDEOLOGICO Y LA REALPOLITIK por Ariel Rolfo

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Cuando el Fundamentalismo Ideológico gobierna con su fanatismo implícito se producen las mayores tragedias de la humanidad prueba de ello son el Genocidio Armenio producido por lo Jóvenes Turcos, el Genocidio en Camboya producido por los Jemeres Rojos y su líder Pol Pot, el Holocausto Judío producido por los Nazis y Hitler o la expulsión, segregación y finalmente Genocidio Palestino que el Sionismo Israelí instrumento prácticamente desde el inicio del estado de Israel y que llega hoy a este nivel superlativo con la destrucción del Ghetto de Gaza llevado adelante por Benjamín Netanyahu ya bautizado como “El carnicero de Gaza”.

El peligro que suponen los gobernantes o movimientos políticos con un Fundamentalismo Ideológico que inevitablemente conlleva a una fanática gestión de estado puede estar contrabalanceado por los factores de poder existentes que se contraponen a esa fuerza de fanatismo de gobierno, en otras palabras lo que se denomina Realpolitik que no es otra cosa que los marcos de contencion y limites que imponen los factores de poder existentes a un gobernante extremista en sus posiciones y en su gestión.

El presidente electo Javier Milei tiene características de esos lideres políticos mencionados que detrás de una concepción ideológica extrema trata de someter la realidad a ese modelo teórico conceptual sin importar el costo humano en el intento.

Ya sus lineamientos de gobierno enunciados, las medidas de shock anunciadas como asi también sus pronósticos futuros de 2 largos años de estanflación (depresión económica + inflación) están generando grandes temores en distintos estamentos de la sociedad, aumentos inflacionarios preventivos y algunas medidas empresarias defensivas como despidos masivos ya motorizados por empresas.

A este nuevo azote que se avecina para la argentina de una 4° Ola Neoliberal brutal camuflada de Anarcocapitalista que con su timonel a cargo decidido a hacer cirugía sin anestesia sobre el pueblo (como anteriormente hicieron otros como Martínez de Hoz, Menem o Macri), ya empieza a despejársele algunos de los limites que la Realpolitik le impondrá para acotar su accionar.

Internacionales
Su alineamiento de relaciones carnales con EE.UU. se vio ensombrecido por la torpeza demostrada en su accionar en el reciente viaje a New York donde el presidente Biden suspendió su reunión con el cómo asi también lo hizo en el otro extremo del espectro Donald Trump. La habilidad de moverse diplomáticamente de Javier Milei en el escenario internacional es la misma que la de un elefante en un bazar.

Su distanciamiento de Brasil, China y los BRICS donde se hallan los principales socios comerciales de la Argentina también generara remezones en los sectores relacionados con la exportación y la importación, que son circuitos que tienen un gran latencia o ralentización para el reajuste y el cambio por los intereses afectados.

Económicas
Su objetivo de conseguir un préstamo financiero para sostener el ajuste y el apoyo pleno de Wall Street quedó en «suspenso» en gran medida por el temor por las reacciones sociales y sindicales al plan de ajuste en marcha en la argentina.

Tampoco consiguió el apoyo incondicional que esperaba de las corporaciones bancarias y financieras de la catedral financiera imperial del mundo.
En este escenario, el préstamo de 15 mil millones de dólares que solicitó Milei al FMI fue dejado en suspenso supeditado en parte a los resultados de la accion de gobierno.

Institucionales
Milei tiene minoría en el congreso y mucha de las medidas propuestas: Dolarización, reforma laboral, baja de impuestos, cambio del sistema jubilatorio por el retorno de las AFJP, toma de Deuda Externa y muchas otras medidas que implican un cambio estructural requerirán necesariamente de la venia del Poder Legislativo algo que requerirá difíciles acuerdos y negociaciones.

Politicas Sociales
El impacto de las medidas de corte socio económico sumado al feroz encarecimiento de bienes y servicios con la consiguiente pauperización de la población generara inevitablemente la resistencia y movilización de vastos sectores de la población, de sus organizaciones como los sindicatos, el estudiantado, los movimientos sociales, los jubilados, los colectivos de sectores ecologistas, feministas, LGTB, etc.

No hay que menospreciar el poder que detenta el presidente ya que es mucho el daño que puede hacer como por ejemplo: rescindir todos los contratos temporales de los trabajadores estatales, suspensión de todas las homologaciones de acuerdos paritarios en trámite congelando de hecho esos salarios en un escenario inflacionario, suspender la obra pública, etc., pero lo alentador de todo este escenario surrealista de terror donde el protagonista principal es “El Loco de la Motosierra”, es que existen limites que la Realpolitik le impondrá al fanatismo gobernante donde la accion popular y sus organizaciones tendrán nuevamente una gran incidencia e importancia en establecer los límites.

Nuevamente la política, ese escenario de poderes en juego, tendrá la palabra final.

Ariel Rolfo

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OPINIÓN

El que las hace las paga por Juan Grabois

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Algunos habrán visto un video de amplia difusión en las redes sociales dónde un señor con formación en un instituto militar, empresario de la construcción y autodefinido como integrante de La Libertad Avanza nos notificaba de manera explícita lo siguiente: (1) que me cuide porque estaba “regalado” y “ellos” me iban a matar (2) que mis “seguidores” piensen en sus familias porque correrían la misma suerte y los iban a “hacer cagar” (3) que iban a colocar artefactos explosivos y disparar sobre una eventual manifestación pública.
Quiero contarles que esa persona fue identificada, imputada por delitos no excarcelables, citada a indagatoria. Asimismo, estamos iniciando una demanda civil porque además de responder ante la justicia penal va a tener que pagar una indemnización económica que no le va a salir nada barata. El que las hace, las paga. No les vamos a dejar pasar una.

No se trata del primer caso. Tenemos ya cuatro expedientes con querellas penales y demandas civiles. Dos muy avanzados. No son por diferencias políticas, opiniones negativas, adjetivaciones, chicanas, ni siquiera insultos. No tenemos ningún problema con el debate apasionado y la confrontación política: de eso se trata la democracia.
El problema aparece con las amenazas, agresiones físicas, hostigamiento, difamación, falsas imputaciones, calumnias o noticias falsas graves que pueden poner en riesgo la integridad de nuestros compañeros, compañeras y sus familiares. Ahí trazamos el límite, porque esos niveles de violencia y conatos de intimidación limitan la libertad por la que todos decimos ¡viva! Como dice el futuro presidente parafraseando al General Perón, dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada.

Sabemos que muchas personas, agrupaciones políticas, sociales, estudiantiles, gremiales de mujeres y derechos humanos han sufrido situaciones similares en los últimos meses por pensar distinto a quienes hoy se sienten con impunidad para agredirnos. Por ese motivo, hemos decidido establecer en forma inmediata junto a una cantidad considerable de abogados comprometidos con nuestra causa y diversos organismos, en articulación con organizaciones internacionales, un dispositivo jurídico para ampliar esta cobertura a todos los que sufran intentos de disciplinamiento político a través de la violencia, para lo que pueden escribirnos a argentinasinmiedo@gmail.com mientras terminamos de diseñar la plataforma definitiva.

Yo no sé si la casta tiene miedo o en realidad lo que tiene es empleo, a juzgar por los personajes reciclados que integrarán el nuevo gobierno… lo que les puedo asegurar es que nosotros, miedo no tenemos. Nos vamos a defender con uñas y dientes, dentro de los marcos de la Constitución y las leyes, “el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión” como definió el futuro presidente su doctrina. Ya ve que gran aliado tiene esa filosofía en los humanistas; y que grande enemigo en los reaccionarios, videlistas, intolerantes, ultraderechistas, neonazis, las juventudes de choque que desfachatadamente alienta Macri o simples bandoleros que envalentonados por una mayoría circunstancial cruzan la línea roja del respeto a la integridad del prójimo.
Que Dios ilumine a las autoridades democráticamente electas para que comprenda que nada bueno puede salir de alimentar conductas semejantes y que su responsabilidad institucional es garantizar los derechos de todas y todos los argentinos.

En relación a lo anterior, quisiera hacer una reflexión. Se ha normalizado que las instituciones democráticas no actúen conforme a derecho cuando se viola la ley en perjuicio de los que tenemos determinadas ideas o pertenecemos a ciertos sectores sociales ¡Cuán distinta hubiera sido la reacción de fuerzas de seguridad, jueces y fiscales si las amenazas perpetradas por el sujeto precedente se hubiera dirigido a otros colectivos o personajes! ¡Imagínense si hubiera publicado un video diciendo que los miembros del PRO debían llevar matafuegos porque iba a incendiar su local o que Milei debía portar chaleco antibalas porque le iban a llover municiones! ¡Cuál hubiera sido el escándalo si el objeto de la lluvia de balas no hubiese sido una organización popular sino el Grupo Clarín o La Nación!
Sin embargo, no solo en nuestro caso sino en muchos otros, como el intento de asesinato de la vicepresidenta, el accionar de la patota denominada Revolución Federal, la banda de los Copitos, entre otros, ha habido un exceso de garantismo que deja chiquito a Zaffaroni, no se hacen los allanamientos, los celulares se borran mágicamente, el instituto de la prisión preventiva que rige para cualquier ladrón de gallina -en efecto, el 50% de los presos del país- desaparece como arte de magia y la pasividad de las fuerzas de seguridad -llamativamente a cargo de un gobierno de nuestro propio signo político- lindan la incompetencia.,.. o la complicidad a la hora de defender a sus propios dirigentes.
Luego, a un muchacho que está fumando en una plaza lo suben a un patrullero y lo muelen a palos; a las familias sin techo les prenden fuego las casillas o desalojan una empresa recuperada deteniendo a cientos de trabajadores. “Cual es la audacia en ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes”… y esta inversión pusilánime en la aplicación de la autoridad, esta sobreactuación con los que nada pueden superpuesta a una patética pasividad con los que amenazan la democracia atentando contra nuestros dirigentes, más allá de cualquier instigación -que las hubo-, de cualquier discurso de odio -que también los hubo-, esa pasividad digo, nadie se lo puede atribuir a la actual oposición/futuro gobierno.

No esperen de nosotros que naturalicemos ningún apartheid jurídico-institucional dónde existen elfos rubios luminosos con plenos derechos y orcos deformes sin ciudadanía. Vamos a enfrentar la mitología iletrada e inhumana planteada por el modelo mental macrista con la inmensa reserva moral humanista y democrática de nuestro pueblo, con los resortes institucionales que todavía quedan en el país, con el derecho público internacional, con la prensa no ensobrada, con la solidaridad del mundo libre…. y vamos a ganar.
Una segunda reflexión que va más hacia adentro de nuestro campo. Existe una suerte de regodeo en la impotencia y el victimismo sin estratégia política ni jurídica para defender efectivamente a nuestra gente. No se ganan las batallas posando de víctima, aunque efectivamente haya una agresión injusta con víctimas y victimarios. Los que quieren destruir nuestros ideales, nos quieren víctimas e impotentes. La legítima defensa es un derecho que estamos llamados a ejercer, desde nuestro punto de vista a partir de la premisa gandhiana de la resistencia no violenta, pero afincada en la solidaridad del si tocan a uno nos tocan a todos.

¡Qué mezquinos nos hemos vuelto con la solidaridad! Parece que frente a cada difamación u agresión actuamos como el avestruz. A ver si nos damos cuenta que si dejamos que impunemente amenacen y hostiguen a nuestros dirigentes y militantes se produce un efecto de disciplinamiento que lleva al “no te metás” y al “sálvese quien pueda”. Los que no entendemos la militancia como una profesión sino como una pasión por crear caminos de esperanza orientados al bien común, tenemos la obligación de protegernos colectivamente frente a cada acto de humillación porque el que calla otorga… y para ellos, orcos somos todos. No se salva nadie de la deshumanización. Basta de andar peleando con los codos con el que tengo al lado. Todos juntos, a encarar de frente lo que nos toca.
Recordemos el poema atribuido a Bertol Brech -escrito en realidad por un pastor cristiano alemán, Martin Niemöller:

«Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
ya que no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
ya que no era socialdemócrata,

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
ya que no era sindicalista,

Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
ya que no era judío,

Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar».

No dejemos que vengan por ninguno. A cada agresión, una respuesta, denuncia penal y sobre todo, a la víscera más sensible de nuestros contrincantes, el bolsillo… resarcimiento económico.

En cuanto a un video que estuvo circulando fundamentalmente en LN+ durante los últimos días para justificar a estos criminales en el que afirmaba que estábamos dispuestos a dejar nuestra sangre en defensa de los pobres, se trata de un video que tiene dos años, es decir, muy anterior al cambio de gobierno, cuando la impotencia de no lograr una medida en favor de la población indigente nos llevó a realizar una semana de protestas pacíficas y legales. Hoy el liderazgo del sector de economía popular está en manos de una nueva generación, mucho mejor que la nuestra, con autoridades recientemente electas que conforman la Comisión Directiva de la UTEP; pero quisiera reafirmar algo, más allá de aquel momento de exaltación: en un mundo dónde hay tanta gente dispuesta a derramar sangre y causar sufrimiento a los demás, asumir que la propia vida está al servicio de una causa -y no hay causa más noble que la justicia social- lejos está de ser un acto de violencia. Es una consigna profundamente cristiana. Ofrecer nuestra vida, el tiempo que se nos dio en este mundo, nuestras ideas, esfuerzo, capacidades, talentos, grandes o pequeños, para servir al prójimo.

Nosotros, servidores del pueblo, aceptamos las reglas de la democracia que incluyen el derecho a ejercer una oposición política frontal, reivindicamos el derecho a la protesta de todos los sectores sociales que luchan por sus derechos y rechazamos cualquier intento de cercenar los derechos sociales, económicos, culturales, las libertades y garantías individuales que establece nuestra Constitución.

No tenemos odio, pero tampoco tenemos miedo.

Luchando por una Argentina Humana, Justa y Soberana, firmes en nuestras convicciones y convencidos de nuestra causa, aca seguimos.

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OPINIÓN

Por una YPF 100% de gestión social por Mario Mazzitelli

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Por una YPF 100% de gestión social.

El 13 de diciembre de 1907 se descubrió un importante yacimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia. Inmediatamente el presidente Figueroa Alcorta decretó una zona de reserva exclusiva para el Estado de cien mil hectáreas circundantes al yacimiento. Para quienes reivindican aquellos años deberían saber que defender los intereses nacionales y sociales era una política de Estado. También que a partir de ese momento las compañías extranjeras, iban a entablar una lucha sin cuartel para apropiarse del recurso estratégico.

A mediados de 1922, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen se firmó el decreto que dio lugar al nacimiento de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) Unos meses más tarde, el presidente Marcelo T. de Alvear designó Director General al ingeniero General Enrique Mosconi. Un hombre que había comprendido fehacientemente la importancia estratégica del manejo nacional de los combustibles. El crecimiento de YPF fue espectacular. Las Standard Oil (norteamericana) y la Shell (anglo-holandesa) participaron del negocio, al tiempo que desarrollaron una acción sin pausa contra YPF.

El golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930, fue un golpe contra Hipólito Yrigoyen, contra la democracia, la soberanía y la defensa nacional. Un golpe que “olía a petróleo”, se dijo en aquellos tiempos. Y también a imperialismo. El general Enrique Mosconi tenía las cosas claras. “La experiencia de las luchas incesantes que la organización fiscal ha debido soportar con las compañías privadas durante todo el tiempo que la hemos dirigido, nos condujo a la conclusión de que tales organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir, pues representan dos intereses antagónicos distintos, destinados a vivir en lucha, de la cual sólo por excepción saldrá triunfante la organización estatal”.

Conviene dejar en claro que la vida de un país se define por mojones que van fijando el rumbo de su desarrollo integral. Uno de esos mojones fue y es Yacimientos Petrolíferos Fiscales, nuestra querida YPF. Esta empresa pública, ejemplo para la formación de otras empresas estatales de América Latina (Pemex, Petrobras, etc.), que se constituyera en un orgullo moral para los argentinos y en una fuente de riqueza para nuestro crecimiento económico, siempre estuvo en la mira de los grandes oligopolios del petróleo mundial. Desprestigiarla, desmoralizarla, infiltrarla, etc. para hacerla desaparecer o apropiarse de sus bienes, sus conocimientos y sus yacimientos, bajo la falsa bandera de la eficiencia, fue una acción sistémica desde hace más de 100 años.

En las últimas décadas, el FMI y el capital financiero, fueron los brazos para la ejecución de ese objetivo. Atacando desde el flanco del endeudamiento improductivo y las altas tasas de interés por un lado y ubicando a sus amigos en el Ministerio de Economía y la Secretaría de Finanzas por el otro. Llevarnos a la ruina es su misión. Por eso no debería sorprendernos que todos los planes del FMI “fracasen y terminen en una crisis”. Como corolario de la crisis, nos exigen que entreguemos nuestras empresas (YPF, ARSAT, etc.) y nuestros bienes naturales (Petróleo, litio, etc.) En esa tarea podemos observar al recientemente fallecido Henry Kissinger que “quería eliminar nuestros falsos conceptos de soberanía”, a Alan Greenspan, a David Rockefeller, etc. y a muchos políticos y economistas de la década del 90. Que no voy a nombrar porque son suficientemente conocidos.

Hasta 1989 YPF se mantuvo en la esfera de la Nación. Una larga historia llena de vaivenes. Pero YPF era la bandera y la bandera no se entrega. Hasta que se empezó a ejecutar “el saqueo de Washington”. Hoy, luchar contra el segundo tiempo de ese saqueo, es responsabilidad de un nuevo bloque nacional de poder.

Estamos en zona de alto riesgo. En un marco plagado de contradicciones, idas y vueltas, marchas y contramarchas por parte de Javier Milei. Su dogma antiestatista y promercado puede inducirnos a repetir errores históricos: vender YPF, ARSAT, etc.

El error conceptual de Javier Milei: propiedad y eficiencia.

La propiedad de una gran empresa nada tiene que ver con su eficiencia. La eficiencia tiene que ver con la capacidad, disposición, voluntad de quienes conducen la empresa y su entorno. La propiedad solo indica el destino de las ganancias.

Las grandes empresas ya no son dirigidas por sus dueños. Eso solo se verifica en las pequeñas y algunas medianas. Las grandes son sociedades anónimas, otras del Estado, otras cooperativas, etc. En general son dirigidas por gerentes y directorios con profesionales bien formados. Son estos los que hacen a la eficiencia de una empresa.

Si un propietario privado puede encontrar un equipo para gerenciar, dirigir, conducir correctamente una empresa, la gestión social (Estado, trabajadores, empresarios, consumidores, etc.) tiene mayor capacidad para armar una dirección altamente competitiva.

La diferencia es que: si es propiedad privada la ganancia va a sus pocos dueños. Si estos accionistas viven en el exterior, esa riqueza emigra del país sin beneficio para la sociedad. Si viven en el país, pero fugan sus ganancias, el resultado es el mismo. En cualquier caso, si la inversión o el gasto lo hacen en otro lugar, no hay beneficio para el país.

Si la gestión es social esa ganancia va a las arcas públicas y de ahí a la sociedad argentina. Que no alimente a ñoquis que parasitan al Estado, a políticos corruptos, a empresarios prebendarios y que, en cambio, concurran a la inversión para el desarrollo económico, social y cultural es responsabilidad de la dirigencia política a cargo del gobierno. Una gestión social, eficiente, honesta y austera es la mejor alternativa posible, para el interés de las grandes mayorías nacionales. Esto hay que pedirle a los gobernantes elegidos democráticamente.

Un gobernante competente hoy podría exigir a la dirección de una empresa pública que sea eficiente, superavitaria (recuperando para la Nación la mayor parte de la renta petrolera) transformarse en la nave insigne de la transición energética y mantener los objetivos por los que fue creada.

Una advertencia importante.

De concretarse la aspiración de los buitres, que sobrevuelan nuestra preciada empresa, un futuro gobierno del campo del pueblo debería declarar nula de nulidad absoluta la enajenación de esta herencia.

En primer lugar porque es un patrimonio creado para la defensa, la soberanía energética y el desarrollo nacional. Por lo tanto su venta desnaturalizaría sus objetivos y se constituiría en un acto de infame traición a la Patria.

En segundo lugar porque ese patrimonio creció con inteligencia, dinero, capitales, esfuerzo y trabajo de los argentinos. Y se creó frente a los abusos manifiestos de las empresas extranjeras que manejaban oligopólicamente este eslabón esencial de la cadena productiva.

En tercer lugar porque es un patrimonio intergeneracional. Es un bien creado por las generaciones pasadas, para el beneficio de las generaciones presentes y futuras. A diferencia de otras pertenencias (que son patrimonio del estado -es decir de la sociedad argentina- que se pueden vender y reemplazar con cierta facilidad) este resulta en un bien estratégico inalienable.

En cuarto lugar porque los administradores transitorios de los bienes públicos (la casta política en el diccionario del presidente electo) no son los dueños de esos bienes. De manera que no pueden enajenar lo que no les pertenece. Milei puede vender su casa o cualquier bien que le pertenezca. No puede vender YPF, porque no es suya.

En quinto lugar porque quienes llegan a la dirección del Estado deben saber ¡para qué fueron creadas cada una de las instituciones o empresas públicas! Si no lo saben, es que no estaban preparados para su conducción. Pero como no se puede alegar la torpeza o ignorancia propia como razón para vender un bien público, deberían eliminar la venta de YPF como parte de su programa de gobierno.

En sexto lugar no se puede decir que una empresa debe ser competitiva y al mismo tiempo poner en su dirección a un gerente (o un directorio completo) de una empresa competidora. Esto ocurrió muchas veces. En particular durante la última dictadura. Así se garantizaba la ineficacia de la empresa y la justificación, ante la opinión pública, de su desguace o privatización. En este sentido, el presidente electo Javier Milei empezó mal. Pone al frente de la empresa al ingeniero Horacio Marín que trabajó en Tecpetrol 30 años y responde a las directivas de Paolo Rocca. (Daniela Cosentino en Letra P dice: “Milei eligió un representante de Techint. Fue después de que Mauricio Macri consiguiera que una empresa del Grupo que capitanea Paolo Rocca, que aportó tanto en las PASO como en las generales por Bullrich, apostara por Milei en el ballotage, luego del Pacto de Acassuso que el minarquista selló con el ex presidente. Puntualmente Inurban (Inversiones Urbanas Nuevo Milenio) le transfirió $ 20 millones, la mitad de lo que le puso a Bullrich”) Quiere decir que, por magros 20 millones de pesos en blanco (deberíamos saber cuánta plata en negro) Paolo Rocca se quedó con la dirección de YPF. Si esto no es corrupción ¿Dónde está la corrupción?

En séptimo lugar porque un ingreso virtuoso del Estado es el proveniente de las rentas emergentes de los bienes comunes. Es decir el fortalecimiento de las arcas públicas sin cobrar impuestos al trabajo, la inversión y el consumo. En este caso, el dominio del subsuelo donde duermen enormes riquezas hidrocarburíferas (petróleo y gas) así lo permiten. El descubrimiento de yacimientos no convencionales (donde los hidrocarburos se encuentran almacenados en el interior de una roca) u offshore (lecho marino) elevan en Argentina la potencialidad productiva. Eso ya lo estamos viendo en Vaca Muerta. La extracción de esta riqueza tiene un alto impacto ambiental (Es la cuota de sacrificio que debemos hacer para salir del atolladero financiero, económico y social al que nos llevó la incompetencia de los gobernantes y la avaricia de empresas privadas que quieren apropiarse de este bien común) Pero este sacrificio podría ser en vano si lo dejamos en manos ajenas al interés nacional. Por otra parte, más allá de la necesaria transición hacia energías limpias, en las cuales YPF debe ser un abanderado, ya se sabe que podrían existir varias “Vaca Muerta” en nuestro territorio. Es decir, que no solo alcanzaríamos el autoabastecimiento (con los ahorros y beneficios para la producción nacional que eso significa) sino que podríamos exportar (generando divisas que tanto se demandan) Una YPF 100% pública, fortalece la defensa, la soberanía, el desarrollo nacional y también ayudaría al equilibrio fiscal, mejorando la calidad de vida de la población.

Por último, una señal para los futuros inversionistas, porque el que avisa no traiciona.

Un “nuevo bloque nacional de poder” alcanzará la dirección del Estado Nacional en algún momento. Será un gobierno del campo del pueblo. En ese caso se verá obligado a recuperar la empresa de bandera a través de una expropiación muy parecida a una confiscación. Siendo la privatización una operación nula de nulidad absoluta, manejada a través de procedimientos corruptos y privatizada a un precio ganga; su recuperación será reconociendo el precio ganga menos el saqueo. Con lo cual, los inversionistas tienen que saber que es una operación de alto riesgo. Donde el futuro gobierno ya no aceptará la prórroga de jurisdicción a tribunales extranjeros y no tendrán jueces amigos que los protejan.

O las enormes riquezas de la renta petrolera y gasífera se orientan al bienestar general o van a parar al bolsillo de los accionistas de empresas extranjeras. Esa es la cuestión.

Por lo tanto, lo más recomendable para los nuevos ejecutivos es que estudien la vida intachable y la obra monumental de los generales Enrique Mosconi y Alonso Baldrich. Y siguiendo sus ejemplos, autoridad moral y eficiencia técnica, nos devuelvan el orgullo de una YPF ejemplar. Todo lo demás deberá ser revertido y eso no es conveniente para nadie.

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