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POLÍTICA

Congreso del Frente Renovador: Balance electoral, arenga a la tropa  y pases de factura

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Con Wado de Pedro como invitado, el partido analizó el resultado de las PASO y la estrategia para octubre. Hubo reproches por la campaña oficialista y debate sobre el crecimiento de Milei.

Mientras el líder del espacio recorría Rosario y Córdoba en su doble traje de ministro candidato, la plana mayor del Frente Renovador se reunió en Parque Norte para ordenar la tropa luego del sacudón de la derrota y reajustar la estrategia de cara al segundo tramo de la campaña. Fue un espacio de catarsis en el que participaron casi 300 dirigentes de todo el país: hubo críticas a la logística electoral y a los referentes territoriales que solo cuidaron el pago chico, pero también un análisis sobre el crecimiento de Javier Milei en sus respectivos territorios y una discusión interna sobre como encarar las diatribas del candidato libertario. Hubo arengas, llamados a salir «a caminar y convocar a todos aquellos dirigentes que se pueden sumar», como sostuvo Eduardo «Wado» de Pedro durante su breve paso por el convite, pero fundamentalmente se trazó un horizonte de llegada. Es decir: llegar vivos a octubre con al menos el 30 por ciento de los votos, una Patricia Bullrich desinflada y un balotage con Javier Milei como gran batalla final.

El encuentro comenzó pasadas las once de la mañana en el Golden Center, un centro de convenciones ubicado en la entrada de Parque Norte que había funcionado, hace un par de semanas, como búnker de campaña de Juntos por el Cambio. Estaban todas las primeras líneas del Frente Renovador: el secretario de Industria, «Vasco» de Mendiguren; el presidente del partido, Pablo Mirolo; el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni; el ministro de Transporte, Diego Giuliano, los referentes de la mesa chica bonaerense de Massa, Rubén Eslaiman y Raúl Pérez; el director del Banco Provincia, Sebastián Galmarini; les diputades Mónica Lizta, Daniel Arroyo y Carlos Selva; la senadora riojana, Clara Vega. Más tarde llegarían Cecilia Moreau y Malena Galmarini. Estaba también el ministro de Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, en calidad de jefe de campaña. Pero más allá de la presencia fugaz del dirigente camporista, la reunión era 100 por ciento renovadora.

Era la primera vez que toda la dirigencia del FR se veía las caras desde junio, cuando Massa protagonizó en Tortuguitas un acto que pareció ser un premonitorio lanzamiento de campaña. Esa noche el tigrense lanzaría su última advertencia para evitar que el Frente de Todos fuera a las PASO, sin saber – o tal vez sí – que un mes y medio después se convertiría en el candidato de «unidad» de Unión por la Patria. Dos meses y medio después, tras una PASO que dejaría posicionado a su líder como segundo candidato más votado, el FR se reunía para hacer un poco de catarsis, diseccionar las derrotas territoriales y establecer los ejes programáticos con los que se encararía la segunda etapa de campaña.

«Se consolidan dos proyectos de país, se consolida un proyecto que tiene que ver con lo que plantea Milei y se consolida una idea de país que tiene como eje la defensa de la Argentina, que tiene como eje la defensa del trabajo, que tiene como eje la industria nacional, el comercio, el federalismo, la educación pública», arrancaría «Wado» de Pedro, encargado en abrir el encuentro. De Pedro retomaría, además, la idea de «nueva mayoría política» que viene sosteniendo Massa desde el batacazo libertario en las PASO: «En las últimas semanas empezamos a ver cómo desde sectores de radicalismo, un partido centenario, apegado a las instituciones, apegado a la industria nacional, apegado al desarrollo de la Argentina, muy identificado con la educación pública, con valores similares a los del peronismo, empezaron a surgir voces de sus dirigentes históricos donde dicen ‘no es con Bullrich, no es por acá, no es prendiendo fuego la educación pública, no es prendiendo fuego el Banco Central, no es sacándole cosas a la gente sino dándole más».

Después de la intervención de De Pedro, les dirigentes renovadores comenzaron a tomar la palabra. Habló Eslaiman, la candidata a intendenta de Junín, Valeria Arata, y el intendente de San Fernando, Juan Andreotti. Intervino también Mariano Arcioni, que venía de sufrir una durísima derrota en Chubut. Allí, Milei no solo había sacado el 39,4 por ciento de los votos, sino que el peronismo había perdido el control de la provincia por primera vez en 20 años. «Las tres fuerzas estuvieron dentro de los tres puntos y no hay ningún shock. Se hizo una campaña excelente y una elección excelente», señaló el gobernador chubutense, aunque en la sala predominaban los pases de factura contra los gobernadores peronistas que se habían «relajado» el día de las PASO y habían sufrido un tortazo a manos de Milei. «No hicieron nada para ganar la elección», disparó, furiosa, una dirigenta renovadora del Norte.

Varios dirigentes del interior se quejaron de que les habían llegado tarde las boletas desde el búnker de campaña de UxP ubicado en el centro porteño o que habían faltado afiches y volanteadas. «Milei no puso ni un afiche, no repartió un volante, no puso un pasacalle ni pintó una pared», advirtió, sin embargo, Sebastián Galmarini, uno de los estrategas de la campaña massista. Se discutió sobre la fiscalización que el propio peronismo había hecho de las boletas de Milei en el interior y se deslizó que, en octubre, no se cometería el mismo error. Hubo varias interpretaciones sobre como encarar el discurso incendiario de Milei: algunos sostenían que había que salir a explicar por qué una dolarización era inviable o atizar las consecuencias que tendría la privatización de la Educación, mientras que otros eran más severos. «¿De qué derecho le hablas a los jóvenes cuando casi la mitad son pobres y no saben qué es un trabajo en blanco ni tienen puta idea de lo que es una indemnización? A veces, hablar menos es mejor», deslizaba un dirigente bonaerense.

Hasta último momento se especuló con la posibilidad de que Sergio Massa cerrara el evento, pero finalmente la agenda del ministro candidato en Córdoba y Santa Fe lo hizo imposible. En ambas provincias, Massa se trajeó con su doble vestimenta de ministro y candidato y, además de lanzar obras, ofreció más de un guiño político. «Hoy podemos estar en lugares distintos en la política, pero la verdad es que el 10 de diciembre aspiro a ser presidente y a tener a Martín Llaryora y a todos los cordobeses sentados en la mesa participando de nuestro gobierno», lanzó en Villa María, en donde había encabezado un acto por el lanzamiento de la Reversión del Gasoducto Norte.

A falta de Massa, la encargada de cerrar el evento fue la titular de AYSA y esposa del candidato, Malena Galmarini. «Hace un montón de tiempo que estamos buscando esta oportunidad. La tocamos, en el 2015, pero se nos escapó, se la robó un señor malo que hizo mucho daño. Por nuestra propia impericia creímos que alcanzaba con lo que decíamos y éramos, pero no alcanza», exclamó Galmarini, quien, entre los aplausos de los asistentes, volvió a hablar de la necesidad de ampliar el espacio: «No importa si no piensan igual que nosotros, lo que importa es si están convencidos de pelear por la patria. No me importa lo que dijo Grabois o Guillermo Moreno, tenemos que bajar los debates internos porque acá estamos peleando por una cosa que nos trasciende como espacio político», finalizó.

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Nueva encuesta de provincia de Buenos Aires: Kicillof cómodo y Grindetti supera a Píparo

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Es anterior a los anuncios económicos del ministro Sergio Massa y confirma la preocupación por el futuro y la injerencia del FMI.

Axel Kicillof se acerca a los 40 puntos porcentuales de intención de voto de cara a la elección del 22 de octubre en la que busca renovar su mandato como gobernador. El mandatario muestra 10 por ciento de diferencia sobre Néstor Grindetti quien, a la vez, aparece por primera vez despegado de Carolina Píparo. Los datos se desprenden del último estudio realizado por la consultora Circuitos, del politólogo Pablo Romá. Los números, con proyección de indecisos, son: 39.9 Kicillof, 31 Grindetti y 22,4 Píparo.

Las últimas encuestas conocidas coincidían en la ventaja del gobernador respecto de sus opositores, que se amplió respecto de las elecciones de agosto pasado, pero situaban a ambos candidatos opositores, el intendente de Lanús en uso de licencia y presidente de Independiente, Néstor Grindetti, y la diputada nacional Carolina Píparo, virtualmente empatados, con diferencias a favor de uno u otro menores al margen de error muestral.

Otro dato relevante es que las diferencias entre la medición de los distintos candidatos a gobernador y sus respectivos candidatos presidenciales, son mínimas y, por lo tanto, verosímiles: Sergio Massa puntea con 38,8 (apenas un punto menos que Kicillof), seguido por Patricia Bullrich con 31,6 (medio punto más que Grindetti) y cierra Javier Milei con 23,7 (1,3 más que Píparo). Con estos números en la provincia de Buenos Aires, el distrito de mayor peso electoral del país, las proclamadas intenciones del candidato de ultraderecha de definir en octubre no parecen realistas.

Históricamente, el corte de boleta espontáneo en provincia no supera los 3 o 4 puntos, de manera que es un fenómeno habitual que, a medida que se aproxima la fecha de las elecciones, la diferencia entre quienes comparten boleta se reduzca hasta estabilizarse en porcentajes iguales o menores a esa cifra.

La encuesta incluye una serie de preguntas vinculadas al humor social y la preocupación por la economía. El 52,4 por ciento cree que la situación empeorará en los próximos meses, el 21,4 cree que se mantendrá estable y el 19,4 cree que mejorará. Respecto al ánimo o sentimiento dominante, es la primera vez que el pesimismo cae al segundo puesto, con 32,7, detrás de la incertidumbre, con 35,8. El 21,8 se manifiesta optimista y el 9,7 no sabe.

Economía y humor social

El estudio incluye una pregunta sobre la injerencia del FMI, que forzó una devaluación de 20 puntos el lunes posterior a las PASO y, según declaró el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, pretendía originalmente llevarla al 60 por ciento.

Ante la consulta “¿Con cuál de estas frases se siente más identificado?”, casi el 24 se inclinó por “El ajuste es necesario pero debe ser compensado con políticas sociales”, para el 23 “El ajuste no es suficiente y son necesarios mayores recortes”, para el 17 “El ajuste beneficia al FMI y golpea a trabajadores y jubilados”, para el 15 “el gobierno no está llevando adelante un ajuste” y el 20 restante no sabe.

Las últimas decisiones de Sergio Massa parecen una respuesta a medida para ese mayoritario 24 por ciento que reclama contención social, que se podría extender a los 17 de cada cien disconformes con la tutela del FMI. Sin embargo, hasta acá ningún estudio pregunta por el conocimiento del origen de la deuda con el Fondo, ni profundiza en cruces que permitan saber qué sector de la sociedad reclama un ajuste mayor o cómo los afectaría.

Durante los primeros dos años de su gestión, durante la pandemia y antes del acuerdo, la decisión del presidente Alberto Fernández fue no hablar de la «pesada herencia», ni del FMI, ni de Macri. Varios expertos coinciden en señalar que esa omisión le resta competitividad al oficialismo y permite cierta soltura para que los candidatos de JxC hablen de economía, como si no tuvieran responsabilidad sobre el presente. Los videos de la cuenta de Instagram Indisciplinados, que creció mucho en las últimas semanas, parecen abonar esa hipótesis.

La encuesta fue realizada entre el 7 y el 9 de septiembre, es decir, antes de que Sergio Massa anunciara, la semana pasada, la modificación en el piso del impuesto a las ganancias y la devolución de IVA, cuyo impacto aún no fue medido. La base del sondeo es de 1375 casos, respetando cuotas de sexo, edad y distribución geográfica. Los datos fueron recolectados de forma telefónica y el margen de error es de 3,5 puntos.

Pablo Romá, el titular de Circuitos, es hijo del histórico dirigente justicialista Rafael “Balito” Romá, quien fuera intendente de su ciudad, Ramallo, vicegobernador de la provincia en tiempos de Eduardo Duhalde y luego embajador en Paraguay.

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Ganancias: Con dictamen en tiempo récord, el oficialismo apura el debate en el Senado

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Mayans, que no escatimó dardos contra Macri y Milei, oficializó el objetivo del FdT para tratar el proyecto el jueves 28 en el recinto. Cruces, chicanas, poroteo y la insistencia por el pliego de Ana María Figueroa.

Menos de 48 horas después de que la Cámara de Diputados hubiera aprobado la reforma del Impuesto a las Ganancias, el Senado tomó la posta y dictaminó el proyecto que elimina la cuarta categoría y establece que sólo pagarán Ganancias aquellos que cobren por encima de 15 salarios mínimos (hoy 1,7 millones de pesos). El Frente de Todos consiguió la firma – en disidencia – de Unidad Federal y se prepara, ahora, para terminar de consolidar los votos que le faltan para convertir la iniciativa en ley el jueves de la semana que viene. El oficialismo está optimista y se muestra confiado de poder replicar la mayoría que consiguió en Diputados y sancionar la reforma de Ganancias antes de que termine el mes. Será, sin embargo, una sesión extensa y conflictiva, en la que no solo se debatirá la Ley de Alquileres, sino también el pliego de la jueza Ana María Figueroa, a quien la Corte Suprema había mandado a jubilarse.

Fue un debate breve, que funcionó como anticipo de las posturas que adoptarían los principales bloques del Senado cuando, el jueves 28, el proyecto que elimina la cuarta categoría de Ganancias se trate en el recinto. Juntos por el Cambio anticipó su rechazo a la reforma, aunque no con mucho entusiasmo. La mayoría de los cuestionamientos de los senadores radicales que tomaron la palabra giraron, fundamentalmente, en torno a las complicaciones que podrían tener sus provincias frente a la caída de la recaudación de un impuesto que es coparticipable. «Mi provincia, Chaco, entre lo que se pierde de recaudación de Ganancias y del IVA va a perder 75 mil millones de pesos», cuestionó el radical Víctor Zimmermann, quien es también el vicepresidente de la comisión de Presupuesto, y pidió convocar a los gobernadores para que opinasen de la iniciativa: «¿No sería conveniente invitar a los gobernadores? ¿No nos va a dejar, Mayans?», provocó al presidente del interbloque oficialista.

«Vinimos con un proyecto que fue presentado por ustedes para eliminar la cuarta categoría, que decían que el salario no es ganancia, les dijimos que sí, que acá estaba el proyecto, y ahora dicen que no lo votan. Eso se llama gataflorismo: un día te gusta y otro día no te gusta», respondió, luego, el propio José Mayans, quien oficializó que el objetivo de la bancada frentetodista era tratar el proyecto el jueves 28 en el recinto. A lo largo del debate, Mayans no escatimó en dardos, ni contra el gobierno de Mauricio Macri ni contra las propuestas de Javier Milei. «El problema que tenemos es la inflación, pero ¿como consecuencia de qué?. Ustedes hablan como si fueran marcianos. Cuando Cristina se fue el PBI era de 640 mil millones de dólares. Pero cuando se fue Macri el PBI era de 420 mil millones», lanzó, entre los abucheos de Juntos por el Cambio, y agregó: «Estamos en el horno si Bullrich viene con el programa de Macri, que vendió al país por 40 mil millones de dólares y se va a jugar las cartas por el mundo.».

Finalizado el debate, el oficialismo logró emitir un dictamen de mayoría con la firma de los propios y, además, del entrerriano Edgardo Kueider. Kueider integra, junto al jujeño Guillermo Snopek, la puntana Eugenia Catalfamo, el correntino «Camau» Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo, Unidad Federal, el tercer bloque más grande del Senado. Los primeros cuatro habían roto con el interbloque oficialista a principio de año y desde entonces que Mayans debe negociar sí o sí con ellos para poder llegar al quórum de 37 senadores. No siempre ha tenido suerte: hace más de un mes, el oficialismo intentó aprobar unos 75 pliegos judiciales y no pudo debido al faltazo de Kueider y Snopek, que llevó a que la sesión se cayera por falta de quórum.

En este ocasión, sin embargo, el FdT confía en que tendrá los votos para sancionar el proyecto que elimina la cuarta categoría de Ganancias y establece un nuevo impuesto «cedular» para los ingresos superiores a los 15 salarios mínimos. Además de los cuatro federales – no Vigo, quien votará en contra -, el FdT suma al rionegrino Alberto Weretilneck, a la misionera Magdalena Solari Quinta y a la riojana Clara Vega«Nadie se va a enfermar esta vez», ironizó un senador oficialista, aludiendo a las dos ausencias – una senadora tuvo Covid, otra senadora estaba de viaje en el exterior – que impidieron llevar a cabo la sesión que se había planeado para el jueves.

Además de la reforma al impuesto a las Ganancias, el oficialismo incluirá en el temario de la sesión del jueves 28 la creación de cinco universidades nacionales, que también había obtenido media sanción en Diputados el martes. El jueves por la tarde, la comisión de Presupuesto y la comisión de Educación dictaminaron las iniciativas y las dejaron listas para ser sancionadas la semana que viene. El proyecto de creación de la Universidad de Río Tercero, incluso, contó con el acompañamiento del radicalismo, ya que la autora del proyecto – Gabriela Brouwer- es una diputada de Evolución, espacio que responde políticamente al senador Martín Lousteau. 

El oficialismo, además, buscará obtener la revancha de la sesión que no pudo ser el jueves y aprobar una serie de modificaciones a la reforma de la Ley de Alquileres que viene con media sanción de Diputados. El dictamen del oficialismo, acordado con Unidad Federal, propone contratos con una duración de tres años y una actualización semestral que se hará de acuerdo a un índice de ajuste basado en el coeficiente «Casa Propia».

Uno de los puntos más conflictivos del temario, sin embargo, será la aprobación del pliego de Ana María Figueroa. La jueza de Casación penal cumplió los 75 años y el oficialismo pretendía extender su mandato durante cinco años más, pero la Corte Suprema metió la cola antes y definió que la jueza debía jubilarse. A pesar de esto, el oficialismo decidió que intentaría aprobar la próxima sesión los 75 pliegos judiciales vigentes, incluido el de Figueroa. «No existe conflicto de poderes», afirmó, tajante, Mayans, al final de la reunión de comisión de Presupuesto.

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Cómo consiguió Massa los apoyos opositores a la media sanción de la eliminación de Ganancias para los trabajadores

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El Frente de Todos impuso el proyecto con el apoyo de partidos provinciales, la izquierda e incluso de La Libertad Avanza. Los radicales de Lousteau dieron quorim y desataron una tormenta entre radicales y macristas. Juntos por el Cambio votó en contra, con la compañía de Randazzo y los diputados de Schiaretti.

Con los alrededores del Congreso colmados por las columnas de la centrales sindicales que habían movilizado bajo la consigna «el salario no es ganancia», la Cámara de Diputados aprobó la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. Con 135 votos a favor y 103 en contra, el oficialismo logró darle media sanción al proyecto presentado por Sergio Massa –presente en el recinto– y que beneficiará, de ser convertido en ley en el Senado, a más de 800 mil trabajadores que dejarán de pagar el tributo.

La iniciativa tuvo el acompañamiento de casi todas las bancadas, Javier Milei incluido, excepto la de Juntos por el Cambio. El Frente de Todos, la izquierda, La Libertad Avanza, una parte del Interbloque Federal, los rionegrinos y misioneros de Provincias Unidas y los monobloques provinciales votaron en favor de que los trabajadores dejen de pagar Ganancias.

En tanto Juntos por el Cambio, Florencio Randazzo y los cordobeses que responden a Juan Schiaretti, rechazaron el proyecto que ahora deberá ser debatido en la Cámara de Senadores»Hoy dimos un gran paso», celebró el ministro candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, mientras salía del recinto. Afuera, las centrales sindicales celebraban.

Doble voto: el quorum y la votación

Mientras los alrededores del Congreso se iban llenando de las banderas de Luz y Fuerza, la CTA, Smata y Camioneros, les diputades del Frente de Todos se movían por el Palacio con tranquilidad. Ya se había llegado a un acuerdo con una parte del Interbloque Federal y, en efecto, Alejandro «Topo» Rodríguez, Graciela Camaño y Natalia de la Sota serían de los primeros en ingresar al recinto cuando comenzase a sonar la chicharra que daba inicio a la sesión. Apenas unos minutos antes habían presentado un proyecto que proponía coparticipar el 30 por ciento de lo recaudado por el Impuesto al Cheque, a modo de compensación de lo que perderían las provincias con la caída de la recaudación. La iniciativa llevaba la firma de varios diputados de fuerzas provinciales que, minutos después, también se sentarían para dar quorum, como los gobernadores electos Rolando Figueroa (Neuquén) y Claudio Vidal (Santa Cruz), y el misionero Diego Sartori.

«Acá se vota dos veces. Primero al sentarse con la colita, y después con el dedo al momento de votar», había afirmado el titular de la bancada oficialista, Germán Martínez, la noche anterior. La frase cobraría otro significado cuando, horas después, cuatro diputades de Evolución –Emiliano Yacobitti, Gabriela Brouwer, Danya Tavela y Marcela Antola– terminasen sorprendiendo a sus propios compañeros en el interbloque cambiemita bajando al recinto para dar quorum.

La división en Juntos por el Cambio

Nadie en JxC se esperaba esta decisión. Les diputades de Evolución habían decidido habilitar la sesión para impedir que volvieran a caerse los proyectos de creación de universidades nacionales –la de Río Tercero era de la autoría de Brouwer–, tal como había sucedido durante la fallidas sesiones de diciembre. «Era una irresponsabilidad. Patricia no está leyendo bien la situación», deslizó una legisladora del bloque que lidera Martín Lousteau.

En el PRO y el radicalismo estaban furiosos. Había sido un arduo trabajo convencer a toda la coalición para votar en contra de Ganancias –varios querían abstenerse– con el objetivo de mostrar un frente unido y, apenas comenzó la sesión, la ilusión ya se había caído.

Finalmente, la reforma de Ganancias –que propone modificar el impuesto a las Ganancias creando un «impuesto cedular» sobre los mayores ingresos en relación de dependencia que sólo pasarían a pagar quienes cobran por encima de 15 salarios mínimos– se aprobaría con 135 votos a favor.

Ningún dirigente sindical quiso perderse la jornada histórica y, desde los mismo palcos en los que se encontraba Sergio Massa, se escucharon los aplausos de los triunviros de la CGT, Pablo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña, Sonia Alesso (Ctera), Omar Plaini (Canillitas), el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, entre otros.

Costo fiscal y doble discurso 

El primero en tomar la palabra fue el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, quien aprovechó para inscribir el proyecto en el paquete de medidas que Massa había ido anunciando en los últimos días. «Se establece una escala progresiva que se aplica a partir 180 salarios mínimos anuales, un nuevo mínimo no imponible, y una escala progresiva del 27 al 35 por ciento que se va a aplicar exclusivamente sobre el excedente. Por eso solo quedarán alcanzados alrededor de 98 mil contribuyentes«, explicó, entre los aplausos del recinto.

Heller precisó que la reforma de Ganancias tendría un impacto fiscal del 0,76 por ciento del PBI y adelantó que, durante el debate del Presupuesto, se podrían discutir herramientas para compensar la caída de la recaudación. «Nosotros no somos hinchas del déficit fiscal, pero si somos enemigos del ajuste para resolverlo», indicó. A lo largo de la jornada, varios diputados irían proponiendo alternativas, como el cobro de Ganancias para jueces. «¿Sabe cuánto significaría esto? 550 mil millones de pesos, pero en dos oportunidades vinimos a plantear que los jueces paguen Ganancias y el bloque que hoy se opone a que los trabajadores tengan este beneficio defendieron a los jueces«, exclamó Leopoldo Moreau.

A lo largo de la sesión, numerosos diputados dispararían contra JxC por su cambio de postura respecto a la eliminación de la cuarta categoría. «Muchos, durante el gobierno de Cristina, se sacaban fotos con el cartel que decía que el impuesto no es ganancia. Durante cuatro años nos enrostraron que iban a votar todo lo que significara eliminar impuestos y hoy tienen una posición contraria», cuestionó el diputado y dirigente bancario Sergio Palazzo. «Macri, que hizo campaña contra los gobiernos del FdT que defendieron a rajatabla este impuesto, dijo que lo iba a eliminar, no lo eliminó y amplió la cantidad de personas a la que el impuesto alcanzaba. Ahora tienen oportunidad de remediar esa vergüenza y nuevamente se niegan a votarlo», sumó Myriam Bregman (FIT).

Milei vs Juntos por el Cambio

Hasta Javier Milei, que pasaría gran parte de la sesión ausente o dormitando en su banca, cuestionaría a JxC por oponerse a la iniciativa. «Los veo preocupados porque no quieren que la tapa de los diarios los muestren votando con el kirchnerismo», cuestionó el candidato libertario, quien a la hora de justificar su apoyo a la eliminación de la cuarta categoría afirmó que creía que el Estado «es una organización criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos llamada impuestos» y que, por lo tanto, «todos los impuestos son un robo».

Les diputades de JxC, mientras tanto, buscaron ordenar sus discursos de rechazo bajo la acusación de que la medida era «electoralista» e inflacionaria. «En cuatro años de gobierno nunca presentaron una reforma tributaria sobre este impuesto, por el contrario, incrementaron la presión fiscal y sólo tras perder las elecciones plantean una reforma fiscal que se aplica para el próximo gobierno cuando ya no están. Digan si eso no es electoralista e irresponsable», cuestionó Alejandro Cacace (Evolución).

Luciano Laspina (PRO) fue más allá y cuestionó a todos los bloques del medio que habían dado quórum. «Hay un hilo conductor que une al kirchnerismo y el quorum, pasando por la izquierda, los diputados vecinalistas, amigos todos, y el anarco liberalismo, que es la casta sindical», apuntó, sin especificar si la crítica estaba dirigida también a les diputades de Evolución que dieron quorum. Hubo chiflidos, pero el encargado de responderle fue el rionegrino Luis Di Giacomo: «Si yo entrara en el mismo nivel de chicana diría que tengo que entender la frustración de quien se compró un traje y no lo va a poder usar».

Pasadas las 9 de la noche, Sergio Massa ingresó al recinto y varios diputados del oficialismo comenzaron a cantar «Massa presidente». JxC armó un escándalo y, a los gritos desaforados, amenazó con abandonar el recinto. «Sobre la unidad de los trabajadores vamos a construir una unidad mejor», estaba cerrando Germán Martínez (FDT) cuando, finalmente, optaron por quedarse en el recinto y votar en contra.

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