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OPINIÓN

La filosofía de la liberación es base de construcción del pensamiento por Jorge Rachid

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Para el conjunto social argentino la mirada del mundo, de la vida y de las cosas viene marcado por las culturas dominantes en cada etapa histórica, en especial en tiempos en que los medios han adquirido un rol predominante en redes y otras plataformas, que operadas en forma eficiente por el enemigo, que conduce a las mismas en función de sus objetivos estratégicos a nivel global.
Es que los tiempos políticos están impregnados por las relaciones de poder, en donde la manipulación de la información y el ocultamiento, son parte de la práctica diaria de la comunicación hegemónica, que vuelca en ella sólo aquella que es vertebral a sus intereses y va penetrando en la conciencia colectiva del pueblo, en forma direccionada, condicionando la construcción del pensamiento, que en las últimas décadas ha sido colonizado por el neoliberalismo dominante.
Cuando se habla de la batalla cultural se omite en general desde dónde se da dicha confrontación, ya que uno de los ejes de la dominación colonial, es operar sobre la identidad y la memoria de los pueblos, debilitando las mismas. La historia no existió, el presente refleja la realidad global, no hay ninguna opción fuera de ella, los Mercados determinan la marcha de la Humanidad, el individuo es más importante que la Comunidad, el éxito rápido materializado por el esfuerzo personal medido en bienes, lleva a la diáspora social y a la fragmentación de las fuerzas nacionales que resisten la ofensiva.
Es en ese nivel de análisis donde emerge con fuerzas, la resistencia natural a la colonización que producen los pueblos por mecanismos complejos, que no siempre tienen representación filosófica consiente en su mirada cotidiana, pero preserva sin dudas una concepción natural del sentimiento patriótico, aunque éste remita a hechos históricos o presentes deportivos o culturales masivos, en cuyo caso se expresa con claridad.
Entonces podemos decir que existe una conciencia nacional?
Será el protagonismo del pueblo en la construcción de la historia como sujeto, lo que lo determine, no lo será una elección, ni una movilización, sino el conjunto de acciones políticas, sociales, gremiales y de las organizaciones libres del pueblo, destinadas a reponer las esperanzas y utopías en la Comunidad Organizada.
La lucha electoral en general disminuye el volumen de la política, al llevarla al nivel del personalismo de los candidatos, antes que en la profundidad de los debates sobre la necesidad de reconstruir un modelo argentino para un proyecto nacional, que sume al conjunto de los argentinos a objetivos comunes, desde una mirada que ha sido histórica en América Latina, desde los tiempos iniciáticos de las luchas por la liberación nacional de los pueblos.
Ese derrotero se fue consolidando en los pensadores/luchadores/patrióticos desde el inicio mismo de la conquista, que pretendió instalar y en parte lo logró, una impregnación eurocéntrica, desde lo religioso a lo político, desde lo económico a las prácticas sociales, todas las cuales fueron defendidas a sangre y fuego por el poder colonizador, instalando la relación opresor/oprimido, desde una concepción hegemónica amparada en un globalismo acotado.
Cuando esa situación se prolonga en el tiempo, la relación de sumisión y dependencia es naturalizada por las nuevas generaciones, no aparece en el horizonte colectivo la alternativa superadora, en especial en las que no vivieron las epopeyas épicas protagonizadas por el pueblo en otros momentos históricos. Son las que determinaron períodos de soberanía nacional, independencia económica y justicia social, con planificación estratégica de la Argentina Bicontinental del siglo XX.
Las luchas por la construcción del pensamiento nacional devienen de vertientes diferentes, pero que conducen a un mismo objetivo de liberación. Desde el nacionalismo del siglo XlX con aspectos diferentes, en especial en la Patria Grande, cuyos pensadores lograron sintetizar las luchas populares por la emancipación, quedaron registradas en la memoria de los pueblos, como antes la resistencia de los pueblos originarios, a la explotación y saqueo colonizador del “descubrimiento”.
Esa síntesis que comenzó a elaborase en el campo del pensamiento americano, moreno, mestizo, criollo sumado al inmigrante, definió un perfil de la posteriormente denominada filosofía de la Liberación, ya en pleno siglo XX. El Congreso de Filosofía de Mendoza del año 1949 comenzó un camino de síntesis del pensamiento que con más de 100 participantes del mundo y tuvo una conclusión que trasciende hasta hoy: la Comunidad Organizada expresada por Perón, como herramienta del poder popular democrático, constitucionalmente amparado, para derrotar al sistema demo liberal burgués. Ese punto de inflexión es el que determina si los pueblos son testigos o protagonistas de la historia.
La filosofía de la liberación compilada desde los años 70 por Enrique Dussel, Juan Carlos Scannone, Raúl Fornet-Betancourt y Mario Casalla entre otros, viene a suceder la experiencia de las prácticas de las Cátedras Nacionales de Horacio González, José Pablo Feinman y Alcira Argumedo entre otros pensadores que marcaron historia. Ese marco teórico se repitió en la iglesia católica en la reunión Episcopal de Puebla y en la Teología de la Liberación, en un proceso mundial de descolonización y de luchas populares con movimientos nacionales de liberación, con bases filosóficas que se mantienen en el tiempo, frente otros formatos colonizadores del siglo XXl. La filosofía de la liberación junto a la filosofía intercultural, nos interpela en la memoria subversiva que tienen los pueblos, que no es pétrea y propone usarla de base para caminar hacia la descolonización incluso epistemológica (Bentancourt), que tiene marcos estrechos frente a la aventura de compartir el conocimiento, en tránsito a la filosofía de liberación en un marco comunitario, enterrada en el “barro”.
Existe en nuestro tiempo una colonización que se apoya en la comunicación activa del colonizador, que se apropia de las palabras, cambia su sentido, impregna de nuevas demandas, permite determinados derechos minoritarios a ser ampliados, pero esencialmente impide cualquier modificación estructural a la dependencia conquistada en décadas por el neoliberalismo. Cercenar las autonomías, perforar la soberanía nacional, controlar socialmente al pueblo, reprimir y perseguir al díscolo, borrar la memoria como comunidad, son objetivos del poder colonizador.
El conjunto del campo nacional y popular debe asumir que contra el colonizador se lucha, no se negocia y aunque no se lo pueda vencer, se debe deteriorar su capacidad de maniobra que lo haga desistir por razones económicas o de esfuerzo presupuestario, como sucedió en la década del 70 cuando debió abandonar la escuela de las Américas de los dictadores, pasando al Consenso de Washington, intentando preservar la estructura del Mercado pero bajo fachada democrática. No les funcionó porque Néstor, Lula y Chávez con el No al ALCA, pusieron la piedra fundacional de la segunda Emancipación de la Patria Grande con el UNASUR, bajo el paraguas de una filosofía de Liberación que les costó esfuerzo y años demoler al imperio.
La estamos reconstruyendo si somos capaces de reconocer con claridad al enemigo, sin perdernos en las luchas internas electorales, que disminuyen el análisis político a niveles mínimos de promesas. El campo del pensamiento de liberación es siempre estratégico y de análisis internacional que llegue al barrio, para crear conciencia compartida en la Comunidad. Se denomina sentimiento patriótico y está más allá de lo partidario.
JORGE RACHID
PRIMERO LA PATRIA
www.lapatriaestaprimero.org
CABA, 22 de febrero de 2023

BIBLIOTECA
Enrique Dussel: Caminos de liberación latinoamericana Ed. Latinoamérica Libros
Alcira Bonilla: La filosofía en el cambio de época: desafíos y propuestas Ed. Cuadernos FHyCS N° 51
Raúl Fornet-Betancourt: El pensamiento iberoamericano como base de filosofía intercultural Ed. Revista de filosofía latinoamericana

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OPINIÓN

La Geografía: Capaz de explicitar los cambios climáticos como el devenir político por Ezequiel Beer

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Las severas advertencias publicitadas por el amplio arco científico durante las ultimas cuatro décadas en relación al ritmo de crecimiento, su expansión espacial, su nivel de acumulación monetaria y de sus efectos directos sobre el Medio Ambiente a vistas en el tiempo ya no son solo un pronostico sino una dura realidad cotidiana.
La disminución de la capa de ozono producto de la emisión masiva de gases contaminantes a la atmosfera también han dado origen al actual Cambio Climático que en estas semanas golpea de lleno la Argentina con un nivel récord de sequias y de altas temperaturas que pueden poner en peligro las previsiones de crecimiento económico para el año 2023 lo que auguraría que el país pueda llegar a entrar en una recesión.
Señalamos a la Geografía como una ciencia síntesis que puede interpolar variables físico/naturales con otras del tipo humano y de su plasmación territorial o regional es decir, comprender la relación entre un fenómeno climático con un proceso económico algo que la diferencia en su totalidad de otras ciencias.
Los acontecimientos del Cambio Climático exacerban otros procesos naturales como La Niña o El Niño que dan explicación a la situación atmosférica reinante en el país durante el mes de marzo del corriente año y que pueden tener una repitencia mayor en el tiempo de persistir el ritmo de desarrollo actual y de sus mecanismos intrínsecos.
La casi imposibilidad de un giro rotundo en el sistema productivo mundial solo deja la posibilidad de aggionar sus mecanismos en procura de preservación terrestre como así también – fenómeno que de cierta manera se esta dando – la existencia de cambios en las formas de consumo de la población.
La utilización de energía no fosil es un avance pero aun el poder del petróleo y de sus derivados sustenta los circuitos productivos mundiales y de hecho su traslado político y financiero.
Un antiguo concepto – guardado bajo siete llaves luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial – es el de la Geopolítica que ha entrado en un vigoroso desenvolvimiento a partir de los acontecimientos del año 2001, de la expansión estadounidense sobre Medio Oriente y ahora ante el conflicto ruso-ucraniano y de las consecuencias que ya todos conocemos.
También en el Cono Sur se ha producido una nueva situación geopolítica ante el esperado triunfo electoral de Lula en el año 2022 y de su estratégica incidencia en los procesos de integración regional entre Argentina y Brasil.
La presencia – casi casual – de Daniel Scioli como Embajador Argentino permito – a pesar del Ex Presidente Bolsonaro – una serie de sustantivos avances bilaterales que en el contexto electoral local del presente año podrían darle un lugar expectante en la grilla de candidatos pasibles de obtener la victoria presidencial.
Es decir la geopolítica regional podría enmarcar la profundización de un nuevo eje de desarrollo conjunto para que pueda luego irradiarse al resto de los países vecinos y como bloque interactuar en términos globales.
Nuestro Sur Continente se caracteriza por ser de las pocas regiones de paz del mundo y con una variedad tanto ambiental como cultural casi única.
El mundo que se avecina será aquel que pujara agresivamente por la ostensión de recursos naturales para su supervivencia vital por lo tanto se debe obrar en conjunto con todos los países para que los mismos puedan ser objeto de un consumo no solo responsable sino renovable.
Generar también una política nacional y regional de Defensa es otro de los desafíos venideros desde una posición defensiva.
La Geografía es la llave necesaria para comprender no solo la situación sino la evolución de un mundo en permanente transformación.

Ezequiel Beer
Geógrafo UBA
Analista Político

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OPINIÓN

LOS CAMINOS QUE CONDUCEN A LA VICTORIA 2023 por Jorge Rachid

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Desde que el Frente de Todos asumió en 2019, una estrategia de demolición comenzó por parte de los adversarios locales y de los enemigos externos, con el objetivo claro de dividir al Movimiento Nacional, separar las corrientes internas, en especial kirchnerismo de otras expresiones, con especial énfasis en el intento de destrucción de Cristina como eje y acumulación del conjunto.
Eso fue paulatinamente asociado al ataque sistemático la Gobierno Nacional y a cada una de sus iniciativas, lo cual se agudizó en el desarrollo de la Guerra Pandémica que asoló al mundo y fue enfrentada con éxito en la Argentina. Pero es claro que los enemigos no podían permitir ninguna victoria: quemaron barbijos en manifestaciones en plena cuarentena, atacaron las vacunas rusas y chinas, hicieron esotéricas especulaciones agitadas por los Medios dominantes como que el virus “no existía”, que las vacunas colocaban “chips” y desconocieron el drama promoviendo la no vacunación.
Querían sangre de argentinos tomados como rehenes de sus intenciones políticas destituyentes, sin importar los costos sociales, como lo hicieron durante los 4 años de entrega patrimonial, saqueo, fuga de capitales, toma de empresas para sus grupos económicos, exclusión social, destrucción de la industria nacional en especial Pymes, intentos de privatización de Aerolíneas, YPF, Banco Central, con acuerdos vergonzosos en el plano internacional como el de Foradori-Duccan con los ingleses, en una claudicación de soberanía en Malvinas, peor a los Acuerdos de Madrid del menemismo.
Entonces a que nos enfrentamos en éste año electoral es la pregunta y la respuesta es sencilla: a un enemigo externo con agentes locales dispuestos a consolidar el coloniaje institucional en nuestro país, con herramientas políticas supuestamente democráticas, como el PRO/UCR y Libertarios que no dudaron en tomar por asalto los poderes republicanos, en especial la Corte Suprema y el servicio de Justicia, como herramienta de persecución al peronismo y de consolidación de su sistema de intereses concentrados en el Círculo Rojo.
Es que el marco internacional ha dejado al descubierto un aislamiento de la ficción del hegemonismo unipolar de EEUU que en franca decadencia, que no sólo desata guerras en un intento de recuperar áreas euroasiáticas perdidas, sino que ante el giro del mundo hacia el multipolarismo, hace de América latina su bastión de defensa última, con apropiación de sus recursos naturales, bienes y servicios con anclaje institucional colonizado, con el concurso de la OTAN desde Malvinas como ariete en el Atlántico sur.
Sus herramientas de consolidación del coloniaje, son los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial, ALADI, OMC, Tribunal de la Haya, más el pleno de Naciones Unidas que vota con 193 países proyectos viables al mundo encaminados a la paz, a la soberanía de los pueblos, a la terminación del colonialismo y al cuidado del ambiente, pero el Consejo de Seguridad veta sistemáticamente. Ese esquema de poder mundial de la pos guerra mundial, se está derrumbando, ya no existe más ante un nuevo orden que no sabemos cómo culminará, sólo rezaremos que no sea por confrontación atómica.
En ese mundo se encuentra el peronismo y Latinoamérica con una respuesta de paz y de cuidado del ambiente, ante la agresión de un capitalismo brutal e inhumano, que sólo sabe desplegar Fondos de Inversión Buitres arrasando soberanías y avasallando los pueblos.
En un escenario convulso se desarrolla un año electoral en nuestro país, con una compactación de poder contraria al movimiento nacional que nuclea desde riendas institucionales como la Corte corrupta y criminal asociada al Lawfare de diseño colonial, hasta los Medios que mienten, manipula, ocultan y tergiversan por ser parte de ese poder hegemónico, que sólo vela por sus intereses.
La victoria del enemigo fue desde siempre, hace más de 30 años de neoliberalismo explícito, la fragmentación del campo popular que logrado estallar en miles de expresiones que ningún liderazgo, como el de Cristina logra totalizar. La victoria del campo popular se consolida en la unidad, aún en andariveles separados pero de objetivos comunes, superando la cultura individualista y colocando los objetivos estratégicos sobre la mesa de los compromisos compartidos.
El sólo reconocimiento del poder de fuego del enemigo, debe dar paso a la máxima comprensión de la hora actual, en la cual debemos dar respuestas desde las necesidades del pueblo argentino, sus esperanzas y utopías que descansan en la cultura nacional que mantiene la identidad y la memoria, de un peronismo filosófico que logró sintetizar siglos de luchas emancipadoras.
Todos deberíamos saber ya a quien vamos a votar, por quien vamos a militar y esforzarnos en nuestro compromiso, a quienes depositaremos la esperanza de que luchen por una Patria justa, libre y soberana: ese compromiso es que en 2023 logremos erigir un Gobierno amigo, frente a un enemigo que persigue, mata, excluye y entrega la Patria.
Esa disyuntiva resuelve cualquier especulación o personalización de la política, es especial si se hace desde una institucionalización del Movimiento convocada por Cristina y todos los sectores de nuestro movimiento: CGT y ambas CTA, Movimientos sociales, curas villeros y opción, empresarios Pymes, organismos de DDHH, PJ, partidos aliados y agrupaciones políticas nacionales en un esfuerzo conjunto por conformar un Gobierno amigo de las necesidades y esperanzas del pueblo argentino.
Abandonar la agenda enemiga, dejar de contestar las provocaciones, elevar los sueños y emociones del pueblo con la alegría de un porvenir nacional que quiere ser arrebatado. Derrotar al odio sembrado con intención del caos, con propuesta programáticas estratégicas que marquen adónde vamos, los caminos a recorrer, las dificultades a enfrentar, los tiempos y espacios necesarios para plasmar una verdadera revolución nacional en paz, democrática y popular, que sólo puede consolidarse en la construcción de la Comunidad Organizada como poder popular constituyente con el conjunto de la Patria Matria Grande, que nos espera para reconstruir una Patria QUE NUNCA DEBIÓ DEJAR DE SER.
JORGE RACHID
PRIMERO LA PATRIA
www.lapatriaestaprimero.org
CABA, 16 de marzo de 2023
BIBLIOTECA
Horacio González: Restos Pampeanos Ed. Colihue
Tasat-Bomfim: Pensar América Ed. Universidad de 3 de febrero
Maximiliano Pedranzini compilador: El Pensamiento Nacional Ed Punto de Encuentro

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OPINIÓN

Las mochilas militantes se nutren de utopías por Jorge Rachid

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Los procesos dominantes culturales de las últimas décadas, han transformado la lucha política en el territorio de las racionalidades, sin otras motivaciones emocionales excepto la que despliegan los enemigos como el odio. Las emocionales son aquellas que movilizan el comportamiento humano, venciendo los miedos, superando los obstáculos, transformando la realidad, no acompañarla, que es sinónimo de apuntalar el sistema injusto, el mismo que debemos cambiar.
Jamás la invocaciones a la lucha que hicieron nuestros Padres Fundadores ante el pueblo, se apoyaban en certezas, ni explicaciones de los escenarios que se construirían en la épica de la Liberación Nacional, se llamaba a la lucha por valores, acompañada por cientos de miles de paisanos criollos, mulatos, zambos, negros libertos, pueblos originarios, españoles republicanos que acudían en masa a acompañar los sueños liberadores de la opresión colonial.
No fueron “racionales” las consignas federales de nuestros caudillos, que enfrentaron esas racionalidades del poder “civilizatorio” porteño y depredador, aliado a la sumisión colonial de cualquier signo. Lo hicieron con las banderas de Federación o Muerte o Viva la Santa Federación, mueran los salvajes unitarios, con las cuales encadenaron los combates por la libertad de los pueblos prexistentes a la Nación “civilizada”. Los santiagueños lo eran desde el 1550, lo mismo los cordobeses, riojanos, tucumanos, salteños, jujeños que desde entones constituyen un estamento superior a la Nación que es la Patria, en ese caso la Patria Grande de las Provincias Unidas de Sudamérica, como dice nuestra acta de la Independencia Nacional del Congreso de Tucumán.
El mismo Artigas, el primer peronista, en 1813 en la Constituyente instruyó a sus congresales elegidos en asambleas populares en el signo puntual de las propuestas como la libertad de los esclavos, la reforma agraria, la multiplicación de los puertos, el traslado de la capital a las provincias, pero en el marco conceptual de “los más infelices, serán los más beneficiados” y “mi poder emana de ustedes y cesa ante vuestra presencia”, ya en 1815 en la Independencia de los Pueblos Libres de Concepción del Uruguay.
Esas frases resumen los sueños de los pueblos, impulsan la idea de la lucha por un mundo mejor, identifican al enemigo y compactan al movimiento nacional y popular, como hoy cuando los dirigentes populares latinoamericanos son perseguidos, estigmatizados, encarcelados, proscriptos en función de un diseño estratégico del mundo unipolar, que pretende fortalecer el coloniaje imperial. Esos sueños se mantienen bajo el paraguas de las esperanzas de construcción de un modelo social más justo y solidario, el modelo filosóficamente peronista.
Perón resumió sus consignas: “Braden o Perón”, identificación plena del enemigo, además de “Patria sí, Colonia no”, convocando a la construcción de un poder popular organizado bajo la consigna de Comunidad Organizada, “única forma de vencer el sistema demo liberal burgués” en su formulación en el Congreso de Filosofía de Mendoza de 1949, reafirmando la Constitución Nacional de contenido social del mismo año, en dónde los derechos, del trabajador, de la niñez y de la ancianidad, de la propiedad privada como derecho social, figuran en las determinaciones del texto, sin invocaciones vacías e incumplidas como en las constituciones liberales.
Antes los radicales con Alem expresaban “que se rompa pero no se doble” o desde FORJA más adelante derrocado Irigoyen decían: «Somos una Argentina colonial, queremos ser una Argentina libre», todas invocaciones a la construcción de un futuro esperanzador basado en la lucha política contra los enemigos de la Patria.
En este contexto las utopías son una “alto filosófico” (Fornet-Betancourt) para verificar la continuidad del pensamiento de Martí del ”clamor de los pobres de este mundo”, que se plasma en la Filosofía de la Liberación que permitió ser el camino de un pensamiento nuestro, de alto contenido patriótico de Patria Matria Grande, que recuperó los sentimientos compartidos de los pueblos, a los cuales el enemigo, el gobierno de EEUU Comando Sur denomina “nuestros pueblos” a los que defenderán por sus recursos naturales: agua dulce, litio, gas petróleo, proteínas, lo cual expresado a viva voz estremece, pero que es ocultado por los cómplices del coloniaje, que son los ex Medios de comunicación, convertidos en verdaderos factores de poder, cómplices de la entrega y parte en la disputa del mismo.
No es necesario contestar la agenda del enemigo a diario para estar presente en la política, es más, esa práctica hace de amplificador del mensaje adversario, sino que se debe construir diariamente agenda propia, que deje de canibalizar la política internamente, cuando el país se enfrenta a un proceso de degradación democrática y golpe destituyente, que se difumina entre la manipulación, tergiversación, ocultamiento y mentiras de los medios hegemónicos, dejando atrás los temas esenciales. Esos ejes que hacen a los planteos estratégicos del peronismo y sus aliados del movimiento nacional y popular que en conjunto desde la política, el movimiento obrero, los movimientos sociales, los curas de opción de los pobres y villeros, los organismos de DDHH, los empresarios PYMES, van acariciando los mismos sueños.
Esa es la utopía compartida que debe plasmarse en la mesa institucionalizada de conducción compartida, convocada por el conjunto del peronismo y desde Cristina, sin dudas referencia mundial de una estadista, que junto a Lula deben estar en el cuadro de los 20 mejores cuadros políticos del mundo, que es nuestra y peronista.
Todos tenemos errores, lo cual no significa que sacrifiquemos al fuego sagrado a los compañeros que han asumido responsabilidades, que han intentado modificar, en el estrecho margen de maniobra que da ejercer el Gobierno, como explicó Cristina al asumir que sólo el 25% del poder reside en esa representación. Por esa razón levantar las banderas de las utopías y realizaciones que se plantean como necesarias a la construcción de una Comunidad Organizada con justicia social, como poder popular organizado. Ese es uno de los caminos de la liberación nacional y de la posibilidad de enfrentar a un enemigo tan poderoso como brutal e inhumano, como lo demostró en las dictaduras militares y en el período negro de democracia neoliberal macrista.
Entre una racionalidad resignada al “nada se puede”y el “todo mal”, debe oponer el “optimismo de la voluntad” que llena de alegría la lucha política, porque devuelve las ilusiones esperanzada al conjunto del pueblo argentino, sometido a una sucesión de miedos, que están destinados a crear el desasosiego necesario que lleve al caos, situación propicia para aquellos sectores de la dominación que pretenden subsumir la voluntad popular a la relación opresor oprimido, como natural de la condición humana.
Cabalgaron sobre la Pandemia carancheando las medidas sanitarias, bloqueando las vacunas, quemaron barbijos, intentando deteriorar al Gobierno, colocando de rehenes a millones de argentinos que terminaron dando la espalda a la degradación política. Pero cooptaron la Corte Suprema desde siempre, aliándose con el Lawfare impulsado por EEUU. No tienen dudas en desatar la violencia como método de la política, al fracasar el denuncismo perpetuo por agotamiento mediático.
Eso es el enemigo al cual no se lo puede combatir desde racionalidades profundas que les explique que están equivocados porque han logrado instalar un mito, que sólo se logra desmontar con perseverancia militante llena de ilusiones de los caminos a recorrer, en un proceso largo de construcción social y política que consolide la soberanía nacional.
Siempre hay un enemigo, potencias que necesitan del saqueo para controlar el poder hegemónico desplegando para ello un sistema comunicacional que nos hace ver el mundo por el ojo de la cerradura, pequeño de un tercio del mundo real, presionando y creando conciencia de sumisión y dependencia, diciplinando los pueblos o avasallándolos en un mecanismo perfecto de opresión. Eso se llama coloniaje cultural, económicofinanciero e institucional como hoy sucede en nuestro país.
Dejarse abatir por una realidad volcada por el enemigo, es como rendirse sin luchar, bajar los brazos que es lo que pretenden, de ahí surge con fuerza la necesidad de recrear las utopías transformadoras de esa realidad impuesta a través de las luchas sectoriales o totalizadoras con el signo de objetivos utópicos, al parecer inalcanzables, pero que la voluntad de los pueblos siempre consolida en los procesos históricos, más allá de nuestras demandas y ansiedades biológicas, producto de la finitud.
Esas utopías generan en las mochilas militantes la carga necesaria del impulso vital, de ser protagonista de la historia antes que testigo o relator de la misma, no se basa en el misticismo sino en los valores expresados hoy por Francisco, ese argentino Papa que enarbola desde la teología, esas utopías sobre el mundo. Son las que hacen dejar de lado los aspectos circunstanciales para centrarse en los ejes estratégicos de la Patria a construir, de los sueños a realizar, del compromiso a desplegar, junto a la voluntad y perseverancia de estar presente en la lucha, desde la barricada a la reflexión, desde el pensamiento crítico a la organización pero con un objetivo único de forjar el modelo social y productivo solidario, soberano, emancipador de la Patria Matria Grande Liberada.
JORGE RACHID
PRIMERO LA PATRIA
www.lapatriaestaprimero.org
CABA, 8 de marzo de 2023
BIBLIOTECA
Emilce Cuda: Teología, ética y política Ed. Manantial
Leopoldo Marechal: Didáctica de la Patria Ed. Revista de filosofía UBA año Xl N° 28
Juan Carlos Scannone: La filosofía de la Liberación Ed. Chile

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