OPINIÓN
Es el saqueo, así de sencillo (9)por Mario Mazzitelli
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2 años agoon
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Redacción
La corrupción.
En una época de anomia, improvisación y cortoplacismo, sin un horizonte que ilumine el futuro, en el marco del sálvese quien pueda, donde “el que no llora no mama y el que no afana es un gil”, donde los valores son los del mercado (es decir no hay valores sino precios), donde todo se compra y se vende; el saqueo se ha transformado en el vector ordenador de varios campos de la vida de los argentinos: político, ambiental, judicial, cultural, etc.
¿Por qué algunos se sorprenden de los altos índices de corrupción?
Hace varias décadas (quizás el 2 de abril de 1976 resulte una fecha paradigmática. Ese día Martínez de Hoz presentó “los principios orientadores contenidos en los Documentos Básicos del Proceso de Reorganización Nacional”) se fueron instalando en Argentina ideas inconvenientes para “la vida, la unión nacional, la paz, el orden, la justicia, el bienestar general y la libertad”.
La famosa idea paleo liberal de Margaret Thatcher acerca de que “la sociedad no existe como tal, sino solo individuos” nos retrotrajo a la ley de la selva. Mientras se desmantelaba el “Estado de Bienestar” el poder real se transfería a las “Corporaciones Económicas”. Así al “Poder Democrático” de la sociedad, se le empezó a superponer el “Poder Económico” de los propietarios. Uno signado por la participación popular, el otro por el autoritarismo de los dueños.
A partir de estas premisas, el Estado (en gran medida) paso a ser sirviente del Poder Económico. Principio de subsidiaridad. El Estado asumía el terrorismo como forma de gobierno y la élite económica se ocupaba de acrecentar la concentración de la riqueza. Eso era y es un disvalor. Un disvalor que tuvo y tiene precio. La Patria Financista, Contratista, Importadora, etc. fueron expresiones de los más favorecidos. El ambiente para la corrupción estaba establecido. Las malezas de los corruptos y corruptores se iban a extender como nunca antes. La ética de algunos demócratas, no alcanzó para detener la extensión de esta inmoralidad a lo largo del tiempo.
La corrupción mata, empobrece y desmoraliza.
El 22 de febrero de 2012, 51 personas murieron y 789 resultaron heridas por el impacto de un tren de la línea Sarmiento que chocó con el paragolpes de la estación Once. ¿Qué había pasado? ¿Un accidente? No. El Dr. Leandro Despouy, desde la Auditoría General de la Nación sostuvo: “Lo más tétrico de la tragedia de Once…es la certeza de que podría haberse evitado. Todos los elementos que surgen de los informes de la AGN y de las investigaciones judiciales en curso confirman esta dramática evidencia: el siniestro fue el resultado de un desempeño estatal crónicamente pésimo y de una gestión empresarial ineficaz y fraudulenta”. Una parte del dinero que el Estado destinaba al sostenimiento de vías, la señalización y el mantenimiento de trenes (que tenían más de 50 años) iba a manos de funcionarios, empresarios y sindicalistas corruptos. El accidente desnudo la realidad. La investigación judicial iba a confirmarlo a posteriori. Aunque la AGN había expuesto los indicios para que 51 inocentes no fueran ejecutados y cientos de pasajeros no tuvieran que cargar con discapacidades y dolencias de por vida.
Para seguir con el tren Sarmiento, digamos que el soterramiento fue una obra adjudicada por el gobierno Kirchner al consorcio constituido por Odebrecht, IECSA (entonces de Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri), Ghella y ComSa SA. Por los fragantes actos de corrupción, en 2019 Odebrecht y IECSA abandonaron la obra. Ahí quedó (Entre Morón y Haedo) el obrador, como una momia que nadie sabe si algún día resucitará. Y por debajo (a 22 metros del nivel de la tierra) yace un tubo de cemento, entre las estaciones de Haedo y Villa Luro, en el que ya se invirtieron más de 3.000 millones de dólares. Y que por ahora no sirve para nada. Si le sumáramos los gastos en juicios, tiempos muertos, etc. Valdría preguntarse ¿A cuántos millones de argentinos empobreció éste acto de corrupción?
Si algo desmoraliza a una sociedad es ver la inutilidad del esfuerzo. Me quedo un poco más en la línea oeste del GBA; donde miles de personas se amontonan en los andenes del Sarmiento, desde las 4 de la mañana en adelante, para ir a trabajar. A trabajar por un salario que no les alcanza para llegar a fin de mes. Volver tarde, perdiendo el contacto con sus afectos, y pensar que solo es para sobrevivir. Mal sobrevivir. Mientras otros se enriquecen sin que se sepa de donde proviene su ascenso económico. Aunque todos lo sospechemos.
El ejemplo como fuente de la conducta
Los grandes generales de la historia, asumían el riesgo de perder la vida en contacto con sus soldados. Valga la caída de San Martín en el combate de San Lorenzo. Entonces los soldados estaban dispuestos a dar la vida por su general. Allí el heroísmo del afro indígena sargento Cabral.
Los malandras que han llegado a la función pública para enriquecerse son la contracara. Solo merecen el desprecio y una condena moral, política y judicial. Aunque es difícil que eso ocurra en Argentina, donde la impunidad es la regla. Entonces prevalecen por un tiempo los malos ejemplos a las grandes conductas.
La historia de la Argentina de estas últimas décadas ¿Es la historia de la corrupción?
No todo. Pero en gran medida sí. Empezando por la “Ley de Entidades Financieras”, sancionada el 14 de febrero de 1977. ¿Su misión? Imponer la especulación y parasitismo financiero contra el trabajo y la producción industrial (con desarrollo educativo, científico y tecnológico). Así prosperaron los bancos y se derrumbaron las industrias. Hasta que las estafas bancarias no tuvieron otra sangre que chupar que la del Estado y se derrumbaron como castillos de naipes. Para ejecutar esta metamorfosis debieron completar la otra cara de la moneda: la corrupta y fraudulenta “Deuda Externa”. Sellando el sistema con el derrumbe de la dictadura (inducida por el Imperio a tomar Malvinas) y una democracia condicionada; que todavía no cambió estas dos anclas que nos hunden en el atraso y la pobreza.
A partir del retorno democrático se trataba de confrontar o convivir con el régimen corrupto heredado. Unos pocos trataron de confrontar. Mientras una parte de la dirigencia iba adaptándose a la nueva modalidad del moderno colonialismo del mundo unipolar. Y por esa adaptación cobrar. Con cargos o con dádivas. Así “nuestros generales” en lugar de arriesgar el pellejo, siguiendo el ejemplo de San Martín, prefirieron untar su pellejo con papel pintado de color verde.
La ley de entidades financieras, la deuda externa y la entrega del patrimonio público de los argentinos (bajo el mote de privatización de las empresas públicas) son los tres pilares sobre los que se asienta la corrupción.
Luego el resto. La corrupción en el ANSES (donde se pagaban jubilaciones truchas de personas fallecidas por el equivalente de 400 millones de dólares anuales) Los guardapolvos de Bauza. Los falsos juicios a las empresas públicas (Ferrocarriles, Aerolíneas, etc.) por accidentes menores o falsos. Yaciretá como monumento a la corrupción. Las coimas enormes en los contratos IBM – Banco Nación e IBM –DGI. El pago a aseguradoras truchas por parte del INDER (Instituto Nacional de Reaseguros) Las estafas millonarias de los Bancos Alas, del Oeste e Hipotecario. El desarrollo de las mafias policiales-judiciales-políticas y empresariales para el ingreso, comercialización y tránsito de la droga y el lavado del dinero. El contrabando de armas (perpetrado por el mismo Estado) suministrando armas a Ecuador, Croacia y Bosnia. La mafia del oro (con la legislación beneficiosa creada por Domingo Cavallo para la exportación de manufacturas de oro) El escándalo en el PAMI (bajo la conducción de Matilde Menéndez, pero que ha continuado hasta nuestro días en un contubernio espurio con los laboratorios para financiar la política) El Yomagate (por lavado de narco dólares) Yabrán y el crimen de José Luis Cabezas (cuando el poder se excedió y perdió su condición esencial: la impunidad) La mancha sobre el Senado (por soborno a los senadores para imponer la reforma laboral) El acuerdo de Juan Carlos Rousselot con Mauricio Macri (en torno a la obra de cloacas en Morón) Las trapisondas en el Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires (Manliba, excepciones al Código de Planeamiento Urbano, etc.) Salida del país y despiste (pérdida de pistas) de los fondos girados a Santa Cruz con motivo de la entrega de YPF. El “Robo para la Corona” de José Luis Manzano reflejado en el libro de Horacio Verbitsky. El rol de los “Servicios de Inteligencia” vinculados al tráfico de personas, armas, drogas, el juego, la prostitución y la manipulación de jueces. El enriquecimiento exponencial de Lázaro Báez. Las cláusulas secretas entre el Estado y Chevron por la explotación en Vaca Muerta. Los vueltos de la obra pública encubiertos en el uso de hoteles vacíos. Las maniobras con el dinero de los impuestos por parte de Cristóbal López. El financiamiento de la política y el triple crimen de General Rodríguez. El intento de licuar la deuda del Correo Argentino. El carry trade (ganancia parásita de los especuladores financieros). La entrega de tierras y patrimonio del Estado en la CABA para “hacer negocios privados con bienes públicos”. Los negociados de tierras en La Plata denunciado por el ingeniero Guillermo Andreau. El préstamo del FMI por 57.000 millones de dólares (de los que solo entraron 44.500 tras la derrota de Macri en las PASO de 2019) Las maniobras fraudulentas de Vicentín estafando al Banco Nación, trabajadores y productores…en estos días nos estamos enterando que quienes vinieron a liberarnos de la casta política, como “propietarios de un bien escaso” venden las candidaturas al mejor postor (son monetaristas en serio),…stop. Me cansé. La corrupción no fue un hecho aislado, es un problema sistémico.
El impacto de la corrupción.
Naum Kliksberg, psicólogo y sociólogo, nos habla sobre la magnitud del impacto. Es decir el costo económico total, más allá de lo que el funcionario en particular ha logrado robar o sustraer para su bolsillo. Dice Naum: “¿Por qué la corrupción alcanza para destruir la economía de un país?…por cada millón de dólares que se roba…, en las decisiones que tienen que tomar para realizar los actos de corrupción, le generan al país un daño económico; que Transparencia Internacional lo considera de cien (100) Por cada dólar robado se produce un daño económico equivalente a cien dólares”.
Naum Kliksberg agrega que hay que prestar atención a las circunstancias en las que se ejecuta la mega corrupción. Cuando se pide, se paga y se renegocia deuda externa, donde pocos funcionarios, en ambientes secretos, pautan las condiciones donde un punto o una coma pueden significar millones de dólares. Cuando se negocian mega proyectos de obras públicas. Cuando se venden y se compran bienes del Estado. Cuando se hacen convenios con multinacionales donde los funcionarios pactan cláusulas secretas para que el pueblo no se entere. Cuando se otorgan subsidios a las empresas para el servicio de agua, gas, transporte. Cuando el Estado compra y vende dólares o bonos, pudiendo transferir fortunas a los “beneficiarios”. Cuando asigna dólares baratos para tal o cual importación ¿real o falseada? Cuando no se pesan las exportaciones de granos. Cuando una empresa privada toma “deuda externa supuesta” y los funcionarios no controlan. Cuando se hacen juicios en el CIADI y los abogados contratados por el país no ponen el empeño en ganarlo….
¡Qué me van a hablar de honor!
– “Quiero el 1% de tu patrimonio para financiar mi campaña (2015). Vos sabes que si yo gano, normalizaremos el país y el 99% restante de tu patrimonio va a valer muchísimo más.” Mauricio Macri a los grandes propietarios de Argentina, según cuenta Hugo Alconada Mon en su libro La Raíz. Además Macri quería todo ese dinero en negro. ¿Cuánto? Cerca de 200 millones de dólares. Por esto, han perdido credibilidad hasta dirigentes intachables que veían muy bien la paja en el ojo ajeno, pero acompañaron y acompañan a este señor y sus amigos hasta el escándalo.
“Yo he vivido dando tumbos
Rodando por el mundo y haciéndome el destino…
Y en los charcos del camino
La experiencia
Me ha ayudado por baquiano y porque yo
Comprendo que en la vida
Se cuidan los zapatos andando de rodillas” ¡Qué me van a hablar de honor!
Penalización e impunidad.
En Argentina tenemos el Código Penal, una ley de “Ética en el ejercicio de la función Pública”, libertad de expresión con la que poner en evidencia la corrupción, un Poder Judicial…Sin embargo, algunos sostienen que la mayoría de los actos ilícitos en la función pública no son denunciados. De los que sí son denunciados, la inmensa mayoría queda impune. En todos los casos los tiempos procesales son extensísimos, al punto que el enjuiciado puede morir antes de recibir una condena. O las causas pueden quedar prescriptas por el simple avance de las agujas en el reloj. Parece que ni las instituciones, las leyes o amenazas de castigo alcanzan cuando la conciencia está podrida. Con un agravante, cuando el delito de guante blanco se extiende por arriba, el delito violento se extiende por abajo. Alguna vez habrá que estudiar la relación entre corrupción e inseguridad.
Movimiento de regeneración ética y moral.
Surgirá, sin lugar a dudas, un Movimiento de regeneración ética y moral. Una sociedad asqueada de la corrupción, buscará los anticuerpos para expulsar el mal. No será por una cuestión idealista, ni por la prédica de alguien en particular. Ni por efecto de esta nota, por supuesto. Será por imperio de la necesidad.
Una sociedad puede tolerar grados mínimos de deshonestidad. De hecho, no creo que haya sociedad en la tierra que sea 100% honesta. Ni persona alguna. Pero veo que en Argentina se han desbordado todos los límites y ya la sociedad lo está haciendo sentir en los procesos eleccionarios; dejando de votar, votando en blanco, anulando el voto.
¿Será una iniciativa de la iglesia? ¿Será de un conglomerado de personas (de diversos campos de la ciencia, la cultura, la academia, etcétera) creíbles para la sociedad? No lo sé. ¿Será la misma sociedad que en un proceso de resistencia minimalista empiece a decir NO a la corrupción? ¿NO a una coima? ¿NO votando a sospechosos? ¿Condenando la maldita frase “roban pero hacen….”? No lo sé.
Sí sé, que el “no robaras” es el séptimo mandamiento, un imperativo moral, y en la actualidad una necesidad material para el funcionamiento de la sociedad.
Donde se le ha robado el futuro a millones de niños y adolescentes, la esperanza y la ilusión a millones de jóvenes, adultos y jubilados y otras tantas cosas materiales que venimos reflejando en estas notas. Está llegando la hora de decir basta. La sociedad Argentina se cayó cien veces y cien veces se levantó. Lo hará una vez más en esta materia.
Como se ve, no todo está perdido!!!
Aunque suene insuficiente, el cambio empieza por cada uno de nosotros. Me explico.
Si consideramos a la organización social como un sistema y a los individuos como sus componentes, veremos la dialéctica entre el todo y las partes, entre la sociedad y los individuos. Alguien podrá decir que “el todo es más fuerte que las partes” y que, por tanto, “nada se puede hacer en la lucha contra la corrupción”. Pero el “todo” es “nada” sin sus componentes, sus partes, sus individuos. Y cuando una mayoría de sus componentes (nosotros) asumamos que el camino para la realización “de todos y cada uno” es una conducta honrada, eso será indetenible.
En ese “todo” que somos la sociedad argentina, cada uno de nosotros tiene un grano de arena para aportar. Hagamos nuestra parte. Decía una vieja consigna: “Nada cambia si usted no cambia” e interpelaba un presidente norteamericano a su gente: no piense en lo que su país hará por usted. Piense que hará usted por su país.
Pensemos que haremos cada uno de nosotros por nuestro país. Está en nosotros terminar con la corrupción.
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«Milei viola la Ley», por Mario Mazzitelli
Published
1 mes agoon
19 de mayo de 2025By
Redacción
La ley de blanqueo de activos en negro (N° 27.743, Régimen de Regularización de Activos) que entró en vigencia el 8 de julio de 2024, fue reglamentada por la AFIP a través de la Resolución General N° 5528/2024 y publicada en el Boletín Oficial el 17 de julio de 2024. En su artículo 21 dice: “Los sujetos que adhieran al presente régimen no podrán inscribirse en otros regímenes similares, cualquiera fuera su denominación, hasta el 31 de diciembre de 2038”. Es decir, llegaron los libertarios, impulsaron un nuevo blanqueo para exteriorizar lo que se tenía escondido y quien lo hiciera no tendría otra oportunidad hasta el 1 de enero de 2039.
Sin embargo, ya vencidos los plazos para blanquear, el presidente de la Nación a través de su ministro Luis “Toto” Caputo, se dispone a hacer una prórroga. No solo eso, desnaturalizando esta advertencia que imponía la AFIP, abre la posibilidad de un libertinaje sin control. Lo dice el Toto: “no habrá que dar explicaciones sobre lo que gastes”. Se permitirá pagar con dólares que no fueron declarados y no se le pedirá explicaciones a nadie. Por lo menos así será la voluntad política del Poder Ejecutivo. De esta manera se viola la ley, porque el blanqueo sería de hecho y no de derecho.
No es raro. Para quién no cree en la democracia, violar la ley es natural. Con ella va la falta de respeto al Congreso, la Constitución y la República (con su división de poderes, controles, contrapesos y exigencias) obstáculos despreciables que les impiden (a los amigos del poder dueños de grandes masas de dinero) optimizar la tasa de ganancia sin que el Estado Nacional o el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) los moleste.
¿Por qué violarla? Porque, no alcanza con el blanqueo, ni con el nuevo crédito ilegal del FMI, ni con el recurrente curro parasitario del “carry trade” (bicicleta financiera) y hay que mantener la «plata dulce», el dólar barato (somos uno de los países más caros del mundo en dólares), sostener la transitoria mejoría del poder adquisitivo (aunque la inmensa mayoría sufra ingresos insuficiente) y vigorizar las expectativas para las elecciones de octubre (una suerte de demagogia berreta con dólares ajenos)
Pero el violador serial de leyes está planteando algo más grave que un blanqueo. «Lo que vamos a hacer es que la gente esté más proclive a sacar sus dólares del colchón, caja de seguridad o de donde sea y gastarlos». Lo que plantean es un lavado a mansalva. Con la complicidad del FMI y su directora gerente Kristalina Georgieva. No, no son los dólares del colchón el asunto de fondo. No es el permiso infantil para que un vecino que ahorró U$S 500 (quinientos dólares) pueda cambiar el lavarropas o comprarle un juguete a su hijo para el cumpleaños. Eso siempre se hizo y no es el tema. Esa es la máscara.
El asunto es la posibilidad que entren dólares del narcotráfico internacional, el tráfico de armas, de personas, la venta ilegal de petróleo, etc. Si ellos pueden traer sus dólares (sin blanquearlos y eludiendo todo tipo de control) para luego transformarlos en cualquier activo (tierras, viviendas, industrias, comercios, etc. y hasta áreas estratégicas de nuestra economía a través de testaferros) sin que nadie le pregunte nada, cartón lleno.
Habrán creado un “infierno o paraíso fiscal” donde los delincuentes de todo tipo encontrarán un espacio apacible donde disfrutar sus desfalcos. Y, donde «los argentinos de bien» deberán estar atentos para no ser víctimas de un régimen tan degradado moralmente, que la afirmación discepoliana «la panza es reina y el dinero es Dios», no termine dando por tierra con las ilusiones de una “libertad” decente, así transformada en libertinaje de la peor calaña.
Observemos algo más. El séquito de adulones, alcahuetes y cipayos que rodean a JM quieren elevarlo a la categoría de emperador (Santiago Caputo y su cuenta en X @MileiEmperador, es una prueba. Otra son las imágenes que muestran al ex panelista de TV con los atributos y vestimenta de emperador romano) En esta ficción, Marco Aurelio es el personaje a emular. Por eso Milei repite sus palabras. Pero ojo!!! Qué corrijan el GPS. Por la ruta que están yendo, no van a llegar a Marco Aurelio, más probable es que lleguen a Calígula. ¿Será qué en el fondo es su deseo íntimo? Mal augurio para la tan mentada República.
Lo que sabemos es que la capacidad de destrucción de este gobierno es inmensa. Algo así como una bomba neutrónica, que deja en pie todo lo visible, pero atraviesa las entrañas, el corazón y la humanidad de millones de personas inocentes. Inocentes en el doble sentido de la palabra.
No se trata de un acto de gobierno. Es un acto de corrupción.
INTERNACIONALES
«Un laboratorio de exterminio en tiempo real», por Lina Merino
Published
1 mes agoon
19 de mayo de 2025By
Redacción
Desde hace décadas, Palestina ha sido el escenario de una violencia estructural y colonial. Pero, con especial crudeza desde octubre de 2023, Gaza ha dejado de ser solamente una zona de violencia y resistencia para convertirse en algo mucho más siniestro: un genocidio investigado por la Corte Penal Internacional a petición de Sudáfrica y más de 50 países del mundo.
En ese marco, el Estado de Israel ha desplegado todo un laboratorio, en tiempo real, de las guerras del futuro. Netanyahu ha desplegado en el enclave a las Fuerzas de Defensa de Israel con toda una batería de tecnologías de inteligencia artificial (IA), aprendizaje automático, sistemas de reconocimiento biométrico y análisis predictivo, todo aplicado a la conducción de operaciones bélicas, al control de la población y a la selección de objetivos. No se trata sólo de una nueva táctica: es un salto cualitativo en la forma de hacer la guerra, acorde a la nueva fase en el modo de producción capitalista.
En este nuevo paradigma, la IA no reemplaza completamente al ser humano, pero lo despoja progresivamente de su capacidad crítica y su juicio ético. La toma de decisiones se automatiza. El tiempo operativo se reduce. El asesinato se vuelve una función matemática. Y lo más alarmante: el principio de distinción entre combatientes y civiles, piedra angular del derecho internacional humanitario, se diluye en el código binario de un algoritmo entrenado con datos incompletos, sesgados y anónimos.
Lavender, The Gospel y Where is Daddy?: la maquinaria algorítmica del exterminio
Uno de los sistemas más polémicos es Lavender, una base de datos impulsada por inteligencia artificial que analiza la información digital de los 2,3 millones de residentes de Gaza para determinar, mediante una calificación probabilística, su supuesta vinculación con Hamás o la Yihad Islámica. El sistema asigna un puntaje de peligrosidad que va del 1 al 100, y quienes obtienen las puntuaciones más altas son automáticamente marcados como blancos a eliminar, incluso sin pruebas concluyentes ni revisión humana sustantiva.
Este sistema ha sido responsable de más de 15.000 ataques entre octubre y noviembre de 2023, según la revista +972 Magazine. Su tasa de error —estimada en un 10%— ha sido considerada “tolerable” por las Fuerzas de Defensa de Israel. La implicancia es brutal: miles de personas han sido asesinadas por recomendación de un software, sin proceso judicial ni verificación humana exhaustiva.
Lavender no actúa solo. Está complementado por programas como Where is Daddy?, que rastrea a los individuos marcados por la IA y espera a que regresen a sus casas para lanzar un bombardeo que suele incluir a toda la familia. Otro sistema, llamado The Gospel, analiza datos de inteligencia para generar hasta 100 blancos diarios, priorizando infraestructura sospechada de estar vinculada a Hamás.
A estos se suma Fire Factory, un sistema que automatiza la planificación de ataques aéreos, asigna cargas de munición, propone cronogramas y reduce drásticamente el tiempo de decisión. La guerra, en este modelo,
se convierte en una operación logística desprovista de humanidad: eficiencia letal, con apariencia de precisión.
Vigilancia total: el “Facebook secreto” de los palestinos
Pero la violencia algorítmica no se limita a las bombas. También se aplica al control del territorio. El programa Blue Wolf, utilizado por el ejército israelí, captura imágenes de los rostros palestinos —incluidos niños y ancianos— y las compara con una base de datos de reconocimiento facial construida a partir de competiciones internas entre soldados, premiados por la cantidad de fotos recolectadas. Un exmilitar lo describió como “el Facebook secreto para palestinos”.
Además, en ciudades como Hebrón, se han instalado cámaras de escaneo facial que identifican automáticamente a los palestinos en puestos de control. El objetivo no es sólo el control: es la transformación de todo un pueblo en datos biométricos. Es la vigilancia masiva como política de dominación.
Empresas detrás del genocidio: la complicidad del complejo tecno-militar
Las tecnologías utilizadas por Israel en Gaza no son desarrolladas en un vacío. De acuerdo con una investigación de The Associated Press, empresas como Microsoft y OpenAI han brindado modelos de IA y servicios en la nube que fueron integrados en el proceso de selección de blancos militares durante los recientes ataques en Gaza y Líbano. Esta colaboración ha generado protestas internas en dichas compañías, cuyas y cuyos trabajadores han exigido explicaciones éticas frente al uso bélico de sus tecnologías.
Más allá del escándalo, lo que queda claro es que las principales corporaciones tecnológicas del mundo están participando activamente en el diseño de las guerras del siglo XXI. En el caso de Israel, estas herramientas forman parte de la doctrina de «fusión humano-máquina» que el actual comandante de la Unidad 8200 —bajo el seudónimo “General YS”— ha defendido en su libro The Human-Machine Team, publicado en 2021. Allí plantea abiertamente la necesidad de crear sistemas que superen el “cuello de botella humano” para localizar y aprobar objetivos durante los conflictos armados. La idea es simple y brutal: eliminar el juicio ético para acelerar la letalidad.
La guerra sin política: de Clausewitz a la distopía
Carl von Clausewitz afirmaba que “la guerra es la continuación de la política por otros medios” y que todo conflicto bélico está atravesado por una “trinidad” entre razón (la política), emoción (el pueblo) y azar (el ejército). En Gaza, esta trinidad ha sido sustituida por otra: el algoritmo, el dron y una horrorosa voluntad de exterminio. La IA no tiene política, ni pasiones, ni azar. Sólo procesa datos, probabilidades y márgenes de error aceptables.
La fricción, ese elemento caótico e imprevisible que para Clausewitz condicionaba toda estrategia militar, ha sido reemplazada por la falsa ilusión de una “inteligencia” sin “consciencia” que lava las culpas de decisiores políticos, empresarios tecnológicos, jerarcas castrenses,
soldados sahuesos y programadores, todos alimentando un espiral de supresión de su propia humanidad.
Cuando el juicio moral es sustituido por puntuaciones automatizadas, lo que se despliega no es una estrategia militar sino una forma de exterminio burocrática e industrial, tan bien caracterizada por Annah Arendt en “Eichhman en Jerusalén”.
La ética de la ciencia, borrada; la humanidad, anulada
El uso de IA por parte de Israel en Gaza es un acto de deshumanización sistemática. Los palestinos dejan de ser sujetos con derechos y nombres para convertirse en “objetivos de alto valor” según bases de datos opacas y algoritmos impersonales.
Los civiles son asesinados en bombardeos dirigidos, y sus nombres reemplazados por códigos numéricos. Sus hogares y sus hijos son sólo coordenadas GPS. El bombardeo de zonas residenciales, hospitales, escuelas y campos de refugiados no son “daños colaterales”, sino el resultado lógico de una política que “oculta” en las máquinas la decisión de matar.
Palestina es hoy el laboratorio de la guerra algorítmica con la complicidad y silencio de gran parte de la “comunidad” internacional. Lo que allí se prueba, pronto será exportado. La nueva fase del capitalismo, lejos de ser un camino de liberación tecnológica, se convierte así en una amenaza cuando es cooptada por el poder corporativo y colonial.
La IA puede ser una herramienta para el bien común, pero en manos de un poder deshumanizado, se convierte en el arma perfecta del exterminio. En Gaza no se está salvando a nadie: se está perfeccionando la técnica para matar sin remordimientos.
*Lina Merino es licenciada en Biotecnología y Biología Molecular, doctora en Ciencias Biológicas (UNLP), diplomada en género y gestión institucional (UNDEF), Profesora (UNAHUR), investigadora del Observatorio de Energía, Ciencia y Tecnología (OECyT) asociado a la plataforma Pueblo y Ciencia y al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
OPINIÓN
«Francisco en su camino a la eternidad», por José Conde Ramos
Published
2 meses agoon
28 de abril de 2025By
Redacción
Será inmortal su recuerdo, su valentía pasará del templo para compartir su rebeldía, su alegría, sus ansias, con los más débiles y con los que sufren las injusticias de un mundo desigual.
Será inmortal por su conducta, por ser un verdadero cordero de Dios. Acercó a Cristo a los descreídos, a los que habían perdido su fé y se fué erigiendo para el mundo todo, católicos y no católicos, en un ejemplo misericordioso de sacrificio y entrega a los desposeidos y en una barrera a los poderosos.
No será la figura sublime de estrofas sentidas, será sin dudas el Francisco valiente y contundente, que ha dejado huellas indelebles qué nos señalarán el camino del diálogo seguir a seguir para enfrentar la injusticia, las guerras que siempre tienen como víctima principal a los más vulnerables.
La trascendencia de Francisco va más allá de ese reconocimiento universal que lo distingue como el Papa de la alegría, de la humildad y la cercanía.
Algunos con necedad le reclamarán, que no volvió a su patria, la respuesta es simple, cuando fué ungido Papa, en ese instante se convirtió en un servidor del mundo.
Nos deja la recuperación de la Iglesia con un gran compromiso cristiano.
Nos deja su visión y su gran trabajo ecuménico.
Nos deja como compromiso cristiano estar del lado del desvalido y el mandato de tener olor a oveja y tener en Cristo la guía de nuestros actos comprometidos sin remilgos por un mundo mejor.
Nos faltará él en la tierra, pero nos deja el compromiso de ser cada día mejores gracias a la palabra de Cristo y a la guía que nos legó.
Gloria a Francisco y nuestros corazones a un hombre que dejó de manera imborrable para el mundo la importancia de ser justo.
Sepan los del Club San Lorenzo que no serán los únicos en llorarlo porque lo llorará un mundo entero.

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