Connect with us

POLÍTICA

Campaña China

Published

on

La impagable deuda macrista con el FMI y el viaje a China de Sergio Massa y Máximo Kirchner ponen un condimento internacional en una campaña donde los candidatos todavía no terminan de definirse.

Daniel Scioli apura las definiciones, Sergio Massa las retrasa a la espera de mejores resultados en la economía y Cristina Kirchner pone en juego su convocatoria. Los gobernadores y los intendentes bonaerenses saben que pesan y esperan que los melones se acomoden. Los primeros saben que no puede haber una fórmula que provenga de un solo distrito, y los intendentes quieren saber si hay PASO y si tendrán que decidir por un candidato o formarán en todas las listas.

La campaña se separa del cuerpo social y genera un dinámica con prioridades que son ajenas a la mayoría. En una democracia afirmada, esas pautas no irían tan separadas. Tendría que haber una confluencia entre las expectativas de la vida personal y rutinaria de las personas con la disputa de poder que se plantea en las campañas.

Pero en sociedades como la argentina, donde la desigualdad genera expectativas con una profundidad sostenida en la incertidumbre y la angustia, la disputa política parece algo ajeno y lejano. El gran desafío es lograr que las personas relacionen esas disputas con sus propios problemas.

En este estado, donde las expectativas son tan agudas, la derecha logra una conexión con su discurso más intolerante y, en el caso de Javier Milei, con la furia irracional. Esta disposición en amplios sectores de la sociedad dificulta escuchar explicaciones, aclaraciones y razonamientos. El punto de contacto es el hermanamiento con esa necesidad.

Desde un lugar más genuino, Cristina Kirchner logra un nivel de conexión porque transmite una energía fuerte, que ya está comprobada, contra las injusticias. Pero al mismo tiempo, esa característica la distancia de sectores de la clase media más baja, más empobrecida, que es mucho más sensible al discurso de las derechas que los sectores más vulnerados.

Esa clase media baja es enemiga de los planes sociales y los subsidios, porque siente que no la benefician en forma directa y en cambio la igualan con los más pobres. Es una campaña difícil para el oficialismo. Sin embargo, esa misma necesidad es ambigua, por un lado el descreimiento y por el otro, no se atreve a cerrar ninguna puerta.

Ese terreno accidentado es atravesado con una incidencia cada vez más fuerte por una intensa disputa entre Estados Unidos, que se resiste al fin del mundo unipolar que hegemonizó desde la caída del viejo bloque comunista, y el surgimiento pujante de China. Del lugar que ocupe Argentina en ese escenario dependerá gran parte de su suerte.

Juntos por el Cambio plantea un alineamiento incondicional con Washington. El Frente de Todos se acerca más a la posición histórica del peronismo de no alineamiento en un mundo multipolar. No alineamiento no significa no relacionarse, sino por el contrario, tener la libertad de relacionarse con todos según la necesidad y el interés propio.

El alineamiento incondicional con Washington del gobierno de Mauricio Macri provocó el abandono de los organismos de integración regional y el endeudamiento con el FMI. Frente a la intransigencia norteamericana en la negociación de la deuda, Sergio Massa viajó ahora con Máximo Kirchner a China para equilibrar la ecuación.

No es inocente el viaje ni los viajeros. La visita a China aparece como una respuesta a la poca voluntad mostrada por Washington en la negociación con el Fondo. A nivel institucional, la titular de la Reserva Federal, Janet Yelén, dice que aprueba la solicitud argentina para que el Fondo adelante 10 mil millones de dólares. Pero el trámite se atrasa y la excusa de Washington es la negativa del staff técnico del organismo financiero para aprobar ese adelanto.

Desde el kirchnerismo se visualizaba a Massa como el preferido de Estados Unidos, sobre todo a partir de los Wikileaks donde la embajada norteamericana detallaba un diálogo con el tigrense.

La decisión de Massa de viajar a China y concretar acuerdos comerciales y financieros que hace mucho estaban en los papeles, tiene un objetivo económico pero al mismo tiempo es una forma de romper esa imagen que conspira con el marco actual de acuerdos entre el Frente Renovador y el Frente de Todos, y demostrar al kirchnerismo que puede desafiar a la potencia del Norte.

La presencia de Máximo en el tour actúa como testigo. Todos los acuerdos que se habían logrado con China fueron desmantelados por el gobierno macrista. Y los intentos por reflotarlos cuando asumió Alberto Fernández fueron obstaculizados primero por Gustavo Béliz y después por la fuerte presión del gobierno norteamericano.

La rehabilitación de los nuevos acuerdos requerirá trámites a mediano plazo porque tienen que actualizar todo el esquema de costos. Obras tan importantes que frenó el macrismo, como las represas en Santa Cruz, recién estarían en condiciones de comenzar a mediano plazo. En la gira se plantearon cuestiones estratégicas como la licitación del segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner y la ampliación del swap en yuanes por 5 mil millones, así como la aprobación para que Argentina ingrese en agosto al grupo de los BRICS y a su banco, lo que le dará acceso a un crédito por mil millones de dólares.

El banco podrá salir como garantía en el intercambio comercial con Brasil sin la utilización de dólares. Esta operación se había frustrado por la negativa del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil, dirigido por un bolsonarista.

Algunas de estas operaciones buscan disminuir las presiones devaluatorias en el corto plazo y otras que tienen importancia estratégica comenzarán a plasmarse a fines de esta gestión o durante la que le siga. Es obvio que, si el próximo gobierno es del macrismo, este esfuerzo quedará otra vez en la nada.

Una versión asegura que Massa ya le adelantó a Cristina Kirchner que, siendo ministro de Economía, no podría estar en la fórmula presidencial. Y por otro lado, en una fórmula en la que participe Massa no podría ir otro dirigente de la provincia de Buenos Aires. Estos datos avalarían las reuniones de Cristina con la senadora por Santiago del Estero, Claudia Abdala de Zamora, esposa del gobernador de esa provincia, y la hiperactividad de Eduardo «Wado» de Pedro.

La irrupción de una posible candidatura del actual ministro del Interior, uno de los fundadores de la agrupación HIJOS, militante estudiantil en la Facultad de Derecho de la UBA, junto a Mariano Recalde, que se desempeñó varios años como diputado y ahora como ministro y dirigente de La Cámpora, desató de inmediato ataques denigratorios.

Primero lo atacaron por tartamudo y después por hijo de desaparecidos. Esta sociedad no está en condiciones de aceptar un presidente tartamudo, dijeron. Y acusaron a la madre de haber participado en un atentado. Se basan en el libro de un ex funcionario de la SIDE, que a su vez recogió “entrecomillada” la declaración bajo tortura de un prisionero secuestrado. Y aún así, si uno lee esa declaración, en ningún momento dice que la madre de Wado participó en el atentado.

El nivel de bajeza y cinismo de los que iniciaron esta campaña resultó repugnante y sirvió como adelanto de lo que harán si se confirma la candidatura de De Pedro.

 

POLÍTICA

Nueva encuesta de provincia de Buenos Aires: Kicillof cómodo y Grindetti supera a Píparo

Published

on

Es anterior a los anuncios económicos del ministro Sergio Massa y confirma la preocupación por el futuro y la injerencia del FMI.

Axel Kicillof se acerca a los 40 puntos porcentuales de intención de voto de cara a la elección del 22 de octubre en la que busca renovar su mandato como gobernador. El mandatario muestra 10 por ciento de diferencia sobre Néstor Grindetti quien, a la vez, aparece por primera vez despegado de Carolina Píparo. Los datos se desprenden del último estudio realizado por la consultora Circuitos, del politólogo Pablo Romá. Los números, con proyección de indecisos, son: 39.9 Kicillof, 31 Grindetti y 22,4 Píparo.

Las últimas encuestas conocidas coincidían en la ventaja del gobernador respecto de sus opositores, que se amplió respecto de las elecciones de agosto pasado, pero situaban a ambos candidatos opositores, el intendente de Lanús en uso de licencia y presidente de Independiente, Néstor Grindetti, y la diputada nacional Carolina Píparo, virtualmente empatados, con diferencias a favor de uno u otro menores al margen de error muestral.

Otro dato relevante es que las diferencias entre la medición de los distintos candidatos a gobernador y sus respectivos candidatos presidenciales, son mínimas y, por lo tanto, verosímiles: Sergio Massa puntea con 38,8 (apenas un punto menos que Kicillof), seguido por Patricia Bullrich con 31,6 (medio punto más que Grindetti) y cierra Javier Milei con 23,7 (1,3 más que Píparo). Con estos números en la provincia de Buenos Aires, el distrito de mayor peso electoral del país, las proclamadas intenciones del candidato de ultraderecha de definir en octubre no parecen realistas.

Históricamente, el corte de boleta espontáneo en provincia no supera los 3 o 4 puntos, de manera que es un fenómeno habitual que, a medida que se aproxima la fecha de las elecciones, la diferencia entre quienes comparten boleta se reduzca hasta estabilizarse en porcentajes iguales o menores a esa cifra.

La encuesta incluye una serie de preguntas vinculadas al humor social y la preocupación por la economía. El 52,4 por ciento cree que la situación empeorará en los próximos meses, el 21,4 cree que se mantendrá estable y el 19,4 cree que mejorará. Respecto al ánimo o sentimiento dominante, es la primera vez que el pesimismo cae al segundo puesto, con 32,7, detrás de la incertidumbre, con 35,8. El 21,8 se manifiesta optimista y el 9,7 no sabe.

Economía y humor social

El estudio incluye una pregunta sobre la injerencia del FMI, que forzó una devaluación de 20 puntos el lunes posterior a las PASO y, según declaró el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, pretendía originalmente llevarla al 60 por ciento.

Ante la consulta “¿Con cuál de estas frases se siente más identificado?”, casi el 24 se inclinó por “El ajuste es necesario pero debe ser compensado con políticas sociales”, para el 23 “El ajuste no es suficiente y son necesarios mayores recortes”, para el 17 “El ajuste beneficia al FMI y golpea a trabajadores y jubilados”, para el 15 “el gobierno no está llevando adelante un ajuste” y el 20 restante no sabe.

Las últimas decisiones de Sergio Massa parecen una respuesta a medida para ese mayoritario 24 por ciento que reclama contención social, que se podría extender a los 17 de cada cien disconformes con la tutela del FMI. Sin embargo, hasta acá ningún estudio pregunta por el conocimiento del origen de la deuda con el Fondo, ni profundiza en cruces que permitan saber qué sector de la sociedad reclama un ajuste mayor o cómo los afectaría.

Durante los primeros dos años de su gestión, durante la pandemia y antes del acuerdo, la decisión del presidente Alberto Fernández fue no hablar de la «pesada herencia», ni del FMI, ni de Macri. Varios expertos coinciden en señalar que esa omisión le resta competitividad al oficialismo y permite cierta soltura para que los candidatos de JxC hablen de economía, como si no tuvieran responsabilidad sobre el presente. Los videos de la cuenta de Instagram Indisciplinados, que creció mucho en las últimas semanas, parecen abonar esa hipótesis.

La encuesta fue realizada entre el 7 y el 9 de septiembre, es decir, antes de que Sergio Massa anunciara, la semana pasada, la modificación en el piso del impuesto a las ganancias y la devolución de IVA, cuyo impacto aún no fue medido. La base del sondeo es de 1375 casos, respetando cuotas de sexo, edad y distribución geográfica. Los datos fueron recolectados de forma telefónica y el margen de error es de 3,5 puntos.

Pablo Romá, el titular de Circuitos, es hijo del histórico dirigente justicialista Rafael “Balito” Romá, quien fuera intendente de su ciudad, Ramallo, vicegobernador de la provincia en tiempos de Eduardo Duhalde y luego embajador en Paraguay.

Continue Reading

POLÍTICA

Ganancias: Con dictamen en tiempo récord, el oficialismo apura el debate en el Senado

Published

on

Mayans, que no escatimó dardos contra Macri y Milei, oficializó el objetivo del FdT para tratar el proyecto el jueves 28 en el recinto. Cruces, chicanas, poroteo y la insistencia por el pliego de Ana María Figueroa.

Menos de 48 horas después de que la Cámara de Diputados hubiera aprobado la reforma del Impuesto a las Ganancias, el Senado tomó la posta y dictaminó el proyecto que elimina la cuarta categoría y establece que sólo pagarán Ganancias aquellos que cobren por encima de 15 salarios mínimos (hoy 1,7 millones de pesos). El Frente de Todos consiguió la firma – en disidencia – de Unidad Federal y se prepara, ahora, para terminar de consolidar los votos que le faltan para convertir la iniciativa en ley el jueves de la semana que viene. El oficialismo está optimista y se muestra confiado de poder replicar la mayoría que consiguió en Diputados y sancionar la reforma de Ganancias antes de que termine el mes. Será, sin embargo, una sesión extensa y conflictiva, en la que no solo se debatirá la Ley de Alquileres, sino también el pliego de la jueza Ana María Figueroa, a quien la Corte Suprema había mandado a jubilarse.

Fue un debate breve, que funcionó como anticipo de las posturas que adoptarían los principales bloques del Senado cuando, el jueves 28, el proyecto que elimina la cuarta categoría de Ganancias se trate en el recinto. Juntos por el Cambio anticipó su rechazo a la reforma, aunque no con mucho entusiasmo. La mayoría de los cuestionamientos de los senadores radicales que tomaron la palabra giraron, fundamentalmente, en torno a las complicaciones que podrían tener sus provincias frente a la caída de la recaudación de un impuesto que es coparticipable. «Mi provincia, Chaco, entre lo que se pierde de recaudación de Ganancias y del IVA va a perder 75 mil millones de pesos», cuestionó el radical Víctor Zimmermann, quien es también el vicepresidente de la comisión de Presupuesto, y pidió convocar a los gobernadores para que opinasen de la iniciativa: «¿No sería conveniente invitar a los gobernadores? ¿No nos va a dejar, Mayans?», provocó al presidente del interbloque oficialista.

«Vinimos con un proyecto que fue presentado por ustedes para eliminar la cuarta categoría, que decían que el salario no es ganancia, les dijimos que sí, que acá estaba el proyecto, y ahora dicen que no lo votan. Eso se llama gataflorismo: un día te gusta y otro día no te gusta», respondió, luego, el propio José Mayans, quien oficializó que el objetivo de la bancada frentetodista era tratar el proyecto el jueves 28 en el recinto. A lo largo del debate, Mayans no escatimó en dardos, ni contra el gobierno de Mauricio Macri ni contra las propuestas de Javier Milei. «El problema que tenemos es la inflación, pero ¿como consecuencia de qué?. Ustedes hablan como si fueran marcianos. Cuando Cristina se fue el PBI era de 640 mil millones de dólares. Pero cuando se fue Macri el PBI era de 420 mil millones», lanzó, entre los abucheos de Juntos por el Cambio, y agregó: «Estamos en el horno si Bullrich viene con el programa de Macri, que vendió al país por 40 mil millones de dólares y se va a jugar las cartas por el mundo.».

Finalizado el debate, el oficialismo logró emitir un dictamen de mayoría con la firma de los propios y, además, del entrerriano Edgardo Kueider. Kueider integra, junto al jujeño Guillermo Snopek, la puntana Eugenia Catalfamo, el correntino «Camau» Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo, Unidad Federal, el tercer bloque más grande del Senado. Los primeros cuatro habían roto con el interbloque oficialista a principio de año y desde entonces que Mayans debe negociar sí o sí con ellos para poder llegar al quórum de 37 senadores. No siempre ha tenido suerte: hace más de un mes, el oficialismo intentó aprobar unos 75 pliegos judiciales y no pudo debido al faltazo de Kueider y Snopek, que llevó a que la sesión se cayera por falta de quórum.

En este ocasión, sin embargo, el FdT confía en que tendrá los votos para sancionar el proyecto que elimina la cuarta categoría de Ganancias y establece un nuevo impuesto «cedular» para los ingresos superiores a los 15 salarios mínimos. Además de los cuatro federales – no Vigo, quien votará en contra -, el FdT suma al rionegrino Alberto Weretilneck, a la misionera Magdalena Solari Quinta y a la riojana Clara Vega«Nadie se va a enfermar esta vez», ironizó un senador oficialista, aludiendo a las dos ausencias – una senadora tuvo Covid, otra senadora estaba de viaje en el exterior – que impidieron llevar a cabo la sesión que se había planeado para el jueves.

Además de la reforma al impuesto a las Ganancias, el oficialismo incluirá en el temario de la sesión del jueves 28 la creación de cinco universidades nacionales, que también había obtenido media sanción en Diputados el martes. El jueves por la tarde, la comisión de Presupuesto y la comisión de Educación dictaminaron las iniciativas y las dejaron listas para ser sancionadas la semana que viene. El proyecto de creación de la Universidad de Río Tercero, incluso, contó con el acompañamiento del radicalismo, ya que la autora del proyecto – Gabriela Brouwer- es una diputada de Evolución, espacio que responde políticamente al senador Martín Lousteau. 

El oficialismo, además, buscará obtener la revancha de la sesión que no pudo ser el jueves y aprobar una serie de modificaciones a la reforma de la Ley de Alquileres que viene con media sanción de Diputados. El dictamen del oficialismo, acordado con Unidad Federal, propone contratos con una duración de tres años y una actualización semestral que se hará de acuerdo a un índice de ajuste basado en el coeficiente «Casa Propia».

Uno de los puntos más conflictivos del temario, sin embargo, será la aprobación del pliego de Ana María Figueroa. La jueza de Casación penal cumplió los 75 años y el oficialismo pretendía extender su mandato durante cinco años más, pero la Corte Suprema metió la cola antes y definió que la jueza debía jubilarse. A pesar de esto, el oficialismo decidió que intentaría aprobar la próxima sesión los 75 pliegos judiciales vigentes, incluido el de Figueroa. «No existe conflicto de poderes», afirmó, tajante, Mayans, al final de la reunión de comisión de Presupuesto.

Continue Reading

POLÍTICA

Cómo consiguió Massa los apoyos opositores a la media sanción de la eliminación de Ganancias para los trabajadores

Published

on

El Frente de Todos impuso el proyecto con el apoyo de partidos provinciales, la izquierda e incluso de La Libertad Avanza. Los radicales de Lousteau dieron quorim y desataron una tormenta entre radicales y macristas. Juntos por el Cambio votó en contra, con la compañía de Randazzo y los diputados de Schiaretti.

Con los alrededores del Congreso colmados por las columnas de la centrales sindicales que habían movilizado bajo la consigna «el salario no es ganancia», la Cámara de Diputados aprobó la eliminación de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias. Con 135 votos a favor y 103 en contra, el oficialismo logró darle media sanción al proyecto presentado por Sergio Massa –presente en el recinto– y que beneficiará, de ser convertido en ley en el Senado, a más de 800 mil trabajadores que dejarán de pagar el tributo.

La iniciativa tuvo el acompañamiento de casi todas las bancadas, Javier Milei incluido, excepto la de Juntos por el Cambio. El Frente de Todos, la izquierda, La Libertad Avanza, una parte del Interbloque Federal, los rionegrinos y misioneros de Provincias Unidas y los monobloques provinciales votaron en favor de que los trabajadores dejen de pagar Ganancias.

En tanto Juntos por el Cambio, Florencio Randazzo y los cordobeses que responden a Juan Schiaretti, rechazaron el proyecto que ahora deberá ser debatido en la Cámara de Senadores»Hoy dimos un gran paso», celebró el ministro candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, mientras salía del recinto. Afuera, las centrales sindicales celebraban.

Doble voto: el quorum y la votación

Mientras los alrededores del Congreso se iban llenando de las banderas de Luz y Fuerza, la CTA, Smata y Camioneros, les diputades del Frente de Todos se movían por el Palacio con tranquilidad. Ya se había llegado a un acuerdo con una parte del Interbloque Federal y, en efecto, Alejandro «Topo» Rodríguez, Graciela Camaño y Natalia de la Sota serían de los primeros en ingresar al recinto cuando comenzase a sonar la chicharra que daba inicio a la sesión. Apenas unos minutos antes habían presentado un proyecto que proponía coparticipar el 30 por ciento de lo recaudado por el Impuesto al Cheque, a modo de compensación de lo que perderían las provincias con la caída de la recaudación. La iniciativa llevaba la firma de varios diputados de fuerzas provinciales que, minutos después, también se sentarían para dar quorum, como los gobernadores electos Rolando Figueroa (Neuquén) y Claudio Vidal (Santa Cruz), y el misionero Diego Sartori.

«Acá se vota dos veces. Primero al sentarse con la colita, y después con el dedo al momento de votar», había afirmado el titular de la bancada oficialista, Germán Martínez, la noche anterior. La frase cobraría otro significado cuando, horas después, cuatro diputades de Evolución –Emiliano Yacobitti, Gabriela Brouwer, Danya Tavela y Marcela Antola– terminasen sorprendiendo a sus propios compañeros en el interbloque cambiemita bajando al recinto para dar quorum.

La división en Juntos por el Cambio

Nadie en JxC se esperaba esta decisión. Les diputades de Evolución habían decidido habilitar la sesión para impedir que volvieran a caerse los proyectos de creación de universidades nacionales –la de Río Tercero era de la autoría de Brouwer–, tal como había sucedido durante la fallidas sesiones de diciembre. «Era una irresponsabilidad. Patricia no está leyendo bien la situación», deslizó una legisladora del bloque que lidera Martín Lousteau.

En el PRO y el radicalismo estaban furiosos. Había sido un arduo trabajo convencer a toda la coalición para votar en contra de Ganancias –varios querían abstenerse– con el objetivo de mostrar un frente unido y, apenas comenzó la sesión, la ilusión ya se había caído.

Finalmente, la reforma de Ganancias –que propone modificar el impuesto a las Ganancias creando un «impuesto cedular» sobre los mayores ingresos en relación de dependencia que sólo pasarían a pagar quienes cobran por encima de 15 salarios mínimos– se aprobaría con 135 votos a favor.

Ningún dirigente sindical quiso perderse la jornada histórica y, desde los mismo palcos en los que se encontraba Sergio Massa, se escucharon los aplausos de los triunviros de la CGT, Pablo Moyano, Héctor Daer y Carlos Acuña, Sonia Alesso (Ctera), Omar Plaini (Canillitas), el ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, entre otros.

Costo fiscal y doble discurso 

El primero en tomar la palabra fue el presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Heller, quien aprovechó para inscribir el proyecto en el paquete de medidas que Massa había ido anunciando en los últimos días. «Se establece una escala progresiva que se aplica a partir 180 salarios mínimos anuales, un nuevo mínimo no imponible, y una escala progresiva del 27 al 35 por ciento que se va a aplicar exclusivamente sobre el excedente. Por eso solo quedarán alcanzados alrededor de 98 mil contribuyentes«, explicó, entre los aplausos del recinto.

Heller precisó que la reforma de Ganancias tendría un impacto fiscal del 0,76 por ciento del PBI y adelantó que, durante el debate del Presupuesto, se podrían discutir herramientas para compensar la caída de la recaudación. «Nosotros no somos hinchas del déficit fiscal, pero si somos enemigos del ajuste para resolverlo», indicó. A lo largo de la jornada, varios diputados irían proponiendo alternativas, como el cobro de Ganancias para jueces. «¿Sabe cuánto significaría esto? 550 mil millones de pesos, pero en dos oportunidades vinimos a plantear que los jueces paguen Ganancias y el bloque que hoy se opone a que los trabajadores tengan este beneficio defendieron a los jueces«, exclamó Leopoldo Moreau.

A lo largo de la sesión, numerosos diputados dispararían contra JxC por su cambio de postura respecto a la eliminación de la cuarta categoría. «Muchos, durante el gobierno de Cristina, se sacaban fotos con el cartel que decía que el impuesto no es ganancia. Durante cuatro años nos enrostraron que iban a votar todo lo que significara eliminar impuestos y hoy tienen una posición contraria», cuestionó el diputado y dirigente bancario Sergio Palazzo. «Macri, que hizo campaña contra los gobiernos del FdT que defendieron a rajatabla este impuesto, dijo que lo iba a eliminar, no lo eliminó y amplió la cantidad de personas a la que el impuesto alcanzaba. Ahora tienen oportunidad de remediar esa vergüenza y nuevamente se niegan a votarlo», sumó Myriam Bregman (FIT).

Milei vs Juntos por el Cambio

Hasta Javier Milei, que pasaría gran parte de la sesión ausente o dormitando en su banca, cuestionaría a JxC por oponerse a la iniciativa. «Los veo preocupados porque no quieren que la tapa de los diarios los muestren votando con el kirchnerismo», cuestionó el candidato libertario, quien a la hora de justificar su apoyo a la eliminación de la cuarta categoría afirmó que creía que el Estado «es una organización criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos llamada impuestos» y que, por lo tanto, «todos los impuestos son un robo».

Les diputades de JxC, mientras tanto, buscaron ordenar sus discursos de rechazo bajo la acusación de que la medida era «electoralista» e inflacionaria. «En cuatro años de gobierno nunca presentaron una reforma tributaria sobre este impuesto, por el contrario, incrementaron la presión fiscal y sólo tras perder las elecciones plantean una reforma fiscal que se aplica para el próximo gobierno cuando ya no están. Digan si eso no es electoralista e irresponsable», cuestionó Alejandro Cacace (Evolución).

Luciano Laspina (PRO) fue más allá y cuestionó a todos los bloques del medio que habían dado quórum. «Hay un hilo conductor que une al kirchnerismo y el quorum, pasando por la izquierda, los diputados vecinalistas, amigos todos, y el anarco liberalismo, que es la casta sindical», apuntó, sin especificar si la crítica estaba dirigida también a les diputades de Evolución que dieron quorum. Hubo chiflidos, pero el encargado de responderle fue el rionegrino Luis Di Giacomo: «Si yo entrara en el mismo nivel de chicana diría que tengo que entender la frustración de quien se compró un traje y no lo va a poder usar».

Pasadas las 9 de la noche, Sergio Massa ingresó al recinto y varios diputados del oficialismo comenzaron a cantar «Massa presidente». JxC armó un escándalo y, a los gritos desaforados, amenazó con abandonar el recinto. «Sobre la unidad de los trabajadores vamos a construir una unidad mejor», estaba cerrando Germán Martínez (FDT) cuando, finalmente, optaron por quedarse en el recinto y votar en contra.

Continue Reading

Tendencias