El flamante funcionario y su optimismo con las expectativas electorales del FdT. La reelección del Presidente. Los otros candidatos. El futuro de la vicepresidenta. La mesa política.
Habían transcurrido poco más de una hora de la jura como jefe de Gabinete cuando Agustín Rossi recibió a Página/12 en su nuevo despacho, lindante con el del presidente Alberto Fernández. Ya no quedaban vestigios del paso por esa oficina del tucumano Juan Manzur, incluso ya están en uno de los muebles una serie de fotos de Rossi con sus hijos, nietos y una que tiene junto al entonces presidente Néstor Kirchner. El nuevo jefe de los ministros llega con el aval de Cristina Fernández de Kirchner, con quien se encontró luego de aceptar el convite de Alberto Fernández. Rossi fue contundente al afirmar que el FdT tiene posibilidades de triunfar en los comicios presidencial, considera como viable que el Presidente quiera reelegir cuando dice que «no debe se tan mala la gestión cuando hay ministros que quieren ser candidatos» en una clara referencia a Wado de Pedro. En cuanto a la situación de CFK, el flamante jefe de Gabinete fue concreto: «Cristina está proscripta y eso es muy malo para la democracia».
–¿Qué significa para usted asumir la jefatura de Gabinete en el último año del gobierno y en un año electoral?
–Es una gestión corta y en el medio tenemos las elecciones. Por lo tanto lo que vengo es a aportar mis años de experiencia política con mis años de gestión, con el conocimiento de mi trabajo y, sobre todo, del Frente de Todos. Todo ese bagaje vengo ponerlo a disposición para tratar de que las cosas salgan de la mejor manera posible.
–Y eso significa…
— …que todo salga mejor para el pueblo argentino y que obviamente genere las condiciones para que nuestro espacio político se potencie en términos electorales.
-¿Se imagina tendiento puentes entre el Presidente y la Vicepresidenta?
–Tengo vínculos con todos los sectores que integran el FdT, tengo una relación de diálogo frecuente con Cristina pero no me veo en ningún rol en ese sentido. No soy un articulador de esas situaciones. La verdad que aporto en cada uno de esos ámbitos mi mirada, mi análisis. Obviamente que para mi que el escenario de unidad, lo dije siempre, es una condición necesaria para tener potencialidad electoral. Mi vocación es fortalecer el frente porque tiene mucho para ofrecer a los argentinos.
–¿Todavía tiene potencialidad electoral el FdT?
–Sin duda. La próxima elección no será una más porque ahora compiten dos oficialismo. Por un lado están quienes gobernaron entre el 15 y el 19 y nosotros. Uno escucha a los dirigentes políticos opositores hablar como si hubiesen nacido de un repollo. Hay que recordarles y poner en debate la gestión de los cuatro años del macrismo. Nosotros, como dijo el ministro de Economía, trabajamos todos los días para ver cómo mejoramos índices inflacionarios, pero recibimos el país con más del 50 puntos de inflación. Y si me dicen que se necesitan 10 años de crecimiento económico les diré que tres de sus años fueron de recesión económica y encima tomaron una deuda de 45 mil millones de dólares. ¿Desde qué lugar pueden decir qué van a hacer si el hecho más significativo del gobierno de Macri fue la deuda con el FMI?
En este contexto de complicaciones tiene a la Corte Suprema en contra.
–La verdad es que es imprescindible mejorar el Poder Judicial. No puede seguir con este nivel de desprestigio. Me parece que será una bocanada de oxígeno para la democracia lo que están haciendo los diputados del Frente de Todos y aprovecho para manifestarle nuestro apoyo político.
–¿El juicio político a la Corte puede prosperar?
–La decisión que se tomó de impulsar el juicio político a la Corte es una decisión acertada desde la intención de mejorar el sistema democrático argentino. Después veremos cómo son los números en el recinto. ¡Además espero que los supremos concurran a la comisión y se defiendan porque algo tienen que decir! Nosotros no enfrentamos a un partido político sino a un esquema de poder donde está el partido judicial, los jueces y fiscales que se dedican a perseguirnos a nosotros y protegerlos a los otros, a los de JxC y los intereses del poder económico argentino. Contra eso también nos enfrentamos.